Variety ha publicado por error la muerte de Terry Gilliam, director y miembro del mítico grupo cómico de los Monty Python. El mismo Gilliam, con su estilo de humor tan característico, ha querido confirmar la noticia en su cuenta de Facebook, con una fotografía en la que aparece haciéndose el muerto en un lecho lleno de flores y con una anciana de luto junto a él, con un cartel que reza "¡Solo tenía 30 años! ¡Las malas críticas de Variety le envejecieron!".
La imagen parece un collage, una técnica que Gilliam domina y que le dio gran popularidad cuando sus diseños se dieron a conocer en 'Monty Python's Flying Circus'. Además, la imagen va acompañada de un texto, en el que Gilliam ha asegurado que "pido perdón por estar muerto, especialmente a aquellos que ya han comprado tickets para mis próximas charlas, pero Variety ha anunciado mi fallecimiento". Por supuesto Variety ha rectificado y se ha disculpado en su cuenta de Twitter, aunque Gilliam también ha querido bromear sobre esto. "¡No os creáis su rectificación y disculpa!", ha añadido.
CORRECTION: Variety incorrectly published an article stating that director Terry Gilliam passed away. We're deeply sorry for the mistake.
? Variety (@Variety) septiembre 8, 2015
Humor mortal
Terry Gilliam y sus compañeros de Monty Python han acostumbrado a lo largo de su carrera a bromear con la muerte, así que esta no es la primera vez. Sirva como ejemplo el fallecimiento de uno de sus componentes, Graham Chapman, en 1989. En su funeral, John Cleese dio un memorable discurso. "Bueno, creo que debería decir: Que tenga buen viaje, el cabrón aprovechado este. Espero que se fría. Y la razón por la que pienso que debería decir esto es que él nunca me perdonaría si no lo hiciese, si dejase pasar esta maravillosa oportunidad de tomarles el pelo en su honor".
Las bromas en las redes sociales no se han hecho esperar. De hecho, algunos usuarios de Twitter han recordado un momento de 'Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores', en el que un hombre recoge a los muertos por las calles con una carreta. Otro hombre se acerca a ella con un cadáver en el hombro que no para de repetir "aún no estoy muerto".