Hay creadores que, pese a que conozcas y ames profundamente la práctica totalidad de su obra, imponen de una manera especialmente contundente. Y está claro que Ingmar Bergman es uno de ellos. ¿La razón principal? Bien sencilla: hablamos de uno de los guionistas y directores más extraordinarios de la historia del séptimo arte.
Y también de uno de los más influyentes, respetados, celebrados y admirados de forma casi unánime por un mundo del cine que encuentra en su impresionante legado un tesoro artístico de valor incalculable. Nadie ha mirado, callado, rozado, golpeado y acariciado la pantalla con la fuerza de Bergman. No hubo nadie igual antes. No ha habido nadie que haya rozado sus talones todavía. Y cuesta imaginar que alguien lo logré en el futuro.
Por eso, resumir su extensa y magnífica filmografía en diez únicos títulos parece una misión tan imposible como injusta, pero aquí estamos, regresando a la belleza inagotable de un conjunto de obras maestras sin fecha de caducidad. Podrían ser otras diez, es lo que tiene ser un genio de semejantes dimensiones, pero está claro que cualquiera de estas propuestas sirven a la perfección para subrayar la grandeza incalculable de este genio irrepetible.
Las películas esenciales de Ingmar Bergman
'Fresas salvajes'
'Fresas salvajes' es una película que es incapaz de envejecer por que no entiende de relojes, calendarios, prisas ni pausas. Siempre aparece en el momento correcto, la situación idónea, rodeada de los elementos perfectos. Si la ves por primera vez, necesitarás tiempo para sobreponerte del impacto, para intentar descifrar todos sus secretos, incluso aquellos que se abrazan a la evidencia. Si repites su visionado, te darás cuenta de que siempre hay algo más, que cada diálogo tiene un sentido, que cada escena se dirige con contundencia a una meta marcada por la reflexión y el debate. Una obra maestra absoluta.
'Un Verano con Mónica'
Cada una de las piezas de esta inolvidable 'Un Verano con Mónica' está bañada en la más sutil y delicada de las melancolías. Cada latido que ofrece este monumento cinematográfico de Ingmar Bergman, elevado definitivamente a las alturas del infinito por Harriet Andersson y Lars Ekborg, conmueve con una aplastante sencillez, que no simpleza, de arrebatador eco poético. El sonido del mar, la luz del sol, el peso de los recuerdos, las miradas que gritan. Una preciosa película incapaz de adquirir óxido en sus versos.
'El séptimo sello'
'El séptimo sello' es inalcanzable. A todos los niveles. En el mejor de los casos, puede que roces con la punta de los dedos la intensidad, la profundidad y la complejidad de la obra maestra incontestable que ese director único e imprescindible, digamos sin miedo superdotado, llamado Ingmar Bergman regaló a la humanidad en 1957. Una fecha demasiado lejana en el tiempo para corresponder a una película que continúa muy avanzada a su tiempo, a millones de kilómetros de distancia. Y no, no es el clásico familiar que ha aguantado de forma ejemplar el paso del tiempo, se trata de una de las propuestas más exigentes e hipnóticas de la historia del cine.
'Secretos de un matrimonio'
Liv Ullman y Erland Josephson queriéndose, odiándose, perdonándose, reencontrándose, perdiéndose, riéndose, observándose, enloqueciéndose, gritándose, besándose, descubriéndose. Y la mirada de Ingmar Bergman ubicada siempre a la distancia exacta, con el roce idóneo y los tiempos ajustados al suspiro. 'Secretos de un matrimonio' es una mirilla transformada en ventana abierta y espejo. Una obra maestra de inicio a fin.
'El manantial de la doncella'
Justa ganadora del Oscar a Mejor película de habla no inglesa en la edición de 1960, 'El manantial de la doncella' es una de las grandes demostraciones de la capacidad de Ingmar Bergman para lograr algo realmente parecido a la escena perfecta. Profunda en su argumento, compleja en sus debates, apasionante en su reflexión e impactante en muchas de sus conclusiones, esta obra de arte encuentra en la dirección del cineasta sueco la más deslumbrante de sus (muchas) virtudes. Una película que atraviesa la mirada y se instala de manera definitiva en el corazón y la cabeza.
'Como en un espejo'
Impresionante desde sus primeros compases hasta su conmovedor desenlace, 'Como en un espejo' nos muestra a un Ingmar Bergman repleto de madurez, sabiduría e inspiración. Una historia tremenda que se sostiene sobre la extraordinaria mirada del cineasta y se termina de redondear en un conjunto de interpretaciones realmente memorables, destacando el deslumbrante trabajo, una vez más, de Harriet Andersson. Una maravillosa obra que cala hasta los huesos y cuyo recuerdo nunca te abandona. Otra pieza fundamental dentro de la carrera de Bergman.
'La vergüenza'
Una de las películas antibélicas más crudas, penetrantes, dolorosas y poéticas jamás rodadas. 'La vergüenza' es cine en estado puro, arte en constante movimiento, incluso cuando el silencio o la pausa toman el control. Es Ingmar Bergman componiendo imágenes de valor incalculable. Es Liv Ullman entregando una de las mejores interpretaciones de su extraordinaria trayectoria. Es dolor y perdón. Es belleza y sangre. Es grito ensordecedor y conmovedores rostros en soledad. Una película tan demoledora como imprescindible.
'Persona'
Hermética e indescifrable. Memorable y poética. Arriesgada e innovadora. Influyente e imprescindible. 'Persona', la obra más desafiante de ese Ingmar Bergman, sigue siendo uno de los misterios más apasionantes de la historia del cine moderno, inquebrantable en sus aspiraciones de alentar a generaciones de espectadores hacia un debate interminable producido por una sucesión de escenas de inagotable poder de seducción.
Liv Ullmann y Bibi Andersson, inmensas en su dolorosa belleza, perdidas en un mundo de máscaras y sangre, desprecio y ambición, son el rostro y las heridas. Bergman, siempre alerta, el motor de un vehículo imparable hacia la eternidad. Hipnotizarse con ella es inevitable, asistiendo boquiabierto a una demostración de cine en toda regla que se clava en la piel y termina desgarrando. La grandeza de lo inexplicable. Y la belleza de seguir sin encontrar la clave.
'Fanny y Alexander'
¿Puede hacerse corta una película de casi 200 minutos de duración? La respuesta, en casos como el que nos ocupa, es un sí rotundo. Y es que, de inicio a fin, no hay momento en esta grandiosa 'Fanny y Alexander' que no deslumbre por su belleza y capacidad para fascinar desde el detalle más mínimo. Película rotunda a nivel formal y vibrante en la cantidad de temas que trata en un guion bañado en oro, la última obra maestra incontestable de la carrera de Ingmar Bergman es una experiencia cinematográfica que merece la pena ser vivida. Y recordada.
'Sonata de otoño'
Solamente por el inconmensurable trabajo de Ingrid Bergman y Liv Ullman en las que bien podrían ser las interpretaciones más redondas de sus respectivas trayectorias, casi nada, 'Sonata de otoño' ya merece con creces un lugar entre lo más destacado del cine de Ingmar Bergman. Pero es que, además, estamos ante una película excelsa en el resto de elementos que la componen, de duración perfectamente ajustada, atmósfera cautivadora y planos que impactan y golpean con la fuerza y determinación del mejor cine. Una película incontestable. Un hallazgo. Un clásico absoluto.
