Sus películas serán mejores o peores, pero lo que está claro es que Sacha Baron Cohen lo da todo por ellas. La vergüenza no está en su diccionario y tras mostrarse como 'Borat' o 'Bruno', su insistencia por acudir a los Oscar 2012 hacía preveer una aparición inolvidable.
El General Aladeen, al que conoceremos el próximo 18 de mayo, llegó a la preciada alfombra roja ataviado con su uniforme oficial y acompañado por dos de sus esculturales "ayudantes". Allí todos querían hablar con el protagonista de 'El dictador', arriesgándose a ser la víctima de su estelar intervención. El conejillo de indias no fue otro que Ryan Seacrest, uno de los "guapos" oficiales de la televisión americana.
Esparciendo las cenizas de Kim Jong-il
Aladeen se acercó al micrófono de Seacrest con las supuestas cenizas del fallecido Kim Jong-il, asegurando que era el sueño de su colega acudir a los Oscar. Con su uniforme firmado por John Galliano, cómo no, esparció las cenizas de su querido amigo sobre el impecable traje de Seacrest. Rápidamente la seguridad del evento alejó a Baron Cohen del presentador, a pesar de sus vanos intentos por ganar algunos minutos más frente a las cámaras.
¿Sinvergüenza o genio?