Un año más se va. 2022 se acerca a su fin. Un año de transición, puesto que la pandemia de COVID-19 sigue acechando pero, poco a poco, la normalidad ha comenzado a irrumpir en la sociedad. En el caso de España, desde el 20 de abril, día en el que dejó de ser obligatorio llevar mascarilla en interiores, lo que, sin duda, favoreció a invitar al público a regresar a los cines. Un año en el que la taquilla sigue sin llegar a datos prepandemia, pero que, poco a poco, sigue en ascenso frente a los dos fatídicos años predecesores.
Pero ahora toca solo hablar de cine español. Si hay una frase que ha definido a 2022 es que ha sido catalogado como "el mejor del cine español". Algo que se ha repetido casi como un mantra, especialmente por la presencia mayor de títulos españoles en festivales internacionales, algo que comenzó 'Cerdita' en Sundance y que continuó esplendorosamente 'Alcarràs', alzándose con el Oso de Oro de la Berlinale y que dio pistoletazo a un año en el que el cine español ha vivido también esa búsqueda de recuperar la conexión con el público.
Algo que se ha logrado a medias. Según datos provisionales del Ministerio de Cultura y Deporte, a fecha del 18 de diciembre, las películas de producción española han recaudado 79.625.599 de euros y ha logrado reunir a 13.286.558 espectadores. Quedan un par de semanas para cerrar el año, lo que implica que la recaudación puede ascender a los 80 millones. Una cifra muy superior a la vista en 2021 -el peor año de recaudación en la historia del cine español-, que se quedó en 42.309.484 millones de euros (casi la mitad de lo obtenido en 2022) y solo 7.107.930 espectadores; o lo obtenido en 2020, el año del estallido de la pandemia y con los cines cerrados durante tres meses, en el que hubo 43.052.242 millones de euros acumulados y 7.379.125 espectadores fueron a las salas.
A pesar de la subida, 2022 se sigue quedando lejos de 2019, cuando el cine español rozó los 100 millones de euros de recaudación con 94.115.228 y 16.050.136 espectadores y eso que fue considerado un año malo, dado que se bajó de la cifra psicológica de los 100 millones, algo que no sucedía desde 2013. Pero hay mirar el lado positivo, el cine español logra casi el doble de recaudación frente a 2021 y tiene visos de seguir en recuperación.
Y es ahí donde entran en escena las propuesta. Este 2022, el cine español ha tenido títulos que han llevado tanto al público comercial como el de autor. Con películas como 'Padre no hay más que uno 3', 'Tadeo Jones 3: La tabla esmeralda' o 'Los renglones torcidos de Dios' dominando la taquilla; el cine independiente sacó músculo con 'Alcarràs', 'Cinco lobitos', 'Modelo 77', 'La vida padre' o 'As bestas', esta última triunfando aún en salas y con la mirada ya puesta en la temporada de premios, que pueden alargar más su éxito y convertirse en una de las más taquilleras de Rodrigo Sorogoyen.
Coge oxígeno en taquilla y gana presencia en festivales internacionales
Junto con la recuperación lenta pero segura de la taquilla, el cine español ha hecho sus deberes en cuanto a presencia en festivales internacionales, pues junto con 'Alcarràs', compitió en la Selección Oficial de Berlín 'Un año, una noche' y pudo verse en la sección Panorama 'Cinco lobitos', que posteriormente se alzó con la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga.
En Cannes se contó con la presencia de Rodrigo Sorogoyen con 'As bestas' y José Luis López-Linares con 'Goya, el ojo que escucha' en Cannes Premières y de Elena López Riera con 'El agua' en la Quincena de Realizadores. En Locarno, se pudo ver 'Matadero', coproducción entre Argentina, España y Francia. En Karlovy Vary, 'Tenéis que venir a verla', de Jonás Trueba, se llevó el Premio Especial del Jurado de la Selección Oficial; mientras que Eduardo Casanova, con 'La piedad', se llevó el mismo galardón en la sección Próxima.
Por otro lado, el Festival de San Sebastián volvió a ser ese gran certamen internacional en el que el cine español se visibiliza más, con 'Modelo 77', de Alberto Rodríguez; 'La maternal', de Pilar Palomero; 'La consagración de la primavera', de Fernando Franco; 'Girasoles silvestres', de Jaime Rosales; y 'Suro', de Mikel Gurrea. Eso sin mencionar que también pudieron verse 'El techo amarillo', de Isabel Coixet; 'Los renglones torcidos de Dios', de Oriol Paulo; 'Rainbow', de Paco León; 'Sintiéndolo mucho', de Fernando León de Aranoa; y 'Black is Beltza II: Ainhoa', de Fermín Muguruza. Mención también para la irrupción de 'Mantícora' en el Festival de Toronto.
