Actores ha habido muchos, pero de esos que consiguen deslumbrar al mundo entero y quedar en el recuerdo de todos no hay tantos. Podríamos estar pensando en alguno que otro, pero, si nos centramos en intérpretes del Hollywood dorado, es imposible que Paul Newman no se nos venga a la mente.
El actor debutó a finales de los años 40, y tuvo una carrera frenética en la que no dejó de trabajar en ningún momento. Participó en docenas de producciones, pero siempre será recordado por sus míticos papeles en films tan queridos como 'El buscavidas', 'Cortina rasgada' o 'Dos hombres y un destino'.
A pesar de que lo perdimos en 2008 a la edad de 83 años, hasta ese mismo momento siguió participando en diversas producciones, y seis años antes de su muerte nos brindó uno de sus films modernos más recordados: 'Camino a la perdición'. Sin duda, un actor enorme al que nunca nos cansaremos de rendir homenaje.
Curiosidades de Paul Newman
A la hoguera
Todo tiene un final y, cuando tenía más de 70 años, el bueno de Paul Newman parece ser que se hartó definitivamente de las galas de premios y no quiso volver a asistir a ninguna. Es por ello que, ni corto ni perezosa y harto de la formalidad que le había acompañado a lo largo de toda su carrera, decidió quemar su smoking ante la mirada atónita de su mujer.
Su propio campamento
Paul Newman siempre fue una persona solidaria, e hizo cuanto pudo en su vida para ayudar a todos aquellos que no disponían de demasiadas oportunidades. Es por ello que creó el Hole in the Wall Gang Camp: un campamento de verano en Connecticut destinado a niños con cáncer y con otras enfermedades relativas a la sangre.
Notorio enemigo
Paul Newman tuvo legiones de admiradores durante toda su vida, y no parece ser fácil encontrar a mucha gente a la que el actor no le gustara. Sin embargo, había una persona realmente poderosa a la que Newman no le hacía la más mínima gracia. Ese era el ex-Presidente de los Estados Unidos Richard Nixon, y es que resulta que el nombre del actor se encontraba en la lista de personas a las que el político consideraba "enemigos".
Salsa para todos
Ya hemos dejado claro lo implicado que estaba Paul Newman en tareas solidarias, pero su pasión por ayudar a los demás fue tal que creó una línea de productos alimenticios cuyos beneficios serían donados de forma íntegra a diversas asociaciones benéficas. Se llamaba 'Newman's Own', y sus docenas de millones de dólares en ingresos fueron básicamente gracias a sus salsas y aderezos de ensalada.
Daltónico
Es muy difícil imaginarse un mundo en el que Paul Newman no fuera una gran estrella de cine, pero la historia podría haber sido muy diferente si el afamado intérprete hubiese seguido el camino que pretendía. Y es que Newman se estaba entrenando para ser piloto en el ejército de Estados Unidos, pero, al descubrirse que era daltónico, sus aspiraciones quedaron en agua de borrajas.
Inspirando al superhéroe
Aunque pueda asombrarnos, existe cierto superhéroe cuya imagen fue inspirada por el bueno de Paul Newman. La fecha era 1959, y el mítico personaje de Linterna Verde o Hal Jordan estaba siendo reintroducido en los cómics. Como inspiración visual para las ilustraciones del superhéroe, sus responsables se fijaron en un Paul Newman que, por aquel entonces, solo tenía 34 años.
Orígenes variados
Si bien es cierto que Paul Newman nació en Estados Unidos, una gran mayoría de los ciudadanos de dicho país provenían de países europeos, y ese era el caso de los familiares del actor. Su padre era judío asquenazí, y sus abuelos por parte paterna nacieron en Hungría y Polonia. La madre de Newman provenía de una familia eslovaca, y nació en el Imperio Austrohúngaro.
Paul Brando
Los más cinéfilos puede que se echen las manos a la cabeza, pero lo cierto es que, cuando ambos eran jóvenes, mucha gente no parecía poder distinguir a Paul Newman de otro de los grandes de la interpretación: Marlon Brando. Tanto era así que, el propio Newman, afirmó haber firmado unos 500 autógrafos haciéndose pasar por su colega de profesión.
Experto piloto
Todo el mundo tiene pasiones más allá de su trabajo, y el gran Paul Newman no iba a ser menos. Concretamente, la del popular actor era conducir coches a gran velocidad y competir con ellos. Newman llegó a ganar unos cuantos premios, incluido un importantísimo segundo puesto en las 24 horas de Le Mans de 1979 al volante de un Porsche 935.
La "tradición" de Princeton
Al parecer, algunos estudiantes de la Universidad de Princeton bautizaron al 24 de abril como el "Newman's Day". En ese día, intentan conseguir la proeza de beberse 24 cervezas a lo largo de las 24 horas. En principio, todo provenía de una frase que, supuestamente, dijo el actor: "24 horas al día, 24 cervezas en una caja. ¿Coincidencia? No lo creo".