Con la magia del cine todo es posible, para bien y para mal. Los artistas de maquillaje son una pieza esencial en el engranaje del séptimo arte, en especial de Hollywood, responsables en parte de algunos de esos momentos mágicos en los que lo imposible se convierte en posible.
Gracias al maquillaje y las prótesis, un actor o actriz se puede convertir en una persona completamente distinta, aumentar de peso 50 kilos, envejecer 30 años o transformarse en un monstruo o cualquier otra criatura fantástica.
El cine nos ha dejado ejemplos de cambios radicales para el recuerdo, como el de Charlize Theron en 'Monster' (los más malvados creen que el maquillaje le hizo ganar el Oscar) o el de Brad Pitt en 'El curioso caso de Benjamin Button', donde el maquillaje tradicional era combinado con CGI. Con el paso de los años, los efectos realizados por ordenador han servido de complemento a los efectos prácticos, llegando en algunos casos a sustituir por completo la labor del maquillador, como ocurrió con la Peggy Carter anciana (Hayley Atwell) en 'Capitán América: El soldado de invierno'.
Sin embargo, al caracterizar a un intérprete para cambiar su apariencia no siempre se alcanza el efecto deseado, y a veces, las transformaciones resultan sorprendentes por las razones equivocadas.
¿Por qué elegir el camino difícil?
Winona Ryder tenía tan solo 19 años en el rodaje de 'Eduardo Manostijeras'. El final de la película de Tim Burton nos la mostraba como a una anciana, pero en lugar de contratar a una actriz mayor, se decidió usar maquillaje protésico para convertir a la joven en una octogenaria. El resultado fue, a falta de un apelativo mejor, muy raro, lo que hace que nos cuestionemos si de verdad merece la pena que los actores se sometan a tantas horas de maquillaje para acabar distrayendo al espectador con el efecto contrario al buscado.
'Eduardo Manostijeras' no se encuentra en la siguiente lista, pero merecía una mención. Las que sí están son otras 10 películas o series que convirtieron un trabajo de maquillaje protésico en epic fail.
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10 cambios radicales en la ficción que no nos creímos
Gwyneth Paltrow en 'Amor ciego'
Gwyneth Paltrow se transformó en una mujer de 135 kilos para la comedia de los hermanos Farrelly 'Amor ciego', en la que interpretaba a una chica obesa de la que se enamoraba un hombre (Jack Black) que la veía delgada tras ser hipnotizado por un gurú para que viera sólo la belleza interior. A pesar del esfuerzo, la transformación de Paltrow no resultaba convincente en ningún momento, ya que, más que una persona realmente obesa, parecía un muñeco hinchable o un globo.
Nicole Kidman y Julianne Moore en 'Las horas'
Nicole Kidman ganó el Oscar por 'Las horas', donde daba vida a la escritora Virgina Woolf. Su interpretación fue muy elogiada, no como su nariz postiza, que distraía constantemente al espectador de su trabajo. En la misma película, Julianne Moore interpretaba a un ama de casa de los 50 a la que llegábamos a ver en el presente, caracterizada como una anciana de 80 años. El problema es que, a pesar del buen trabajo de maquillaje, nadie se creía a Moore como octogenaria. Unas cuantas arrugas, una peluca canosa y poco más.
El reparto de 'El Atlas de las Nubes'
El ambicioso proyecto de las hermanas Wachowski, que contaba la historia de un grupo de personas conectadas a lo largo de la historia, obligaba a utilizar el maquillaje protésico para cambiar la apariencia de los actores, que interpretaban hasta a siete personajes diferentes cada uno. Así, Tom Hanks, Halle Berry o Hugo Weaving cambiaban de sexo, edad o raza según el fragmento de historia. Sin embargo, el titánico esfuerzo de caracterización del film se saldaba con un resultado desastroso. Las transformaciones (algunas más conseguidas, otras directamente ridículas) incomodaban, distraían enormemente de la historia, y en el peor de los casos, resultaban ofensivas.