Con 2022 convertido en el año del inicio de la remontada, queda por ver cómo será 2023. De momento, toca hacer un repaso a las mejores películas estrenadas en este año que va llegando a su fin. Una cosecha con la que la industria española saca músculo como la cuarta industria más importante del panorama europeo. Por ello, aquí van los diez títulos imprescindibles de este 2022.
Las 10 mejores películas españolas de 2022
Menciones especiales
Antes de entrar de lleno en el top 10, toca hacer un breve repaso a las Menciones Especiales, aquellas películas que bien merecen un reconocimiento a pesar de 'quedarse a las puertas'. Con un 2022 considerado como "el mejor año del cine español", era imposible no dar un reconocimiento a los títulos que han estado a punto de llegar a la cúspide. Es el caso del fabuloso drama 'El color del cielo', ópera prima de Joan-Marc Zapata; '42 segundos', el fabuloso drama deportivo inspirado en la hazaña del equipo de waterpolo español en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 dirigido por Àlex Murrull y Dani de la Orden; 'Girasoles silvestres', el regreso de Jaime Rosales al drama social; 'Emilia', el magnífico homenaje documental a Pardo Bazán que realizó Miguel Ángel Calvo Buttini; 'A las mujeres de España. María Lejárraga', otro excepcional film documental sobre la histórica feminista que dirigió Laura Hojman.
También destacaron 'El agua', la ópera prima de Elena López Riera; 'Los renglones torcidos de Dios', un nuevo éxito comercial y de prestigio de Oriol Paulo; 'Tadeo Jones 3: La tabla esmeralda', el regreso triunfal de la saga de animación de Enrique Gato; 'Vasil', la intimistas y preciosa ópera prima de Avelina Prat, y 'Tenéis que venir a verla', un nuevo logro cinematográfico de Jonás Trueba.
'Cerdita' (Carlota Pereda)
2022 ha sido especialmente fructífero en lo referente a óperas primas, dos de ellas forman parte de este top 10. La primera de ellas es 'Cerdita', el atrevido trabajo de Carlota Pereda, con el que expandía la premisa planteada en su aplaudido cortometraje, con el que se llevó el Goya y el Forqué en 2018. Un relato de terror radical en el que el depredador mete en un juego perverso a una víctima que termina viviendo convertido en verdugo a su pesar.
Pereda realiza un retrato nada complaciente de cómo la vida puede convertirse en un infierno cuando se vive en un pueblo, en el que todo el mundo se conoce, especialmente cuando se tiene un cuerpo fuera de las convenciones sociales. Pereda aleja cualquier mirada victimista de una protagonista compleja que encarna con fiereza Laura Galán -favorita al Goya a la mejor actriz revelación-. Un terrorífico ejercicio de humor negro con el que la cineasta expone todas las viles ramificaciones que esconde el acoso y cómo este torna en ponzoña cualquier sentimiento. Obra atrevida, sublime, de una cineasta que, sin duda, aspira a romper varios esquemas.
'Modelo 77' (Alberto Rodríguez)
Alberto Rodríguez realiza un incómodo ejercicio de mirada histórica con su propuesta, que ahonda más en los espacios grises que tuvo la Transición española, la cual no llegó de la misma manera a todos los ámbitos de la sociedad. Lo hace con un soberbio drama histórico que comienza siendo un retrato social de la España de los 70 para terminar derivando en un drama carcelario que bebe de clásicos como 'Fuga de Alcatraz' o 'Cadena perpetua', especialmente en lo relacionado a las duras condiciones que padecen los presos y en cómo la lucha por la obtención termina derivando en fugas al más puro estilo 'sálvese quién pueda'.
'Modelo 77' es un espléndido drama carcelario y un incómodo regreso al pasado, con el que el cineasta pone el foco en los momentos más oscuros de la Transición, a la que no pone en entredicho, pero sí que invita a mirarla de una manera mucho más realista. Una vuelta también a los orígenes, al ser un thriller con espíritu de cine quinqui, como '7 vírgenes', en los que pone el foco en esa España de los abandonados. Una sublime propuesta que se ha ganado su pleno derecho a formar parte de las diez imprescindibles.
'El techo amarillo' (Isabel Coixet)
Premio TVE Otra Mirada en el 70 Festival de San Sebastián y nominada al Goya y al Gaudí al mejor film documental, donde se mostró en Sección Oficial fuera de concurso, 'El techo amarillo' es uno de los trabajos más comprometidos de Isabel Coixet, quien volvió al documental para narrar el caso del Aula de Teatro de Lérida, pues en el año 2018, nueve antiguas alumnas de la institución denunciaron los abusos sexuales que vivieron por parte del profesor y director del centro, Antonio Gómez. El caso se archivó porque los crímenes habían prescrito, a pesar de que la fiscalía vio indicios de delito.
