Hoy en día la mayoría de grandes producciones aglutina una cantidad de personajes que excede sus posibilidades de componer una película consistente. En cambio, los cineastas más avanzados han sido capaces de ensamblar múltiples historias, protagonizadas por diversos individuos, sin perder el tiempo con sandeces. Algunas de estas elaboraciones de tramas con puntos de convergencia se han convertido en auténticas obras maestras, en estudios de personajes con reducido tiempo en pantalla, pero que, combinados con sus compañeros de producción, hacen de la multitud organizada un potente recurso.
Tan complicado es dar forma a un personaje complejo y desarrollarlo durante el metraje completo de una película, como gestionar la información de cinco o más historias en un solo film. Promover su avance al ritmo correcto, ofrecer transiciones coherentes y repletas de significado y mantener el interés en cada una de las tramas, son algunos de los principales retos de este tipo de proyectos, que más que nunca ven cómo les surgen alas de creatividad en la sala de montaje.
Por el otro lado, este formato ha sido empleado frecuentemente para reunir a amplios grupos de estrellas en películas que no tienen mayor valor que el excesivo brillo de tanto actor de moda en un mismo póster. Pero es más útil centrarse en las maravillosas aportaciones que nos han dejado las historias cruzadas, por eso hemos reunido una decena de grandes ejemplos:
Las mejores historias cruzadas del cine
'Love Actually'
Con el amor por bandera, cubriendo todo el espectro de edades, esta cinta se ha convertido en una de las comedias románticas más completas del siglo XXI. Richard Curtis alinea un carismático reparto, con algunos de los mejores actores y actrices del cine británico, que al ritmo de la música y de la Navidad se van entrelazando y levantando las sonrisas del edulcorado público. 'Love Actually' se sigue manteniendo en el top de mejores declaraciones amorosas en el cine; algo con verdadero mérito teniendo en cuenta la abundante competencia.
'Traffic'
En este caso la comedia no tiene mucha cabida. La droga es la principal protagonista de una de las películas que más reconocimientos le han reportado al inquieto Steven Soderbergh. Alrededor de los narcóticos gravitan los numerosos personajes, ya sea cerca del núcleo, en la frontera, o en la periferia, donde se le da un uso recreativo y se negocia con esas sustancias sin tener en cuenta los sacrificios que tiene en su origen. Con su teñido planteamiento, el atrevido punto de vista y la intensidad lograda por Soderbergh, 'Traffic' sigue siendo la obra maestra del laureado director.
'Ten'
Los coches son un elemento conductor -nunca mejor dicho- muy socorrido en este formato de historias cruzadas, pero los diálogos en esos espacios tan reducidos alcanzaron un poderío sin precedentes con una de las grandes obras de Abbas Kiarostami. Con total naturalidad, introduce profundas reflexiones en conversaciones cotidianas, como: ¿Una mujer tiene que morir para poder vivir? En 'Ten', el cineasta encierra la realidad social de su país en un vehículo personal, el de una mujer iraní de clase media, que, acompañada por sus variopintos copilotos, disecciona en diez segmentos lo que vive una mujer en Irán. La falta de derechos, la prostitución, la familia, el divorcio, la pornografía, la religión... Multitud de temas trascendentales presentados en tan solo dos planos por secuencia.
'Vidas cruzadas'
Aquí nos encontramos con el paradigma de las películas en las que se tejen diversas historias con un fino hilo. Su título original ('Short Cuts') es la mejor definición de lo que creó Robert Altman: una sucesión de breves cortes, algo aparentemente sencillo, pero extremadamente complicado. Nos enfrentamos a una veintena de personajes en una cantidad de historias paralelas que para cualquier otro humano habrían resultado insostenibles y desbordantes, pero Altman encuentra el alma de cada una y la explota y explora al máximo. Las continuas conexiones dan forma al comienzo a esta compleja estructura y las transiciones cargadas de significado e ironía hacen el resto. Por si hiciera falta algún aliciente más, 'Short Cuts' cuenta con un reparto de escándalo, destacando a un Jack Lemmon magistral dando una de sus últimas lecciones de interpretación.
