A lo largo de una trayectoria tan extensa como apabullante, en términos de cantidad y calidad, fueron innumerables las veces en las que Sidney Lumet se erigió como uno de esos directores capaces de inyectar una energía especial, genuina y distinta a cualquier tipo de proyecto. Historias que, de un modo u otro, siempre terminaban formando parte de un universo creativo marcado por la violencia, interna y externa, la sobriedad en la puesta en escena, la elegancia absoluta en el manejo del ritmo y la certeza de que no hay nada más poderoso que un silencio entre el sudor y la lágrima.
Responsable de un buen puñado de obras maestras, entre las que brillan con especial intensidad los 13 largometrajes citados en este especial, el director, productor y guionista estadounidense supo mantener su pulso maestro hasta la última de sus entregas, logrando construir joyas cinematográficas incluso en el tiempo de descuento. Un ejemplo de constancia, sabiduría y talento en su estado más puro que sigue resplandeciendo con la firmeza característica de los auténticos puntos de referencia.
En definitiva, hablamos de uno de esos cineastas que se han ganado su puesto en la historia del séptimo arte haciendo del oficio de contar historias algo todavía más apasionante. Porque las películas de Sidney Lumet se mueven, respiran y se retuercen desde el rugido y la sutileza, los fantasmas y las presencias más impulsivas, las heridas imposibles de cicatrizar y los gritos en un cielo que se cae a pedazos. Su cine tiene un sello de identidad propio, conviven sobre unos mismos pilares y, sobre todo, explotan con una grandeza que rima con genialidad.
Las 13 mejores películas de Sidney Lumet
'Antes que el diablo sepa que has muerto'
La última película dirigida por Sidney Lumet, 'Antes que el diablo sepa que has muerto', constituye una especie de conclusión circular a la carrera del cineasta realmente emocionante. Y es que, cincuenta años después de aquel inolvidable debut llamado '12 hombres sin piedad', el director finalizaba su trayectoria con otra obra maestra de potente calado dramático, complejidad narrativa y personajes memorables. Un thriller sombrío, cautivador y de apabullante violencia interna que, con la inestimable ayuda de interpretaciones tan gigantescas como las que ofrecen Philip Seymour Hoffman, Ethan Hawke, Albert Finney y Marisa Tomei, termina elevándose como una de las cintas más redondas de Lumet. Una obra maestra en forma de despedida.
'Tarde de perros'
Un año después de firmar una de sus películas más clásica, elegantes y sofisticadas, 'Asesinato en el Orient Express', Sidney Lumet estrenaba 'Tarde de perros', uno de esos trabajos marcados por el nervio, el sudor, el grito, el impulso y la angustia total. Cine de atracos en una primera apariencia que, sin embargo, no tarda demasiado en mostrar su verdadera esencia de drama arrasador en el que los golpes duelen más cuando ocurren por dentro. Basada en hechos reales, 'Tarde de perros', con la majestuosa dirección de Lumet y la entregada interpretación de Al Pacino a la cabeza de las virtudes, sigue resonando en la actualidad como una de las propuestas más completas del catálogo del cineasta. Inoxidable.
'12 hombres sin piedad'
Un adolescente acusado de haber asesinado a su padre. Doce miembros de un jurado deben decidir si es culpable o no. Todos creen que sí, excepto uno. Espacios mínimos, debates intensos y asfixia ética y moral. Con estos elementos, Sidney Lumet consigue un prodigio de tensión, una crítica al sistema judicial de Estados Unidos y un dibujo psicológico de cada uno de los inolvidables personajes que protagonizan una de esas películas tan perfectas que no dejan de asombrar en cada uno de sus visionados.
Porque el impacto se mantiene, la manera en la que Lumet consigue traspasar la peligrosa naturaleza teatral de la propuesta sigue siendo toda una lección de cine y el drama humano no puede estar mejor medido. Cada uno de los movimientos de cámara, cada decisión relacionada con la dirección de actores y cada una de sus escenas es una absoluta maravilla. '12 hombres sin piedad' es un tesoro que se debería estudiar en las facultades de Derecho. Y en las de cine.
'Network, un mundo implacable'
Ganadora de 4 Oscars, incluyendo mejor actor, brutal Peter Finch, actriz, sublime Faye Dunaway, y guion, 'Network, un mundo implacable' sigue siendo una de las reflexiones más ácidas, inteligentes, crueles e inspiradas sobre el mundo de la televisión jamás realizadas. Un notable ejercicio cinematográfico de bilis y provocación en el que todo funciona desde el mismo incendio, partiendo de una dirección apabullante y terminando en un reparto medido a la perfección. 120 minutos de cine vibrante.
'Veredicto final'
Protagonizada por un imperial Paul Newman en la que es, sin lugar a dudas, una de las interpretaciones más memorables de toda su extensa y deslumbrante trayectoria, 'Veredicto final' es uno de esos thrillers judiciales que se elevan por encima de la media gracias a un conjunto de elementos que funcionan al máximo de sus posibilidades.