Coixet dirige con solemnidad, emoción, respeto y sobriedad los testimonios de las víctimas que han decidido hablar frente a las cámaras. La cineasta realiza un ejercicio de montaje magistral, dividiendo el filme en nueve episodios, en los que enlaza los testimonios de las mujeres que han querido alzar la voz contra la impunidad. Un largometraje valiente, que vuelve a recordar cómo el cine puede ser un importante factor de agente social
'Un año, una noche' (Isaki Lacuesta)
Isaki Lacuesta volvió a la gran pantalla con 'Un año, una noche', proyectada en la Selección Oficial del Festival de Berlín y nominada a tres Premios Goya. El cineasta catalán con raíces vascas adapta 'Paz, Amor y Death Metal', el libro de memorias de Ramón González Gutiérrez, superviviente del atentado en París en la sala Bataclán y otros lugares de la capital francesa, el viernes 13 de noviembre de 2015, en el que murieron 137 personas, 90 de ellas en el concierto de Eagles of Death Metal. El film, más que el atentado en sí, muestra las consecuencias en la pareja protagonista, formada por Nahuel Pérez Biscayart y Noémie Merlant.
Es ese enfoque lo que permite ver un relato íntimo en el que los protagonistas se enfrentan a las consecuencias de haber vivido una experiencia traumática, lo que conlleva a remordimientos, un terrible peso interior y, por supuesto, estrés postraumático. Lacuesta narra con suma dedicación el proceso de reparación de los protagonistas, los cuales derrochan química en un film que vuelve a recordar el poder del cineasta a la hora de filmar sensaciones que provocan que el público se sienta voyeur.
'Unicorn Wars' (Alberto Vázquez)
2022 ha sido también un buen año para la animación española. Su ejemplo más representativo es 'Unicorn Wars', con la que Alberto Vázquez ha vuelto a deslumbrar tras la magistral 'Psiconautas, los niños olvidados'. El realizador vuelve a utilizar la estética Cartoon, propia de los filmes familiares y pensados para los más pequeños para un relato oscuro, tenebroso y con cierto toque perverso. Aquí, entra lo fascinante de deformar lo adorable en terrorífico y mostrar el lado más espeluznante de lo aparentemente encantador
Con una sonrisa de melaza y corazoncitos, los ositos muestra su lado más cruel, degollando unicornios, bebiéndose su sangre o devorando a lindos gusiluz de arcoíris, en una secuencia más psicodélica de la que pudo verse en la icónica 'Dumbo' con los elefantes rosas y mucho más siniestra. Si Stanley Kubrick con 'La chaqueta metálica' o Francis Ford Coppola con 'Apocalypse Now' hubieran dirigido sus filmes bajo el premisa de la factoría Disney, probablemente, hubiesen concebido una película así.
'Mantícora' (Carlos Vermut)
Un año más, Carlos Vermut vuelve a erigirse como uno de los cineastas más personales y más polémicos de la industria española. 'Mantícora', mostrada en el Festival de Toronto y en el de Sitges, expone a un protagonista que, poco a poco, va mostrando su auténtico rostro. Se trata de un exitoso diseñador de videojuegos (interpretado por Nacho Sánchez, que puede dar la sorpresa en los Goya), que vive como un misántropo. Su carácter retraído irá mostrando su auténtica personalidad, en la que se esconde un monstruo depravado.
Vermut ya advierte con el título de su largometraje, metafórico y que atrae por lo enigmático que resulta. El realizador vuelve a demostrar ser un maestro a la hora de enfrentarse a proyectos incómodos, con una premisa controvertida, que no duda en abordar desde una perspectiva en la que se limita a exponer al protagonista frente a un espejo, en el que se reflejan sus más peligrosos demonios. Su proyecto más atrevido hasta el momento, que vuelve a demostrar que la mirada de Vermut es una de las más fascinantes y aterradoras del cine independiente español.
'La maternal' (Pilar Palomero)
Tras debutar por la puerta grande con 'Las niñas', alzándose con el Goya a la mejor película, Pilar Palomero realizó un cambio de tercio con 'La maternal', film que se llevó la Concha de Plata a la mejor actriz para su joven protagonista, Carla Quílez, y que aspira a tres Premios Goya. La realizadora zaragozana huye de lo autorreferencial para realizar una película que se enlaza más con la mirada propia del drama de denuncia social. La cinta narra cómo una adolescente de 14 años se queda embarazada de su mejor amigo y cómo es ayudada por un centro para madres adolescentes, que la acogen y le ayudan en sus primeros meses como progenitora.
