Años después, el director decide aprovechar la nueva tecnología 3D para que el trasatlántico vuelva a surcar el océano hacia su final. Y como ya ocurriera en 1997, Londres ha sido la ciudad escogida para celebrar la premiére. Y lo ha hecho por todo lo alto, con una gran alfombra roja frente al Royal Albert Hall, llena de antorchas para iluminar el camino.
Pero si hay alguien que deslumbró ayer en la capital británica, esa fue Kate Winslet. La actriz que se convirtió en Rose, pasajera de primera clase del buque maldito, vistió un conjunto negro que casaba con la clase de su personaje. Ella fue la invitada de honor en la premiére del re-estreno.
Jack no acompaña a Rose
Echamos en falta a Leonardo DiCaprio, que no acompañó a Winslet y a Cameron en Londres. Pero el día soleado y el Royal Albert Hall fueron suficientes para recibir de nuevo a una de las películas más taquilleras de la historia, que el 4 de abril surcará otra vez las salas españolas.