Guy Pearce en 'Prometheus'
En la película de Ridley Scott, Guy Pearce interpretaba a Peter Weyland, el multimillonario que financiaba la expedición de la Prometheus a la luna LV-223. Al final del film descubríamos que Weyland, que tenía más de cien años, viajaba escondido en la nave. Sin embargo, más que tener aspecto de anciano decrépito, Pearce parecía un monstruo de látex salido de 'Buffy, cazavampiros'. Sencillamente uno de los peores trabajos de maquillaje protésico del cine reciente.
January Jones en 'Mad Men'
La tele nos ha dejado transformaciones físicas muy cutres, pero en la mayoría de ocasiones, con ellas se buscaba el efecto cómico (Monica gorda en 'Friends' viene rápidamente a la mente), así que se les perdona. Además, el presupuesto de una serie no es el mismo que el de un blockbuster. Sin embargo, hay veces que no se puede pasar por alto una mala caracterización, como es el caso de Betty Draper (January Jones) en 'Mad Men'. Al comienzo de la quinta temporada, todo el mundo hacía bromas sobre Fat Betty. Y no era para menos, las prótesis para engordar a la actriz y el maquillaje anaranjado que la cubría eran un cuadro.
Leonardo DiCaprio en 'J. Edgar'
En 2011, y en plena carrera de fondo por conseguir su ansiado primer Oscar, Leonardo DiCaprio se ponía en la piel del primer director del FBI, J. Edgar Hoover, en el biopic dirigido por Clint Eastwood. DiCaprio aparecía en la película caracterizado como el J. Edgar joven y también en sus últimos años de vida, con más de 70 años. Para envejecerlo, el actor tuvo que someterse a sesiones diarias de maquillaje de seis o siete horas. Sin embargo, aunque el trabajo no era técnicamente malo, el resultado no convenció a todo el mundo. Muchos creyeron que la montaña de látex y maquillaje enterraba su interpretación y otros simplemente lo consideraron demasiado extraño. Por cierto, Armie Hammer también aparecía caracterizado como anciano en la película, y su aspecto era incluso peor.
Mickey Rooney en 'Desayuno con diamantes'
Este es uno de los casos más infames de efectos especiales de maquillaje en el cine. En el clásico de 1961, Mickey Rooney se maquillaba y gesticulaba para convertirse en un hombre japonés, el Sr. Yunioshi. La caracterización no solo era ofensiva y algo prácticamente impensable hoy en día, sino que además Rooney resultaba poco creíble como asiático. En el audiocomentario de la edición por el 45º aniversario de la película, el director Blake Edwards reconoció que debieron haber contratado a un actor asiático de verdad.
Russell Crowe y Jennifer Connelly en 'Una mente maravillosa'
Al final de 'Una mente maravillosa', Russell Crowe y Jennifer Connelly (que ganó el Oscar a Mejor Actriz Secundaria por la película) aparecían maquillados como ancianos. El trabajo protésico de Crowe tenía un pase, pero el de Connelly era un desastre. No sabemos si es que no quisieron afear demasiado a la actriz, pero no la envejecieron lo suficiente, sino que le dejaron una tez tan tersa y con tan buen color que, combinada con la peluca canosa y la prótesis de barbilla, hacía un efecto muy raro.
Jamie Bamber en 'Battlestar Galactica'
Otro caso televisivo de fail de maquillaje que nos vemos obligados a destacar es el de Jamie Bamber en 'Galáctica, estrella de combate'. Su personaje, Lee Adama, engordaba en la segunda temporada de la serie, para consternación de los fans, que no tuvieron más remedio que tomárselo a broma. Imposible no reírse de su falsísimo acolchamiento y de su piel anaranjada (algo que tiene en común con la Betty Draper gorda).
Los personajes de 'Regreso al futuro II'
En la secuela de 'Regreso al futuro' conocíamos al Marty McFly de 2015. Se suponía que el personaje de Michael J. Fox tenía 47 años en estas escenas, pero el maquillaje y las prótesis que le aplicaron eran más bien para un hombre de 60. Además de no resultar muy convincente, la transformación daba a entender que a los 47 uno ya estaba listo para jubilarse. Pero es que las caracterizaciones de Lea Thompson (Lorraine) y Tom Wilson (Biff) eran incluso peores. Se lo perdonamos porque era finales de los 80, y porque es 'Regreso al Futuro'.