No fue la primera y no será la última, pero está más que claro que Sigourney Weaver es una de las heroínas de acción más indiscutibles y admirables de la historia del séptimo arte. Entre muchas otras cosas, claro. Hablamos de una actriz cuya inmensa presencia en la pantalla, a la cual ayuda una estatura imponente y unos rasgos duros capaces de helar la sangre con una sola mirada, está fuera de toda duda. Igual que su talento.
Marcada para siempre por una saga inoxidable ('Alien, el octavo pasajero') que sirvió para descubrirla, asentarla dentro de Hollywood y convertirla en leyenda, Weaver ha combinado sus trabajos más físicos con otros que requerían de una sensibilidad especial. ¿Lo mejor? Ha sabido brillar en ambos, aportando tanto rugidos como sutileza. Su filmografía, extraña e imprevisible, ha sabido mantenerse siempre en ese complicadísimo equilibrio en el que los fracasos nunca han llegado a ser heridas mortales y los éxitos se han vivido desde la mesura.
A lo largo de este especial, nos acercamos a la figura de Sigourney Weaver con esa admiración y respeto que se ha ganado con creces a lo largo de todos estos años. Hay pocas actrices que inunden el cine de una forma tan precisa y evidente como Weaver, una superviviente pionera, un referente para millones de espectadores que gritaron con ella en el espacio y que, desde entonces, no la han dejado sola.
Curiosidades de Sigourney Weaver
La Gran Sigourney
Su nombre real es Susan Alexandra Weaver, pero la actriz decidió cambiárselo en la adolescencia tras leerlo en una de las páginas de 'El gran Gatsby', el clásico literario de F. Scott Fitzgerald. En un principio, esta variación iba a ser solamente momentánea, pero ha terminado marcándola de por vida.
Mejor las escaleras
A pesar de haber sobrevivido a numerosos peligros en la ficción, Sigourney Weaver cuenta en la vida real con un enemigo imposible de vencer: El Ascensor. Y es que, desde pequeña, la actriz siempre prefiere subir por las escaleras, ya que no soporta utilizar los ascensores.
Actriz de altura
Sigourney Weaver roza, ni más ni menos, que los dos metros de altura. Un físico que le ha permitido entrar en el libro Guinness de los Récords como una de las actrices más altas del mundo, pero que también le provocó muchos traumas y complejos de adolescente.
Un Alien en San Sebastián
1979 fue el año en el que Sigourney Weaver pisó por primera vez San Sebastián con motivo, claro, de su festival de cine. En aquella ocasión, la actriz venía a presentar 'Alien, el octavo pasajero', la obra maestra que cambiaría su carrera para siempre. En este primer viaje internacional, Weaver llegó a España acompañada por sus padres.
Defensora del diván
"Todo el mundo debería ir a terapia". Así de contundente se mostró Sigourney Weaver al ser preguntada sobre su experiencia con un psicólogo al que acudió durante su adolescencia a causa de una falta de comunicación supuestamente grave con sus padres. Nos sumamos a su defensa.
La casa del árbol
Previamente a su estancia en la universidad de Yale, donde compartió estudios con la mismísima Meryl Streep, quien desde entonces es una de sus grandes amigas dentro de Hollywood, Sigourney Weaver estuvo estudiando literatura inglesa en Standford, donde vivió junto a un compañero en, atención, una casa ubicada en un árbol. Naturaleza al poder.
Instinto Weaver
Tras pensarlo mucho, Sigourney Weaver decidió rechazar la propuesta de protagonizar 'Instinto básico', la película que terminaría catapultando a Sharon Stone al firmamento de la industria. Preguntada al respecto años después, Weaver confesó que se arrepintió profundamente de haber dicho que no.
La plumilla
Antes de interesarse por el mundo de la interpretación, Sigourney Weaver tenía claro que quería dedicar su vida profesional al periodismo. ¿Su razón principal? Le encantaba contar historias, algo que, en cierto modo, lleva haciendo toda la vida.
Cuidado con ella
Además de su talento para la interpretación, Sigourney Weaver es una auténtica experta en el mundo del karate. Efectivamente, la actriz es cinturón negro. Poca broma.
Conciencia medioambiental
Desde su participación en la estupenda 'Gorilas en la niebla', Sigourney Weaver se ha mostrado especialmente comprometida con la sensibilización medioambiental. Y es que, según palabras de la propia actriz, aquel rodaje marcó su manera de entender y relacionarse con la naturaleza, además de despertar su instinto maternal tras compartir varias semanas con numerosas crías de gorila.