El 3 de septiembre de 2008 llegó a la cadena norteamericana FX 'Hijos de la Anarquía', una serie ambiciosa centrada en el club de moteros de un pequeño pueblo ficticio del norte de California llamado Charming. La ficción creada y producida por Kurt Sutter tuvo una gran acogida y ya en su primera temporada se convirtió en la más vista del canal desde 'Rescue Me' (2004-2011). Violencia, guerras entre bandas, crimen organizado y luchas de poder internas, fueron las bases que hicieron que 'Hijos de la anarquía' tuviese el éxito que tuvo, llegando a ser considerada una serie de culto para muchos espectadores.
Charlie Hunnam fue el actor encargado de meterse en la piel de Jackson "Jax" Teller, el gran protagonista de la ficción de Sutter. El trabajo del británico fue impecable y Jax es sin duda uno de los mejores y más carismáticos personajes que se han podido ver en televisión a lo largo de esta última década. Una persona criada en un ambiente violento desde niño que aprendió a vivir en él. Jax es violento, en ocasiones retorcido y siempre hace lo que es necesario por su familia y por su club. Pero a la vez el joven Teller también tiene buen corazón, intenta hacer las cosas bien, es muy inteligente y es extremadamente leal. A lo largo de toda la serie vemos una lucha interna en él entre lo que está bien y lo que está mal. Y eso es precisamente lo que le hace un personaje tan interesante que durante siete temporadas fue capaz de ser el centro neurálgico de la ficción.
Pero no solo Jax destacó entre los Hijos de la Anarquía. Ron Perlman como Clay Morrow fue otra de las claves de la serie gracias a su peculiar carácter, por ser implacable siempre y por su relación de amor-odio con Jax. Katey Sagal como Gemma Teller, la madre de Jax y la matriarca del club; Maggie Siff como la doctora Tara Knowles o Tommy Flanagan como Filip "Chibs" Telford también fueron personajes destacados a lo largo de la serie. En definitiva, un drama criminal muy personal que siempre recordaremos. Este 4 de septiembre llegará a la televisión estadounidense 'Mayans M.C.', el spin off con el que FX y Sutter esperan volver a repetir el éxito que tuvieron con los Hijos. Pero mientras vemos si está a la altura, os dejamos con los 10 mejores momentos de 'Hijos de la anarquía'. Y ya os avisamos que habrá spoilers por un tubo, así que si aún no habéis visto la serie, vedla y después os pasáis por aquí. ¿Echáis de menos alguna escena?
Los mejores momentos de 'Hijos de la anarquía'
Jax se convierte en el Presidente de SAMCRO
Tras cuatro temporadas en las que como vicepresidente siempre demostró ser el miembro más inteligente y capaz de la banda de moteros, Jax Teller asumió por fin la presidencia en el último capítulo de la cuarta temporada. Un momento que los espectadores llevábamos mucho tiempo soñando y que Kurt Sutter supo plasmar a las mil maravillas. En la secuencia podemos ver a Jax en la mesa sentado en la silla del presidente que siempre había ocupado Clay y que un día también ocupó su padre. Ver a Tara apoyándole tras él, tal y como hizo Gemma con el padre de Jax en el pasado, fue una idea fantástica ya que representaba el cambio de rumbo que tendría la serie a partir de ese momento.
La muerte de Opie
La muerte de Opie Winston fue sin duda una de las muertes más dolorosas de la serie. El impacto de su fallecimiento fue tal por ser quien era (uno de los personajes más queridos de la ficción y el mejor amigo de Jax desde niños), pero sobre todo por la manera en la que murió. La escena es de lo más brutal que se ha visto nunca en 'Sons of Anarchy' (y es decir). Opie peleando por su vida contra varios presos mientras Jax, Tig y Chibs solo pueden contemplar la dramática escena por un cristal. Los espeluznantes gritos y llantos de los moteros mientras mataban a su amigo y hermano con un golpe seco en la cabeza, siempre estarán en la memoria de todos los fans de la serie. Una escena brutal.
La pelea entre Jax y Clay
Ya en la primera temporada de la serie se vio el distanciamiento entre Clay Morrow, presidente de los Hijos, y Jax Teller, su vicepresidente. Pero no fue hasta la segunda cuando ese roce entre ambos terminó explotando cuando Jax se enteró de que había sido Clay quien había ordenado el asesinato de Opie, en el que finalmente fue Donna, su mujer, la que fue asesinada por error. Durante la primera mitad de temporada pudo verse la tensión entre ambos cada vez que coincidían en pantalla, pero no fue hasta que varios de los Hijos entraron en prisión cuando esa tensión acabó en pelea. Una pelea sangrienta y brutal entre Jax y Clay en la que por fin pudimos ver la rabia acumulada que tenían ambos. Uno de los momentazos de la segunda temporada y de la serie.
El trato falso de Jax con la ATF
Durante la tercera temporada vimos como Jax y el club reaccionaron ante el secuestro de Abel y como acabaron recuperando al niño. Mientras tanto también vimos como la ATF y la agente Stahl intentaron aprovecharse de ese secuestro para poder atrapar a miembros importantes del IRA y a los propios Hijos. Para ello Stahl convenció a Jax de hacer un trato en el que los Hijos saldrían casi impunes. El momento el que en el último episodio de la temporada Stahl delata a Jax delante de todos los Hijos fue un jarro de agua fría. Ver como Jax era insultado y amenazado por sus amigos y hermanos de SAMCRO nos dejó a todos boquiabiertos y expectantes. Pero el giro que nos tenía preparado Kurt Sutter fue increíble. La realidad fue que Jax le había contado a toda la banda que había hecho un trato con Stahl y que todo era un plan para que el club saliese limpio de la acusación y matar a Jimmy O'Phelan y a la agente Stahl. El momento en el que todos empiezan a reírse en la furgoneta mientras van a la cárcel y Opie, Chips y el resto de miembros del club matan a Stahl y O'Phelan es absolutamente maravilloso. De lo mejor que nos ha dejado la serie sin duda.
