El pasado domingo la película francesa 'The artist' se alzaba como triunfadora en los premios Oscar que otorga la Academia de cine de Estados Unidos, al obtener cinco premios: mejor película, mejor director, mejor actor, mejor banda sonora y mejor vestuario. Desde su estreno en Cannes, el film había sido muy elogiado por crítica y público, pero pocos podían pensar tras su estreno en la Croisette, que un film mudo, europeo y en blanco y negro, tuviese potencial para competir por las doradas estatuillas. Sin embargo, sí hubo quien desde el principio vio esa opción.
Y es que la empresa 'The Weinstein Company', propiedad de los hermanos Bob y Harvey Weinstein se apresuró a adquirir los derechos para la distribución en Norteamérica de la cinta de Michel Hazanavicius, hasta lograr incluirla en la carrera por los premios de la industria con un excelente resultado final que, además de los propios galardones, reporta unas excelentes e inesperadas cifras comerciales para un producto de estas característas.
Miramax: los orígenes
Para el cinéfilo conocedor de los entresijos de la industria y del funcionamiento de los premios, será muy familiar el apellido Weinstein. Fundadores a finales de los 70 de la compañía Miramax (que obtiene su nombre de la fusión de Miriam y Max, padres de Bob y Harvey), que comenzó como distribuidora de películas independientes (especialmente europeas) en Estados Unidos. La primera película que estrenó Miramax fue el film sobre el recital de los Monty Python 'The Secret Policeman's Other Ball' en 1982.
A finales de los 80, la compañía comenzó también a producir films, poniendo de moda el mito del 'cine indie' que lanzó a las carteleras a cineastas como Steven Soderbergh, Kevin Smith o Quentin Tarantino. Eran productos de autor que no perdían de vista al espectador: se trataba de construir proyectos con sello personal, que no dejaran de ser atractivos para un público mayoritario al que su aire 'independiente' pudiera atraer como una marca de prestigio. Durante los años 90, Miramax produjo y distribuyó numerosas películas multipremiadas y extraordinariamente exitosas en taquilla, convirtiéndose en la compañía que lideró la revolución comercial del cine independiente, que hasta entonces limitaba sus estrenos a un número reducido de salas.
En 1993 Miramax fue adquirida por la productora Walt Disney, convirtiéndose en una filial de la misma, y los Weinstein siguieron al frente logrando éxitos del calibre de 'Pulp Fiction', 'El paciente inglés', 'Shakespeare in love' o 'Chicago'. En 2004 los Weinstein son expulsados del estudio por desavenencias con los directivos de Disney. Formarían entonces una nueva compañía bajo el nombre de 'The Weinstein Company', con la que han producido éxitos como 'Malditos bastardos' o 'El discurso del Rey' (y algún sonoro fracaso como 'Nine') y a través de la filial 'Dimension films' han continuado sagas como 'Scream' o 'Spy kids'. Mientras, Miramax sería clausurada por Disney como filial indie por falta de rentabilidad en 2010, para convertirse en un estudio dedicado a la aplicación de tecnología digital. Era el fin de un mito.
Campañas agresivas
Hasta aquí sus indudables méritos, pero los hermanos Weinstein han sido también objeto de numerosas críticas por lo agresivo de sus campañas promocionales a la hora de competir por los premios de la industria, llegando a ser acusados de compra de votos y potentes estrategias de presión a los académicos. Se ha hablado de proyecciones de sus films en la residencia de retiro de académicos de avanzada edad, fiestas privadas en las que las relaciones públicas y los obsequios jugaban sus cartas y otros trapicheos con el objetivo único de acaparar premios que potenciaran el atractivo comercial de sus films, tretas descritas por Peter Biskind en el libro 'Sexo, mentiras y Hollywood' publicado en 2004.
Entre las estrategias consideradas por muchos como juego sucio, se encargaron de poner en marcha una campaña de desprestigio que aseguraba que la productora de 'Slumdog Millionaire' había malpagado y explotado a los niños del film de Danny Boyle, provocando una ola de odio en la India. También sufrió ataques 'Una mente maravillosa', duramente acusada por el departamento de prensa de los Weinstein de falsear y dulcificar la figura de John Nash, ocultando su bisexualidad y sus problemas matrimoniales. Por su parte, para la campaña de promoción para los Oscar de 'Shakespeare enamorado' gastaron cinco millones de dólares, más del doble que la media invertida por un gran estudio en este tipo de publicidad.
Nuestro compañero Hugo Rosales, no oculta su enfado tras la última victoria en los Oscar de 'The Artist', cuyos derechos de distribución en Estados Unidos posee The Weinstein Company y se pregunta "¿por qué es famoso Harvey Weinstein? Pues debido a que es un experto en comprar ceremonias de los Oscar (dicho así, suena fuerte, pero es cierto). Los ya veteranos en esto de ver galas aún recordamos cómo consiguió que peliculillas como 'Shakespeare in Love' y 'Chicago' fueran reconocidas en su día como mejor película del año".
