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NO ERAN COMPITRUENOS

12 osos peligrosos que no eran de peluche

Un repaso a 12 osos de la historia del cine que no eran, precisamente, compitruenos para siempre.

Por Alexander Zarate Ormaeche 14 de Agosto 2015 | 19:11

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El oso de peluche de 'Ted 2' es la fantasía hecha realidad del colega que hace sentir que la adolescencia se alarga por los siglos de los siglos de los siglos, arrellanados en el sofá, enganchados a alguna pantalla o a alguna sustancia embriagadora que haga sentir que no hay que salir al mundo afuera a romperse el espinazo para poder pagar el alquiler

Ha habido osos, reales o en dibujos animados, que se han convertido en memorables figuras entrañables como Yogui, Baloo, Winnie o el oso Ben, pero a lo largo de la historia del cine sí ha habido algún que otro oso que ha querido romper el espinazo de algún humano que se ha cruzado por su camino.

Hasta los 60 era más frecuente que fuera algún humano embutido en un disfraz peludo (lo mismo pasaba con los gorilas). En algunos casos se combinaba, como el oso real que asusta a Rock Hudson mientras pesca, en 'Su juego favorito', aunque así ayuda a que consiga realizar la captura del modo más heterodoxo, mientras que era un actor embutido en traje de oso el que conduce la moto que conducía Hudson antes de la colisión.

Fue a partir de los 70 que se empezaron a utilizar, con más frecuencia, osos controlados por entrenadores de animales como Doug, Lynne Seus, Scott J. Smith o Ruth Lafarge. Aquí tenéis doce ejemplos de osos que han aterrorizado a algún 'inofensivo' humano.

1 Grizzly

'Grizzly'

'Grizzly' (1976), de William Girdler, no dudaba en repetir el esquema exitoso de 'Tiburón' (1975), de Steven Spielberg, sustituyendo la amenaza de un escualo por la de un furioso plantígrado, interpretado por un oso de nombre Teddy, en un Parque Nacional.

El protagonista es un policía también asistido por un experto científico, y también se enfrenta a la reticencia de las fuerzas políticas a cerrar el Parque porque les preocupa más el dinero que puedan aportar los turistas. Por coincidir, hasta es la misma actriz, Susan Backlinie (quien por cierto también era entrenadora de animales), la primera en ser atacada por el tiburón y por el oso.

Como el oso no rugía le lanzaban malvavisco para comer, y mantenían uno fuera de su alcance para que abriera la boca ávidamente. El sonido del rugido lo añadieron en posproducción. En la secuela, realizada en 1983 y nunca estrenada, tenían pequeños papeles unos bisoños George Clooney y Charlie Sheen.

2 El día de los animales

'El día de los animales'

En El día de los animales' (1976), repiten, del equipo de 'Grizzly', director, dos de los protagonistas (Christopher George y Richard Jaeckel) y el oso Teddy. Los animales se tornan virulentamente agresivos debido a los efectos de la radiación solar. También afecta a algún humano, como es el caso del personaje que encarna Leslie Nielsen, años antes de que se convirtiera en una celebridad como actor cómico.

No duda en matar a alguno de sus compañeros, hasta que precisamente un oso, interrumpiéndole en plena pelea en el barro bajo la lluvia, en otro de sus enfrentamientos con un congénere, le da un oportuno mordisco en el cuello para que calme tan desorbitada furia.

3 Profecía maldita

'Profecía maldita'

En los años setenta estaba en boga el cine de catástrofes, y una de sus variantes era la hecatombe ecológica fruto de los desmanes del ser humano con la naturaleza. La amenaza en 'Profecía maldita' (1979), de John Frankenheimer, proviene de un oso mutante que ha sufrido los efectos de la contaminación de una fábrica de papel (no es el único animal afectado: hay salmones que devoran patos). Entre las víctimas, un niño envuelto en su saco de dormir que será hecho pedazos como un cacahuete aplastado.

4 El hombre de las tierras salvajes

'El hombre de las tierras salvajes'

A comienzos de la década, en 1971, se comenzaba a señalar la poca armónica relación del hombre con la naturaleza. 'El hombre de las tierras salvajes', de Richard C. Sarafian, se centraba en un trampero (Richard Harris), malherido tras el ataque de un oso, encarnado por Peggy, y abandonado por sus compañeros, que le dan por muerto.

La narración relata cómo el personaje se enfrenta a un entorno hostil y adverso que no domina, solo y herido, y sin el apoyo de ninguna de las comodidades que configuraron la burbuja de la civilización moderna del consumo voraz y la indiferencia por el entorno medioambiental. A pelo, que se dice, y encima sin betadine para curar las heridas. La última película de Alejandro González Iñárritu, 'El renacido', se basa en la misma historia.

5 El desafío

'El desafío'

Bart es uno de los osos que con más frecuencia han intervenido en el cine. Medía 2'19 y llegó a pesar 816 kilos. Incluso fue el protagonista absoluto en 'El oso', de Jean-Jacques Annaud.

En el otro extremo, en el de la amenaza, su papel más relevante fue en 'El desafío' (1997), de Lee Tamahori, en la que perseguía de modo insistente a los tres humanos que se habían estrellado en su territorio, no dudando en devorar a uno de ellos. De alguna manera, también representaba la tirantez existente, retenida por las normas de etiqueta de los comportamientos civilizados, entre los personajes de Anthony Hopkins y Alec Baldwin, marido y amante de la misma mujer.

