El Festival de Cine Europeo de Sevilla dio comienzo ayer con una pequeña muestra de lo que ofrece su variada programación, más cercana al cine de autor desde la llegada el pasado año de José Luis Cienfuegos a la dirección del certamen. No sorprende por tanto encontrarse con títulos como los presentes en la sección 'Nuevas Olas' o que por obra y gracia de las coproducciones de capital europeo, se hayan colado en la sección oficial cineastas como Tsai Ming Liang o James Gray, que presentarán respectivamente 'Stray Dogs' y 'The immigrant'.
También es prueba del giro del certamen hacia cinematografías más controvertidas, el homenaje al francés Leos Carax, que será objeto de una retrospectiva completa de sus largometrajes, incluyendo la célebre 'Los amantes del Pont Neuf' o la reciente 'Holy Motors'. Mientras, el 'país invitado' este año al certamen es Portugal, lo cual abrirá la programación a obras portuguesas de cineastas como Pedro Costa, Miguel Gomes o Joao Pedro Rodrigues, autores también alejados de los convencionalismos y el público de masas.
El riesgo parece la tónica general de un certamen, que sin embargo quiso poner la apertura en manos de una comedia ligera de pura evasión como la española '3 bodas de más', divertida cinta sin pretensiones y con evidente gancho comercial, en la que Inma Cuesta, que pedía a voces un papel cómico, interpreta a una sufrida mujer que es invitada a tres bodas consecutivas de tres ex-novios.
Javier Ruiz Caldera, director de 'Promoción fantasma' y 'Spanish Movie', presenta una comedia romántica que, al igual que sus títulos anteriores, tiene claros guiños a cierto cine norteamericano de corte gamberro (para entendernos, está más cerca de 'Bridesmaids' que de 'La boda de mi mejor amigo'). En el curioso reparto destacan nombres ilustres como Rossy de Palma, Quim Gutiérrez, Paco León, Martín Rivas y el televisivo Berto Romero.
Cine europeo
Además de la apertura oficial en el Teatro Lope de Vega a cargo del mencionado film de Ruíz Caldera, que se estrenará en toda España el 5 de diciembre, pudimos ver también varios de los títulos que compiten por ser nominados a los European Film Awards este mismo sábado. Entre ellos, la candidata islandesa a los Oscar ('The deep'), una tensa reconstrucción del naufragio de un barco pesquero en los años 80 en las gélidas aguas del Atlántico Norte, que funciona mejor en un último tramo en el que el director Baltasar Kormákur, convierte esta previsible historia de supervivencia en una paradoja sobre lo relativo que resulta el concepto de heroísmo.
También se proyectaba la magnífica 'The Congress', la libre adaptación que el israelí Ari Folman ha hecho de la obra de Stanislaw Lem y que supone una feroz crítica a Hollywood y una advertencia sobre los peligros de la 'Era de la Tecnología'. Vista en Sitges, donde se llevó el premio de la crítica, esta coproducción de capital francés, que mezcla animación e imagen real, es uno de los títulos más insólitos, arriesgados y recomendables de lo que va de año.
