La última aventura cinematográfica (hasta la fecha) del famoso detective londinense de Baker Street, 'Mr. Holmes', nos muestra un Sherlock ya maduro pero que, a pesar de su edad, no ha perdido su olfato ni su indiscutible carisma a la hora de resolver misterios. Coincidiendo con el estreno de la película de Bill Condon, recordamos (por orden cronológicamente histórico) algunos de los actores que más han aportado al personaje en sus ya más de trescientas apariciones en la pequeña y gran pantalla:
1 Eille Norwood: el hombre récord
Es curioso que de la primera de la aventura fílmica del personaje, 'Sherlock Holmes Baffled' (Arthur Marvin, 1900), no se conozca el nombre del actor que interpretó al famoso detective surgido de la imaginación de Sir Arthur Conan Doyle. Luego, durante las primeras décadas del siglo XX (y primeros pasos del cine mudo), multitud de cortometrajes británicos, daneses y alemanes tomarían como protagonista al sabueso, la mayoría de las veces con una vaga inspiración en los originales literarios. Actores como Viggo Larsen, William Gillette o Georges Tréville lo popularizaron en la pantalla, pero en esta época quien se llevaría la palma fue Eille Norwood, un sexagenario actor inglés que entre 1921 y 1923 lo encarnaría en cuarenta y siete ocasiones, ostentando un récord que hasta hoy no ha sido superado. Pero tanto le hastió el personaje que, tras su última intervención como Holmes en 'La marca de los cuatro' (Maurice Elvey, 1923), Norwood no volvería a un rodaje cinematográfico.
2 Basil Rathbone: el arquetipo
Con la llegada del sonoro, se hacía vital que Holmes no sólo tuviera esa imagen inconfundible que adaptó desde su primer film (complexión delgada, nariz aguileña, peculiar gorra y pipa de espuma), sino que fuese capaz de ilustrarnos con su verborrea y sus capacidades de deducción... en voz alta. Raymond Masey, Arthur Wonter o Clive Brook fueron algunos que lo intentaron (e incluso repitieron), pero nada volvió a ser igual cuando a finales de los años treinta se estrenó el sudafricano Basil Rathbone en 'El perro de los Baskerville' (Sidney Lanfield, 1939). Acompañado por Nigel Bruce como su inseparable Dr. Watson, Rathborne fue Holmes en multitud de películas como 'La voz del terror' (John Rawlings, 1942), 'La mujer araña' (Roy William Neill, 1944), 'El caso de los dedos cortados' (R.W.N, 1945), 'Persecución en Argel' (R.W.N., 1945) o 'Terror en la noche' (R.W.N., 1946), entre otras muchas, así como en varios seriales radiofónicos. Toda una mina para la Twentieth Century Fox, pero Rathbone también terminaría abandonando oficialmente al personaje tras 'Vestida para matar' (R.W.N., 1946).
3 Peter Cushing: el relanzamiento
La televisión irrumpió en el ámbito doméstico, y otra vez más Sherlock Holmes se convirtió en un recurso que explotar en un nuevo medio. Alan Wheatley y Ronald Howard (nada que ver con el conocido director de cine) fueron los pioneros de la pequeña pantalla. Pero, una vez más, fueron el cine y 'El perro de los Baskervilles' (esta vez bajo el sello Hammer) los que relanzaron una vez más al inspector, ahora bajo los rasgos de otro actor al que hoy aún se le sigue identificando con el personaje: Peter Cushing. El futuro Grand Moff Tarkin de 'Star Wars' sólo haría un largometraje cinematográfico de Holmes (fue más prolífico encarnando en repetidas ocasiones a otros míticos personajes de la literatura británica, como el Dr. Frankenstein o Van Helsing), pero 'El perro de los Baskervilles' (Terence Fisher, 1959) está considerada como una de las mejores, si no la mejor, adaptación de Holmes al Séptimo Arte. Cushing volvería a ponerse la levita y a rasgar el violín nueve años después, en la miniserie televisiva 'Sherlock Holmes' (1968), y el personaje se convertiría en su último papel protagonista para la TV-movie 'Sherlock Holmes y la máscara de la muerte' (Roy Ward Baker, 1984).