6 Leyendas de pasión

'Leyendas de pasión'

El oso Bart también tenía su relevancia dramática en la meliflua 'Leyendas de pasión' (1994), de Edward Zwick, en la que se cruzaba en el camino de Tristán por partida doble, cuando este es un niño de doce años, perdiendo una garra en el enfrentamiento, y cuando ya es anciano, con la barbada caracterización de Brad Pitt, enfrentamiento del que sí saldrá victorioso. El narrador, un indio nativo, apostilla que fue una buena muerte. Es lo que tiene no sentir los colmillos o las garras en la propia carne.

7 Una vida por delante

'Una vida por delante'

El pequeño Bart, sin vínculo parental, tomó el relevo tras la muerte de Bart en el 2000, a causa de un cáncer. En 'Una vida por delante' (2005), de Lasse Hallström, representa el recuerdo de errores pasados y de furias contenidas.

Por estar bebido Einar (Robert Redford) no pudo evitar que el oso hiriera a su amigo Mitch (Morgan Freeman). Y su hija (Jennifer Lopez), con la que había roto contacto, reaparece en su vida, aún acosada por un posesivo marido que no acepta que le abandonen. Liberar al oso capturado significará reconciliarse con las heridas y cicatrizarlas, aunque en la liberación Einar esté a punto de perder la vida. Sin riesgo no hay transformación.

8 Hacia rutas salvajes

'Hacia rutas salvajes'

En 'Hacia rutas salvajes' (2008), de Sean Penn, el pequeño Bart tiene una breve, pero turbadora aparición, cuando el protagonista (Emile Hirsch) ha entrado ya en barrena, una figura escuchimizada que ha perdido muchos kilos, y con la mente ya abotargada, arrastrándose y tambaleándose en aquellos parajes naturales que se han convertido en una prisión de la que no escapará. Hirsch declaró que no podrá olvidar cuando rodó ese instante en que el oso y él se cruzan, y el oso le resopla a un metro de su cara sin ninguna protección entre ambos.

9Brokeback Mountain

'Brokeback Mountain'

En 'Brokeback Mountain' (2005), de Ang Lee, un oso asusta al caballo del Ennis (Heath Ledger), provocando, al encabritarse, que caiga al suelo, y pierda gran parte del suministro que transportaba para el campamento.

Ayudará, eso sí, a que se posibilite cierto acercamiento junto al fuego con su compañero en tareas de cuidado de ganado y objeto de deseo del que no logrará liberarse del todo por mucho que pasen los años, porque no dejará de temer la reacción de una sociedad que se encabrite y acabe castrándole. El oso está intepretado por Bonkers, quien también ha intervenido en 'El guía del desfiladero', 'Las vidas posibles de Mr. Nobody' o en tres capítulos de 'Los Sopranos'.

10 Hércules en Nueva York

'Hércules en Nueva York'

En 'Hércules en Nueva York' (1969), de Arthur Allan Seidelman, la primera película protagonizada por Arnold Schwarzenegger, con 22 años, acreditado como Arnold Strong, 'Mr Universe', Hércules mantiene en pleno Central Park un combate cuerpo a cuerpo con un oso, más bien humano embutido en traje de oso, cuando este tiene la ocurrencia de interrumpir su romántico viaje en calesa con una dama.

Hércules, que ha aprovechado sus vigorosos dones para convertirse, entre los humanos, en un exitoso luchador de wrestling catch, recrea sus habilidades en el cuadrilátero, con la guinda de unos contundentes puñetazos en los morros del oso mientras lo retiene bajo su musculoso peso. Arnold reconoce que es una de las películas que lamenta haber interpretado.

11 Circus of horrors

'Circus of horrors'

En 'Circus of horrors' (1960), de Sidney Hayers, no queda muy claro si es un humano bajo un traje de oso o un oso disecado, porque más bien parece un peso muerto, el oso que se abalanza sobre el propietario del circo (Donald Pleasence), cuando pisa los cristales rotos de la botella que se le ha caído a su beodo dueño.

Los rugidos de posproducción y la expresión desorbitada del actor intentan en vano hacernos sentir que aquella masa de pelo está triturando su yugular. Quizás se podrían haber sorteado las carencias de presupuesto jugando con el fuera de campo. De todos modos, hay que reconocer que, por lo demás, es una sugerente película centrada en un cirujano plástico convertido en director de circo que no soporta que las mujeres cuyos dañados rostros mejora le abandonen.

12 Grizzly man

'Grizzly man'

Sin duda eran bien reales, y nada amaestrados, los osos del Parque Nacional de Katmai de Alaska con los que David Treadwell quiso sentirse parte de la familia durante trece veranos consecutivos, uno de los cuales acabó con su vida. Werner Herzog intenta comprender a este hombre en su excepcional documental 'Grizzly Man' (2005), alguien con una perspectiva disímil con la suya.

Treadwell creía en la armonía posible, o la buscaba denodadamente. Herzog piensa que la vida es caos. Para Treadwell, los osos representaban un misterio al que intentar acceder, o un misterio que amplifica nuestra constreñida relación con nuestro entorno. Para Herzog, la mirada de un oso meramente refleja que su propósito en la vida se reduce a comer. Y Treadwell acabó siendo su comida.