Tras sorprender a propios y ajenos en 1997 con 'Cube' y consagrarse con 'Cypher' y 'Nothing', todo el mundo esperaba con expectación el nuevo largometraje del norteamericano Vincenzo Natali, 'Splice', proyecto postergado durante varios años y que por fin se estrenó en primicia mundial al gran público en la presente edición del Festival de Sitges.
Por desgracia, Natali nos ofrece un producto con muy buenas intenciones pero decepcionante resolución, con unos primeros compases en los que parece colmar las expectativas del espectador para luego redirigir sus pasos hacia un entramado y resoluciones tristemente predecibles. Así pues, 'Splice' sucumbe ante su faceta más mainstream, lacra que perjudica sobremanera a los no pocos aciertos de un film que pretendía concienciar al espectador tanto de los peligros de la clonación como de la cuestionable ética científica. Tampoco ayuda a la película la falta de empatía entre sus dos protagonistas, unos Adrien Brody y Sarah Polley bastante poco verosímiles tanto como científicos como pareja, en un film cuya principal protagonista resulta ser Dren, criatura antropomorfa concebida genéticamente, y en cuya evolución recae todo el peso y, por ende, el interés de la película de Natali.
Tras convertirse en un director casi de culto, Natali parece buscar en exceso el reconocimiento internacional con un film de género en demasía ortodoxo y académico, mucho más conservador de lo que en realidad querría aparentar, y que pierde fortaleza y empaque a medida que transcurren los minutos. 'Splice' deja de sorprender al espectador una vez transcurrido el primer tercio de película, resistiendo a base de giros argumentales en exceso protocolarios y de una fecunda intencionalidad -eso sí hay que reconocérselo- a la hora de ahondar en la moralidad de unos protagonistas con connotaciones paternofiliales para con la criatura, y que alcanza sus más altas cotas de intensidad con la particular relación entre el personaje de Adrien Brody y su cobaya.
Así y todo, 'Splice' resulta ser un film relativamente disfrutable, entretenido a pesar de su predisposición a la obviedad, pero que se encuentra a mucha distancia de los anteriores títulos de su director.