Muy pronto se estrenará en nuestros cines 'Insensibles', la notable ópera prima de Juan Carlos Medina que ya presentó en España en el último Festival de cine de Sitges cosechando buenas críticas. Se trata de una película de género que, con una premisa un tanto terrorífica/fantástica, aunque real (los niños del filme sufren la llamada enfermedad de la Insensibilidad congénita al dolor con anhidrosis, que les permite ser insensibles a cualquier estímulo físico) reflexiona sobre la búsqueda de la Verdad y de cómo la Historia configura la identidad de uno mismo. Una sinopsis profunda como las contestaciones de su director, un debutante que demuestra seguridad y contundencia en sus argumentaciones en la charla que eCartelera tuvo con él en el Hotel Melià de Sitges, en el marco del pasado Festival de cine.
eCartelera: ¿Cómo se siente uno después de que su ópera prima haya ganado el Méliès de Plata en el Festival de Cine Fantástico Europeo de Estrasburgo y de cosechar buenas críticas tras su paso por la última edición del Festival Internacional de cine fantástico de Sitges?
Juan Carlos Medina: Me siento fenomenal pero, para mí, lo más importante es poder estar en los Festivales que adoro, como el de Sitges. Lo que más valoro es poder andar por ellos y que la gente me pare para comentar las sensaciones que tuvo viendo mi película y el efecto que tuvo sobre sus corazones y sus mentes. Es lo que más me llega como director.
eC: El guión de 'Insensibles' está coescrito con Luiso Berdejo, el guionista de '[REC]' y '[REC] 3: Génesis', ¿cómo fue la colaboración con él?
J.C.M.: A Luiso lo conocí en el 2001 coincidiendo en el Festival internacional de cine de Alcalá de Henares, donde presentamos nuestros cortos ('Ya no puede caminar' de Luiso Berdejo y 'RAGE' de Juan Carlos Medina). Desde que lo conocí, me encantó su universo, me encantó su personalidad y su talento y, cuando tuve la idea de 'Insensibles' fue al primero al que acudí para escribir la primera versión del guión.
eC: La película trata sobre el Dolor, tanto físico como psicológico, de los personajes y, a la vez, la búsqueda de la Verdad. ¿Por qué decidisteis ambientar la historia en la post-guerra española?
J.C.M.: Porque es un filme que habla sobre nuestra relación con el sufrimiento, ya sea tanto a nivel físico o a nivel existencial/moral, y también sobre nuestra relación con el pasado, de cómo este pasado afecta al presente y de cómo acaba determinando nuestro destino, aunque intentemos negarlo. David, el personaje principal de la película, descubre cuál es su relación con la Historia y de cómo descubre que lo que ha leído en los libros o noticias antiguas afecta a su identidad. Por ello, creímos que era lógico situar, parte de la película, en esta época que es la época de oscuridad de donde vienen todos los fantasmas y pesadillas del pueblo español.
La difícil tarea de trabajar con niños
eC: Los niños que aparecen en la película llevan gran parte del peso dramático de la historia. ¿Cómo fue el casting para encontrar a los adecuados?
J.C.M.: Fue muy complicado porque el criterio para elegir a los chicos era que se tenían que parecer a Tómas Lemarquis, el actor que ya habíamos elegido para interpretarlo de mayor en el filme. Tomás es un actor franco-islandés de piel muy pálida y un físico muy poco común aquí en España, por lo tanto, para encontrar a un niño que pudiera recordar a su físico y encima con dotes para la interpretación era muy complicado. Además, teníamos que encontrar a dos chicos ya que en la película aparece el personaje con la edad de 6 años y con la edad de 12, así que fue como un reto imposible en términos de casting. Por ello fue un milagro encontrar a los hermanos Stothart, que son dos hermanos de 6 y 11 años que tenían el físico perfecto, se parecían entre ellos un montón, eran niños muy inteligentes, con mucha capacidad de atención y, encima, con dotes muy potentes de interpretación.
eC: ¿Fue complicado trabajar con ellos?
J.C.M.: Bueno, no fue difícil en cuanto a concentración y ganas de trabajar, pero fue trabajoso ya que, como niños que son, tienen menos aguante físico y, por ello, tienes menos tiempo para trabajar con ellos, así que nos tuvimos que organizar bien para que ellos nos pudieran dar el 100%. De todas maneras, son unos chicos maravillosos que siempre se esforzaron para darnos el máximo en cada escena.
eC: ¿Cuáles son tus directores de referencia?
J.C.M.: Mis influencias son bastantes pero me encanta el cine de David Cronenberg y el de Paul Verhoeven. 'Insensibles' está bastante inspirada por 'El espíritu de la colmena' de Víctor Erice, por una película rusa llamada 'Come and see' de Elem Klimov y también tiene un poco de 'Tras el cristal' de Agustí Villaronga, un cineasta que me ha marcado mucho.