4 Christopher Lee: Holmes x2
Como respuesta a Hammer, otras productoras menores quisieron sacar sus propios réditos a través de la figura y los relatos pergeñados por Conan Doyle. La alemana Criterion no tuvo pudor ninguno en hacerse con los servicios del director Terence Fisher para que dirigiera, en 1962, 'El collar de la muerte', película que supondría la primera intervención de Christopher Lee como Holmes, personaje al que regresaría casi treinta años después en el telefilm 'Sherlock Holmes y la prima donna' (Peter Sasdy, 1991). Curiosamente, Lee también había formado parte de 'El perro de los Baskervilles', interpretando el personaje de Sir Henry. Aunque los resultados de esta cinta fueron infinitamente menores, hoy es recordada por el carisma de su actor protagonista y por un curioso dato que daremos a continuación...
5 Robert Stephens: el cínico
Los años sesenta fueron eminentemente televisivos y europeos para Holmes, que, además de la ya citada serie británica de Cushing, lo mismo hablaba italiano (interpretado por Nando Gazzolo) que alemán (encarnado por Erich Schellow). Sin embargo, en 1970 el indomable Billy Wilder nos ofrecería su versión más cínica sobre el personaje en 'La vida privada de Sherlock Holmes'. Una misteriosa desaparición, una mujer fatal, una trama conspiranoica que involucraba al mismísimo Servicio Secreto de su Majestad y hasta el monstruo del lago Ness son algunos de los ingredientes de esta descreída aventura protagonizada por Robert Stephens (su único Sherlock en su filmografía) que no se basa en ningún relato literario de Doyle. Ah, por cierto, el curioso dato que decíamos antes: una vez más aparece Christopher Lee, pero encarnando, esta vez, a Mycroft, por lo que, hasta la fecha, el recordado Saruman de 'El Señor de los Anillos' es el único actor que ha interpretado a los dos hermanos Holmes en la gran pantalla.
6 Christopher Plummer: el canadiense
Tras haber sido el capitán Von Trapp de 'Sonrisas y lágrimas' (Robert Wise, 1965), el general Rohmmel en 'La noche de los generales' (Anatole Litvak, 1967) o Rudyard Kipling en 'El hombre que pudo reinar' (John Huston, 1975), al canadiense Christopher Plummer sólo parecía resistírsele la oportunidad de dar vida al antológico detective. Ahora, cuando llegó, lo hizo por partida doble: primero, en un corto para la televisión titulado 'Silver Blaze' (John Davies, 1977); luego, teniendo a su lado a James Mason como partenaire Watson, tras la pista de Jack el Destripador en la notable película 'Asesinato por decreto' (Bob Clark, 1979), ganándole la partida a otros Sherlocks del momento como Peter Cooke o Roger Moore.
7 'Meitantei Holmes' / 'Sherlock Hound': el animado
Aunque Roger Ostime, Jeremy Brett o el recordado Peter O'Toole ('Doctor Zhivago') fueron unos más que competentes Holmes catódicos, para toda una generación ochentera no hubo mejor Sherlock que la versión perruna y televisiva creada por el maestro Hayao Miyazaki ('El viaje de Chihiro'). Conocida en España simplemente como 'Sherlock Holmes', esta serie de coproducción italo-japonesa, emitida entre 1984 y 1985, quizá no fuera la más estrictamente fiel al original literario, pero sin duda sí que fue la mejor jamás realizada para introducir a niños y jóvenes al mundo de Sir Arthur Conan Doyle: aventuras, emoción, unos personajes tremendamente carismáticos y diversión a raudales fueron los ingredientes maravillosos para una fórmula que hoy seguimos recordando con admiración y cariño mientras tarareamos el inolvidable tema musical que cantaban los hoy olvidados Nins.
8 Nicholas Rowe: el adolescente
Michael Blagdon ('Elemental, Dr. Freud') y Guy Henry ('El joven Sherlock') ya habían interpretado sendas versiones lozanas de Holmes tanto en el cine como en la TV, pero fue el casi debutante Nicholas Rowe el que protagonizó la mejor historieta adolescente del personaje: 'El secreto de la pirámide' (Barry Levinson, 1985), una producción de la Amblin de Spielberg, jugueteaba con la audaz idea de que Sherlock y Watson podían haberse conocido en su época de estudiantes, y que su primera aventura la vivieron mucho antes de establecerse en Baker Street. A medio camino entre el espíritu de 'Los Goonies' y la trama de 'Indiana Jones y el Templo Maldito', el film es una entretenida y eficaz cinta dirigida a un target muy concreto, pero pasó a la posteridad por ser el primer film de imagen en incluir efectos especiales realizados por ordenador (la famosa escena del caballero-vidriera). Como con muchos de sus antecesores, la carrera de Rowe pareció estancarse debido al famoso detective, y aunque ha seguido trabajando hasta la actualidad, nunca ha despuntado en su carrera interpretativa.