Palomero expone una realidad incómoda, a la que no se suele mirar. La cineasta derrumba cualquier prejuicio preestablecido sobre las madres adolescentes y busca exponer la poliédrica realidad de cada una de las jóvenes del centro, con su protagonista como voz cantante. Palomero se encuentra con un estilo de cine que bien podría estar emparentado con el de Sean Baker, aunque con el pulso europeo propio de los Dardenne o Robert Guédiguian. Una de las joyas de este 2022.
'Alcarràs' (Carla Simón)
Fue Carla Simón la primer que alcanzó la cumbre este año, con su Oso de Oro en el Festival de Berlín por 'Alcarràs'. Un homenaje pleno a la vocación rural y a cómo esta corre peligro de desaparecer. La cinta narra la vida de la familia Solé, la cual tiene una gran extensión de cultivo de melocotoneros en el pequeño pueblo de Alcarrás, situado en la zona rural de la provincia de Lérida, en Cataluña. Una manera artesanal, ancestral, de concebir los lazos con la naturaleza, que ha pasado de generación en generación y que, en el film, amenaza con extinguirse, al ser la cosecha que se ve en la cinta, posiblemente la última.
Simón vuelve a hacer alarde un naturalismo que asusta y vuelve a mostrar sus virtudes como cineasta autorreferencial, con un canto de amor a lo rural y a una forma muy concreta de entender la vida. La realizadora demuestra su poder de crear desde local y un relato con mirada universal, aunado en que se apoya en intérpretes no profesionales acercan el estilo de la catalana a una mirada que va a caballo entre la ficción y la no ficción. Un film que abrió la temporada de un año esplendoroso para el cine español en materia de presencia dentro del circuito de festivales internacionales.
'Cinco lobitos' (Alauda Ruiz de Azúa)
La otra gran ópera prima de este 2022 es 'Cinco lobitos', la estupenda ganadora del Festival de Málaga, donde arrasó con cinco galardones, incluyendo la Biznaga de Oro. El debut de Alauda Ruiz de Azúa es un canto a los lazos familiares y cómo estos permanecen por generaciones. Pone en primera línea a una joven, encarnada por una excepcional Laia Costa (favorita al Goya), treintañera, periodista de profesión, que acaba de tener a su primer hijo y que debe lidiar con los problemas propios de la conciliación, dado que su marido ha tenido que interrumpir su baja por paternidad al surgirle un trabajo de última hora (al ser sonidista en teatro, está en una situación en la que no puede decir que no).
Ruiz de Azúa narra un film que trae lo cotidiano, lo diario como el otro gran protagonista, con la periodista volviendo a casa de sus padres para afrontar su recién estrenada maternidad. La cineasta huye del retrato idealizado de los abuelos, exponiendo un matrimonio mucho más complejo y lleno de secretos, rompiendo también el tabú relacionado con la vida sentimental de los ancianos. La realizadora sabe crear papeles femeninos poliédricos, especialmente en el caso de la matriarca encarada por Susi Sánchez, cuyo gesto impertérrito esconde una historia que bien daba otra película. Film que homenajea a la familia desde lo concreto y reivindica los lazos entre madres e hijas, como también denuncia cómo siguen siendo las mujeres las principales perjudicadas en material laboral a la hora de tener hijos. Uno de los grandes descubrimientos del año.
'As bestas' (Rodrigo Sorogoyen)
No podía ser otra la que coronase el ranking. Rodrigo Sorogoyen dirige este hipnótico thriller rural, de carácter agreste, que rompe con esa imagen bucólica e idealizada del campo que tiene la mente urbanita. Desde su revelador prólogo, el filme se convierte en el retrato del lado más brutal del ser humano, en una propuesta en la que los instintos más primitivos de sus protagonistas masculinos configuran una atmósfera de violencia que va en constante in crescendo y culmina en una explosión de furia que sorprende con un giro inesperado y muy propio del cineasta madrileño y de Isabel Peña, su leal escudera en el guion, demostrando ser uno de los mejores tándems que tiene el cine español.
'As bestas' rompe cualquier movimiento predecible, al cambiar de tercio en un momento del metraje de la cinta, poniendo a su protagonista femenina en primera línea, volviéndose el film mucho más sibilino y pausado. Lejos de crear un perfil arquetípico, Sorogoyen y Peña consiguen mantener esa atmósfera de odio velado, solo que transformado en un relato antagónico hipnótico que logra traspasar esa furia y reflejar el espíritu de resistencia de su protagonista femenina y de cómo la irrupción de las mujeres en el conflicto provoca un desenlace inesperado. Una obra maestra, el mejor ejercicio cinematográfico de un año primoroso.