'Lock & Stock'
Escopetas, marihuana, póker... Los vicios y los negocios sirvieron a Guy Ritchie de motor en su hilarante ópera prima. El frenético cineasta ha sido uno de los que más ha jugado con las historias cruzadas, repitiendo en 'Snatch. Cerdos y diamantes' y 'RocknRolla', pero el germen se encontraba en 'Lock & Stock', que desprendía con fuerza la inimitable esencia de su director. Aunque característica de Ritchie, esa personalidad ha impregnado a su colega Matthew Vaughn, por lo que no podemos hacer otra cosa que celebrar la genialidad que contiene 'Lock & Stock', a pesar de que Ritchie ya no exhiba con tanta habilidad ese ir y venir de apasionantes personajes.
'Magical Girl'
La representación española llega de la mano de Carlos Vermut, que hace dos años nos sobrecogió y fascinó con una película que tendría que haber destrozado todos los complejos que el público de este país tiene sobre su cine. Desgraciadamente, a 'Magical Girl' en las salas le faltó eso, el público. Pero aquellos que la hemos vivido en nuestras carnes, porque la perversa mente de Vermut nos la ha grabado con llamas de talento, no nos podemos olvidar de ella. La venganza y el misterio van de la mano de unos personajes hipnóticos que, desde una primera secuencia inquietante, no dejan de sorprendernos y de avanzar en temibles direcciones. Junto a 'Gente en sitios' de Juan Cavestany, 'Magical Girl' se sitúa como uno de los retratos más certeros de la España en crisis, prestando especial atención a los recortes educativos y a las situaciones extremas.
'Magnolia'
Si hablamos de repartos perfectos, 'Magnolia' es la gran triunfadora. Paul Thomas Anderson firmó su 'Short Cuts' particular con ese imponente drama en el que cada una de sus historias servían de reflexión sobre la humanidad, que no es poco. Tales son las similitudes con la cinta de Altman que en el desenlace también impacta ese "desastre natural", que en este caso se ha convertido en uno de los momentos más inesperados del cine. En esa secuencia la música también juega un papel fundamental, marcando una línea empleada desde entonces por todo el mundo de recurrir a una canción como hilo entre diversas historias paralelas. Pero ante todo, lo más imponente es la capacidad de Anderson de extraer el drama y la comedia de lo ridículo y de lo más crudo.
'Pulp Fiction'
Para muchos una de las mejores películas de la historia del cine. Quentin Tarantino ha jugado desde el comienzo de su carrera con todas las posibilidades narrativas, invirtiéndolas, manipulándolas y haciendo lo que ha querido. En 'Pulp Fiction' cuadra el círculo y da forma a una estructura narrativa practicamente perfecta, con un repertorio de personajes inolvidables, desde los que tienen mayor presencia en pantalla a los que tan solo aparecen en una secuencia para contar una historia de un reloj introducido en un ano. Una genialidad que ya es parte imprescindible de la cultura popular, y en la que las conexiones entre los personajes son de los más entretenido.
'Noche en la Tierra'
Regresando al mundo del automóvil, en la década anterior a 'Ten', Jim Jarmusch ya había recurrido a los coches para contar cinco adictivas historias. Los taxis, la noche y el humo del tabaco eran su punto en común. 'Noche en la Tierra' recorría nuestro planeta saltando por diferentes husos horarios y continentes, desde Los Angeles hasta Helsinki. Cada una de las historias cuenta con personajes totalmente diferentes, que exponen el racismo a diferentes niveles, los secretos más profundos de algunos de los individuos y el inviolable carácter de esa joven aspirante a mecánica que rechaza ser una estrella de cine. Todo un crisol de emociones, que van desde el puro drama de los finlandeses a la desternillante comedia de Roberto Benigni.
'Babel'
Por último, el cierre de la trilogía de las historias cruzadas de Alejandro González Iñárritu. El ya consagrado realizador mexicano estrenaba hace diez años su trabajo más ambicioso hasta el momento, metiéndose de lleno en los dramas de frontera, de escasez de recursos en países lejanos a Occidente y de las complejidades internas de un traumatizado personaje femenino en Oriente. Otro recorrido a nivel global en el que se arrostra un choque de culturas y de emociones ante el que es imposible quedarse indiferente. Al igual que el resto de sus compañeros en esta lista, Iñárritu refleja la universalidad de unos personajes nativos de diversas localizaciones, pero que enfrentados físicamente o por el montaje parecen comprenderse de una forma todavía por descubrir en la vida real.