9 Michael Caine: el de pega
Considerada una de las mejores comedias cinematográficas de Holmes, y con un reparto más que notable, resulta llamativo que 'Sin pistas' (Tom Eberhart, 1988) nunca llegara a estrenarse en salas comerciales de nuestro país. Michael Caine encarnaba aquí a un Sherlock que es pura fachada, pues en realidad no es más que un actor (con tendencia a la sobreactuación y al alcoholismo) que sirve de tapadera para que Watson (Ben Kingsley), verdadero cerebro del equipo, pueda resolver los crímenes con mayor libertad de movimientos. Jeffrey Jones ('Amadeus') como Lestrade, y Paul Freeman ('En busca del arca perdida') en el papel de Moriarty, completaban el elenco principal de una propuesta única.
10 Robert Downey Jr.: el postmoderno
A pesar de que actores como Charlton Heston (en 'El crucifijo de sangre') o Jeremy Brett (en la teleserie 'Los archivos de Sherlock Holmes') lo intentaron con ahínco, hubo que esperar cerca de dos décadas para que el más famoso detective de todos los tiempos regresara por todo lo alto a la gran pantalla. Vale que el Holmes que nos proponía Guy Ritchie, aunque mantenía la ambientación victoriana, era cualquier cosa menos clásico: convertido en un action-man cuyas dotes físicas importaban casi más que las deductivas, 'Sherlock Holmes' (2009) era, sin embargo, un divertimento de primera magnitud a la medida de aquellos públicos que parecían acudir a las salas tan sólo al calor de las franquicias palomiteras de Marvel. Robert Downey Jr., sin cambiar un ápice su carisma como Iron Man, encarnaba una versión socarrona, guasona, burlesca y nada convencional del sabueso, al que le equilibraba el contrapunto más british de Jude Law como Watson. El éxito de la primera entrega llevaría al equipo a repetir dos años más tarde en 'Sherlock Holmes: Juego de sombras', y ya se fragua una tercera entrega.
11 Benedict Cumberbatch: el carismático
El éxito del 'Sherlock Holmes' de Ritchie propició que la BBC quisiera contrarrestar la versión americanizada del personaje con su propia franquicia, mucho más respetuosa con el espíritu original de los personajes y las novelas. Su audacia consistió en trasladar las tramas y escenarios al Londres actual, dando como resultado una adaptación resuelta, intrépida y valiente: viendo los guiones, cualquiera diría que Doyle es un autor del siglo XXI. Gran parte de su éxito viene dada también por su carismática pareja protagonista: si Martin Freeman (a quien habíamos visto en uno de los episodios de 'Love Actually') resultaba ser un Watson dubitativo y pragmático, un veterano de guerra poco amigo de complicarse la existencia, el gran descubrimiento fue ese espigado y larguilucho londinense de nombre impronunciable, Benedict Cumberbatch, toda una revelación dando vida a un Holmes cuyo prodigioso raciocinio y capacidad de deducción sólo son comparables a su carácter impulsivo y manipulador, incluso para con quienes están de su lado. La serie, convertida ya en un éxito mundial, va por su cuarta temporada, y otras propuestas descaradamente parecidas (la más evidente, 'Elementary', con Jonny Lee Miller y Lucy Liu), no han logrado hacerle sombra.
12 Ian McKellen: el veterano
'Mr. Holmes' es, por el momento, el último gran Sherlock que nos llega. Bill Condon, quien ya había trabajado con Ian McKellen en su celebrada 'Dioses y monstruos' (1998), retrata al detective anciano, en el ocaso de sus días, pero que a pesar de su edad aún tiene tiempo y energías para resolver un último misterio. Otra muesca, otro personaje antológico que añadir a la extensísima filmografía del inolvidable Gandalf y Magneto.