El realizador francés Jacques Audiard llegaba a la 65 edición del Festival de Cannes como uno de los grandes favoritos, sin embargo, no ha convencido a la crítica. El director de 'Un profeta' presentaba 'Rust & Bone', una complicada historia de amor y superación entre dos seres que intentan sobrevivir, salir adelante para buscar una especie de redención vital.
La crítica la ha calificado mayoritariamente como excesiva, una película de altibajos que emociona y sobrecoge tanto como exaspera y que se va desinflando a medida que avanza. Sí ha sido alabado el trabajo de sus protagonistas, especialmente la interpretación de Marion Cotillard con un personaje que inicialmente le costó entender, una domadora de orcas asesinas que tras un accidente se queda sin piernas. De todos modos, a pesar de no convencer a los críticos, no es descartable que un director del prestigio de Audiard termine llevándose algún galardón.
Tampoco fue demasiado bien recibida la egipcia 'After the Battle'. La película de Yousry Nasrallah recoge hechos de la Primavera Árabe pues se desarrolla tras la caída del presidente Hosni Mubarak en Egipto; un film de contenido político y de denuncia que mezcla actores profesionales y amateurs pero que parece que se recrea en exceso con su mensaje.
Jessica Chastain lleva el glamour al Festival
La nota distendida de la jornada la puso la presentación de 'Madagascar 3: De marcha por Europa' con la presencia de alguno de sus actores de doblaje: Ben Stiller, Chris Rock, David Schwimmer... Sin embargo, el protagonismo lo copó Jessica Chastain, quien participa en el doblaje de la cinta y además cuenta con una película a competición dentro de la Sección Oficial del Festival, el drama criminal 'Lawless', que se proyectará en los próximos días.