Coleccionistas de estatuillas
Su primer éxito en los Oscar se produce en 1989 con 'Mi pie izquierdo' que obtiene la estatuilla al mejor actor para Daniel Day Lewis, frente a rivales mucho más consolidados en la industria como Tom Cruise o Robin Williams. También se hacían con el premio a la mejor película extranjera para la italiana 'Cinema Paradiso'. Cuatro años más tarde conseguían colar 'Juego de lágrimas' como candidata a mejor película junto a grandes producciones como 'Algunos hombres buenos' o 'Sin perdón', arrebatándole a esta última el premio al mejor guion original.
En 1994 lanzan al estrellato a Quentin Tarantino que, tras obtener la Palma de Oro, suma siete nominaciones por 'Pulp Fiction', materializando en estatuilla la de mejor guion. Ese mismo año llevan a Woody Allen a optar a otros siete Oscars con su comedia 'Balas sobre Broadway' que obtuvo el premio a la mejor actriz secundaria para Dianne Wiest, misma categoría en la que la combinación Weinstein-Allen llevaría al triunfo a Mira Sorvino por 'Poderosa Afrodita' o años más tarde a Penélope Cruz por 'Vicky Cristina Barcelona'.
En 1995 logran otro hito al incluir a la italiana 'El cartero (y Pablo Neruda)' entre las principales nominadas, algo que superarían años más tarde con el fenómeno 'La vida es bella' (sorprendente Oscar al mejor actor para Benigni, incluído). Dos años más tarde, se hacen un hueco en la gala en la que arrasa 'Titanic' y rescatan dos premios para 'El indomable Will Hunting': mejor actor de reparto para Robin Williams y el chocante galardón para los autores del guion, Matt Damon y Ben Affleck.
Miramax se consolida en la segunda mitad de los 90 como productora de exitosas películas independientes "de prestigio" con gran imán para el Oscar, con el triunfo absoluto en 1996 y 1998 de 'El paciente inglés' y 'Shakespeare in love'. Dos romances de época bien facturados y de indudable atractivo, pero que sin la maquinaria promocional de los Weinstein, es muy probable que no hubiesen gozado de la misma atención. Los films de los británicos Minghella y Madden, se imponen en sus respectivas galas de los Oscar a dos clásicos de la talla de 'Fargo' y 'Salvar al soldado Ryan'.
Continúa la lluvia de premios, nominaciones y los consiguientes éxitos comerciales, para films como 'Las normas de la casa de la sidra', 'El talento de Mr. Ripley' o 'Chocolat', que consolidan el arquetipo de "película Miramax", cintas de época, a menudo adaptaciones de prestigiosas novelas, con repartos de lujo y artísticamente muy cuidadas. En 2002 suman otro hito: cuelan en la categoría de mejor película a 'Las horas', 'Gangs of New York' y a la ganadora, 'Chicago'. Entre las tres sumaban la friolera de 32 candidaturas. Poco después 'Cold Mountain' y 'El aviador' no logran convencer tanto a los académicos, pero sí generan buenas taquillas además de premios para sus actrices secundarias.
Más allá de Miramax
Tras la salida de los Weinstein de Miramax por las disputas con Disney, les cuesta arrancar con su nueva The Weinstein Company, pero pronto se anotan éxitos como 'Malditos Bastardos', 'The Reader' o las dos últimas triunfadoras de los Oscar: 'El discurso del Rey', que da la sorpresa frente a 'La red social', y 'The Artist', que no producen pero distribuyen. Además, este mismo año cuelan en la gala los biopics 'Mi semana con Marylin' y 'La dama de hierro' que logra los Oscars a mejor actriz y maquillaje, recibiendo Harvey Weinstein el agradecimiento expreso de Meryl Streep.
En su trayectoria de éxitos y polémicas, no se han librado de otras controversias, entre ellas, una disputa con el activista Michael Moore sobre el reparto de ganancias por la generosa recaudación del documental ganador de la Palma de Oro 'Farenheit 9/11', por el que Moore denunció a los productores. Otra decisión polémica fue trocear en dos entregas el 'Kill Bill' de Tarantino, originalmente diseñado para estrenarse como un todo. La peculiar estrategia de los Weinstein, provocó que se duplicaran los ingresos al convertir un solo film en dos películas. Harvey y Bob también ejercieron de productores al margen de Miramax en la trilogía de 'El señor de los anillos', obteniendo de ella cuantiosos beneficios.
En 2011 se estrenó un documental sobre la figura de Harvey Weinstein, el más activo de los hermanos, emitido en Norteamérica por HBO bajo el título de 'Unauthorized: The Harvey Weinstein Project' y dirigido por Barry Avrich, en el que se hacía un repaso a tres décadas de trayectoria de Weinstein como productor, incidiendo más en sus logros que en sus polémicas. Siendo defensor o detractor de los polémicos Bob y Harvey Weinstein, de lo que no cabe duda es de que, por su innegable relevancia, se han ganado un lugar en los libros de Historia del Cine.