La muerte de Jax
El final de la serie y de Jax Teller fue triste y dramático, pero a la vez fue el mejor final que podía tener 'Hijos de la anarquía' y un personaje del calado de Jax. Tras haber enterrado a su mujer, haber matado a su propia madre y comportarse durante demasiado tiempo como un animal, Jax se dio cuenta de que jamás podría tener una vida normal y decide acabar con todo y atar todos los cabos sueltos que le quedaban. Una vez ha dejado al club en una posición inmejorable, acabando con la vida de Marks y Barosky, sus grandes amenazas, deja a sus dos hijos al cuidado de su ex mujer y de Nero y se prepara para su final. Un gran final para él y para todos los fans, ya que decide coger la moto de su padre mientras le persigue la policía para estrellarse contra un camión y suicidarse, igual que hizo su propio padre. Una manera perfecta de cerrar el círculo y de dar por acabada a una de las mejores series de los últimos años.
La muerte de Clay
La relación de amor/odio entre Clay y Jax estaba abocada a acabar con uno de los dos muertos. Y, como no, así acabó. Fue en el episodio 11 de la sexta temporada cuando vimos por fin a Jax matar a su padrastro tras varias temporadas deseando hacerlo. La muerte del gran antagonista de Jax durante casi seis temporadas fue un antes y un después para la serie y solo por eso se le considera uno de los mejores momentos de la ficción de Sutter. Además, el plan trazado por Jax para acabar con Clay tras traicionar al club y hacer un trato, fue maravilloso y muy inteligente. Ver como Jax culminaba su venganza matando a Clay fue cerrar por fin ese capítulo y empezar a darle forma al final de la temporada y de la serie.
La muerte de Gemma
Tras asesinar a Tara y ocultárselo a Jax, a la policía y al resto de miembros del club, Gemma sabía que se arriesgaba a tener un final no precisamente feliz si su hijo se acababa enterando. Tras una última temporada en la que Gemma intentó ocultar por todos los medios el asesinato, Jax finalmente acabó enterándose y reaccionó de la peor manera posible. En una escena brutal primero mató a Unser porque intentaba impedir que acabara con su madre y más tarde asesinó a sangre fría a la propia Gemma. Tal y como dijo ella, "pasó lo que debía pasar".
La muerte de Tara
Tara Knowles fue la razón por la que Jax casi abandonó al club de adolescente y la razón por la que estuvo a punto de dejar a los Hijos en varios momentos a lo largo de las siete temporadas que duró la serie. La doctora experimentó mientras tanto un cambio radical y pasó de ser una inocente y correcta doctora a una mujer capaz de enfrentarse de tú a tú ante cualquiera, incluida la propia Gemma. Pero tan lejos llegaron sus problemas con la madre de Jax que en una de las peores discusiones que tuvieron Gemma acabó asesinándola clavándole un tenedor en su cabeza. Una escena muy impactante que siempre recordaremos y que cambió radicalmente el devenir de la serie durante para su séptima temporada.
La venganza contra Pope
Todo empezó cuando Tig acabó por error con la vida de la hija del poderoso mafioso Damon Pope. Pope decidió pagarle con la misma moneada y quemó viva delante de Tig a una de sus hijas. También intentó matar al motero, pero finalmente logró escapar. Por eso se vengó contra los Hijos y consiguió que entraran en prisión, donde sobornando a guardias y al alcaide logró matar a uno de los hijos. Opie fue el personaje que murió. Desde entonces, Jax intentó hacer negocios con Pope mientras se acercaba a él y le prometía que cuando ya no necesitara a Tig para fortalecer su posición de presidente se lo entregaría y podría matarlo.
En el último episodio de la quinta temporada es cuando Jax le entrega a Tig a Pope para que lo ejecute. O al menos eso parecía, porque en otro giro maravilloso de guión, Jax consiguió engañar a Pope y a todos nosotros traicionándole en el último momento, matando a todos sus hombres y dándole finalmente a Tig una pistola para que matara al mafioso y se vengara por la muerte de su hija y la del propio Opie. Un momento cargado de tensión y de giros inesperados que merece tener un puesto en esta lista.
La muerte de Donna
Fue la primera gran muerte que vimos en 'Hijos de la anarquía' y es sin duda de las más dramáticas que se han visto en la serie. La pobre Donna, la mujer de Oppie, estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado y en una escena durísima fue asesinada por Tig por error por orden expresa de Clay. El presidente de los Hijos pensó que Opie era un traidor que había entregado al club a la ATF y a Stahl y decidió matarlo antes de que el caso fuese a mayores. La mala suerte quiso que fuese Donna la que condujese el coche esa fatídica noche en la que Tig la cosió a balazos y acabó con su vida. Las escenas posteriores al asesinato con todos los personajes enterándose de su muerte fueron estremecedoras y también se merecen una mención.