Podrá gustar más o menos, pero es innegable que, hasta la fecha, Damien Chazelle ha contado lo que le apetecía contar en la gran pantalla, sin demasiadas influencias externas y con un estilo muy propio. Concretamente, nos centraremos en la cinta que, para él, lo empezó todo, y que supuso que, de la noche a la mañana, se convirtiera en uno de los realizadores más conocidos: 'Whiplash'.
La cinta nos presenta a Andrew: un joven batería de jazz que solo sueña con convertirse en uno de los más grandes de su profesión. Su vida dará un vuelco total cuando Terence Fletcher lo admita en su banda para seguir formándolo. Lo que al principio parece una gran noticia, se tornará en toda una pesadilla al comprobar los duros métodos que emplea Fletcher en su trabajo.
A pesar de que se trataba de un film de un presupuesto muy escaso, supuso un bombazo en la escena más independiente, consiguiendo luego pasearse por las galas de premios de mayor renombre del mundo. Damien Chazelle volcaba sus obsesiones como batería en un guion apoyado en las vibrantes interpretaciones de J.K. Simmons y Miles Teller.
Curiosidades de 'Whiplash'
De corto a largo
Conseguir financiación para este film no fue un camino de rosas para Damien Chazelle. Nadie parecía querer poner el dinero, así que decidió hacerlo en formato cortometraje y llevarlo al Sundance Film Festival de 2013. Allí, terminó por hacerse con el premio que otorga el jurado a los cortometrajes. Gracias a ello, acabó logrando la financiación necesaria para convertir su querido proyecto en todo un largometraje.
Al límite
Damien Chazelle es, sin duda, un director peculiar, y siempre tiene muy claro lo que quiere sacar de las interpretaciones de sus actores. En este film, a Miles Teller le exigió muchísimo esfuerzo, tanto físico como intelectual. De hecho, en las escenas de los ensayos con la batería, Chazelle nunca solía gritar "corten". El director dejaba que Teller siguiera tocando hasta el final para que acabara exhausto.
Rodaje express
Grabar films siempre lleva su tiempo. Hay que hacerlo con mimo, repetir tomas mil y una veces y que todo quede como el director quiere. Sin embargo, sorprende saber el poco tiempo que se ha tardado en rodar ciertas películas. Aunque no podríamos adivinarlo, resulta que 'Whiplash' es una de ellas. Y es que la afamada cinta de Damien Chazelle se completó en tan solo 19 días.
Dale duro, J.K.
Seguro que todo aquel que haya visto esta cinta recordará la escena en la que J.K. Simmons pega a Miles Teller. Dicha escena se repitió unas cuantas veces, y en todas ellas Simmons solo fingía que golpeaba a su compañero de reparto. Sin embargo, para la toma final, ambos intérpretes decidieron que querían ponerle un poco más de veracidad al asunto, y le pegó de verdad. Por supuesto, esa fue la toma que se quedó en el montaje final.
Presente en el soundtrack
Aunque sí que se empleó un doble visual, lo cierto es que siempre que tocaba Miles Teller la batería era él mismo el que lo hacía, sin necesidad de dobles. No obstante, lo hacía con canciones per-grabadas. Aun así, el actor puede estar bien orgulloso de su actuación como batería, pues alrededor de un 40% del tiempo en el que Teller tocaba fue empleado en el soundtrack del film.
Premios por doquier
A pesar de que este film encandiló a la crítica, y triunfó en las galas de premios, no se puede negar que el verdadero ganador fue J.K. Simmons. Y es que, el actor, por su célebre rol de Fletcher, se terminó llevando a casa la friolera de un total de 47 premios por su actuación. En cuanto al film en sí, se trató de una de las películas con menor recaudación en ser nominadas a los Oscar.
Sangrando por un papel
No cabe duda de que el bueno de Miles Teller puso cuerpo y alma en su interpretación en esta película. El actor, que llevaba tocando la batería desde los quince años, acabó con ampollas en las manos tras tantísimas escenas en las que debía de tocar la batería con ese estilo tan agresivo. De hecho, su sangre terminaba impregnando la batería y las baquetas tras algunas sesiones.
Preparación exhaustiva
Ambos actores protagonistas tuvieron que actualizar sus conocimientos de música y practicar duro para realizar esta película. J.K Simmons había tocado el piano en el pasado, y volvió a recibir clases para este film. En cuanto a Miles Teller, a pesar de que ya hemos dejado claro que llevaba tocando la batería desde los quince años, no dudó en acudir a clases tres veces a la semana, cuatro horas al día.
Poca improvisación
J.K. Simmons es un actor realmente veterano y, como tal, se puede permitir muchas licencias. No obstante, para este film, no lo hizo. No sabemos si fue debido a lo estricto que es Damien Chazelle con sus actores, pero ninguno de ellos improvisó apenas en esta obra. De hecho, el propio Simmons ha declarado que la única frase improvisada que metió en el film fue cuando llamó al personaje de Miles Teller "pequeño capullo creído".
Preparando a sus compis
Tocar un instrumento musical no es cosa de un día, y toda la práctica que se pueda hacer para un papel así es bien recibida. Es por ello que Nate Lang, que interpretaba a Carl, no dudó en echar una mano a Miles Teller y Austin Stowell con sus papeles, pues resulta que Lang es un experto batería. A pesar de que Teller sí que tenía nociones, Stowell lo tenía más complicado, ya que no contaba con ninguna experiencia previa con la batería, y solo tuvo un mes para prepararse y aprenderse tres canciones.