Cautivadora desde la melancolía de su maravilloso personaje protagonista, esta historia que podría haber caído en el más común de los lugares consigue esquivar con envidiable talento cada trampa perezosa hasta alcanzar el sobresaliente más contundente. Su magistral desenlace, puro Sidney Lumet, termina de redondear la jugada maestra de una de las grandes películas de la década de los ochenta.
'El príncipe de la ciudad'
Pese a que sus cerca de tres horas de duración terminen jugando ligeramente en su contra, sería absurdo negar la tremenda valía de una película tan rotunda como 'El príncipe de la ciudad'. Un análisis detallado, contundente y lleno de trapos sucios de la corrupción policial, un tema repleto de complejidad, tonos grises y discursos ambiguos que, en manos de la cámara de Sidney Lumet, a la altura de su firma, y un fantástico guion consigue brillar con inspirada lucidez. Una propuesta densa, exigente y satisfactoria en las mismas dosis.
'Serpico'
La clave que convirtió a 'Serpico' en un clásico desde prácticamente el día de su estreno y que continúa resonando a día de hoy con envidiable fuerza es su capacidad para mezclar la esencia más pura del género policiaco con un aroma otoñal empapado de melancolía. Una combinación lograda con equilibrio total que se mece al ritmo de la formidable interpretación protagonista de un Al Pacino en plena forma y el pulso maestro de un Sidney Lumet incontestable. Desde sus primeros minutos, magistrales, hasta su inolvidable plano final, 'Serpico' conquista con la fiereza de los auténticos prodigios.
'Larga jornada hacia la noche'
'Larga jornada hacia la noche', adaptación del drama homónimo firmado por Eugene O'Neill, se sustenta casi por completo sobre los legendarios hombros de Katharine Hepburn. Qué actriz. Su interpretación, realmente impactante, justifica por completo el visionado de una cinta que evidencia demasiado su origen teatral, logrando sus mejores momentos cuando se desata de esa referencia y permite el lucimiento de un Sidney Lumet tan contenido como pasional. En ese sentido, merece mención aparte una escena final que hiela la sangre y deja el corazón en un puño.
'El prestamista'
Si tuviéramos que señalar una película de Sidney Lumet como la joya más brillante y escondida dentro de su extensa trayectoria, 'El prestamista' tendría muchos puntos para terminar siendo la escogida. Y es que, a pesar de contar en su momento con el respeto y admiración de crítica, público y, en menor medida, industria, esta adaptación de la novela de Edward Lewis Wallant sigue siendo uno de los grandes dramas cinematográficos de la década de los 60. Una excelente película repleta de interpretaciones maravillosas y una dirección realmente inspirada de Lumet, quien entiende a la perfección el ritmo, tono y cadencia que requiere esta tremenda historia. Algo muy cercano a una obra maestra.
'Punto límite'
Lo que en un primer vistazo, eso sí, acompañado de prejuicios, podría parecer una intriga bélica de las de toda la vida, termina siendo en manos de Sidney Lumet un thriller dramático de primera categoría lleno de instantes de cine explosivo y cautivador. Y es que, desde sus impactantes primeros minutos, 'Punto límite' consigue reventar todas las expectativas mediante una trama repleta de giros, riesgos asumidos con firmeza y decisiones visuales de una inteligencia total. En este sentido, el ejemplo más salvaje lo encontramos en un tramo final de taquicardia y mandíbula desencajada. Una espléndida película.
'La colina de los hombres perdidos'
Aunque solamente fuera por su deslumbrante escena inicial, cine con mayúsculas, 'La colina de los hombres perdidos' ya merece su puesto en este especial sin aceptar demasiadas discusiones. Sin embargo, también podemos y debemos citar las interpretaciones de un excepcional reparto, la fantástica fotografía de Oswald Morris y, sobre todo, una dirección soberbia de Sidney Lumet, a la hora de celebrar una de esas películas que requieren paciencia, tiempo y atención para terminar conquistando. Un melodrama de calmada intensidad que termina rompiendo por dentro.
'Asesinato en el Orient Express'
La solución es sencilla. Si tienes a un Sidney Lumet entregado a la causa tras la cámara, una novela de misterio inolvidable firmada por la esencial Agatha Christie y un reparto en el que podemos encontrar, entre muchos otros, a gigantes de la talla de Albert Finney, Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Sean Connery, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave, Jacqueline Bisset o Richard Widmark, casi nada, lo normal es que termines consiguiendo una película de la grandeza, belleza y rotundidad de 'Asesinato en el Orient Express'. Un entretenimiento tan elegante como deslumbrante, tan sofisticado como embriagador, tan disfrutable como inolvidable.
'Un lugar en ninguna parte'
'Un lugar en ninguna parte' podría definirse sin demasiado problema como la película más académica de la trayectoria de Sidney Lumet o, al menos, una de las más orientadas a esa búsqueda de premios incesante que marca gran parte de la identidad de Hollywood. Sin embargo, también nos encontramos ante una propuesta honesta, alejada de artefactos de lágrimas explosivos y centrada en arrancar la mayor cantidad de humanidad posible a su interesantísima trama que cuenta, además, con una interpretación inolvidable por parte del añorado River Phoenix. No es perfecta, ni mucho menos, pero se hace imposible encontrar errores de auténtico peso en este notable melodrama.