Una mesa de lujo para una rueda de prensa de altura. De izquierda a derecha se sitúan Javier Bardem, Judith Diakhate, Carlos Bardem, Santiago Zannou, Álex González, Miguel Ángel Silvestre, el productor Álvaro Longoria y Hovik Keuchkerian para presentar 'Alacrán enamorado', película que llega a los cines este viernes. Este acto, celebrado en una de las salas de los cines Princesa de Madrid con la asistencia de eCartelera, contó con Enrique González Macho en calidad de propietario de Alta Films, que abrió la rueda de prensa bromeando con Javier Bardem, que ha viajado a España para promocionar la adaptación cinematográfica del libro de su hermano Carlos.
Tras la apertura del presidente de la Academia de Cine ha sido el director, Santiago Zannou, quien ha tomado la palabra para comentar que han realizado "una película en la que todos han arriesgado mucho", ha elogiado la calidad interpretativa de los actores, de quienes se siente muy orgulloso por ofrecer realidad y verosimilitud. Nos encontramos ante un largometraje que trata el nazismo en la España actual y que tiene el boxeo como un elemento principal; en ese sentido, Zannou ha destacado que ha mostrado el boxeo "como una salida y una manera de recuperarse". Siempre el boxeo ha estado asociado a historias problemáticas, y aquí lo hemos utilizado como una metáfora de la vida, para ser mejor, para superarte.
En ese sentido, Carlos Bardem ha ofrecido su punto de vista sobre la relación de 'Alacrán enamorado' con el boxeo: "Esta no es una película de boxeo, es una película en la que el boxeo tiene un papel importante. Utilizamos el boxeo como metáfora de la vida (no importa las veces que te tiren, te levantas y lo haces para luchar, para ser mejor). Queríamos usar este deporte que está catalogado como extremadamente violento para mostrar que hay violencias mucho peores que el boxeo, que alguien que vive en el odio puede aprender normas, a compartir su espacio incluso con gente de otras razas acaba siendo una mejor persona y vaciándose de odio, esa es la función del boxeo en la historia".
"No está rodado con especialistas, todos son boxeadores de verdad, a Álex (González) le sentaron de culo varias veces, no hay trucos. La verdad de un gimnasio y de los combates son lo que se ve en la película. Álex boxeó durante tanto tiempo que incluso querían hacerle debutar, y no lo habría hecho mal", finaliza Bardem para dar paso al director. En el caso del nazismo no se ve tanto en la cinta como en el libro, algo que Zannou justifica argumentando que cuando realizas una adaptación cinematográfica no puedes quedarte con todo, y que no buscaban hacer una reflexión sobre el nazismo en España. Propuse meter dentro de mi película todos los tipos de nazismo que conozco y que se siguen dando hoy día. 'Alacrán enamorado' es una muestra de lo que ocurre en España y en el mundo, hay gente que está llena de odio y que señala al diferente.Llega el momento de Javier Bardem, que tiene un pequeño pero importante papel interpretando a Solís, el gran villano de la historia. El actor confiesa que se fijó en algunas personas para componer el tono y el físico del personaje, aunque el guion dejaba claro quién era. Fue un compendio de muchas cosas para llegar a ser Solís", resume el menor de los Bardem. Su hermano mayor coge el testigo para apuntar que tanto él como el director querían hablar sobre el odio y sobre estas ideologías que en momentos de crisis florecen; "siempre están ahí, pero cuando hay desmoralización ciudadana es el caldo de cultivo perfecto que hablan al estómago. Son discursos de odio al distinto, hay mucha gente desesperada que los acepta algo asumible, la culpa de lo que pasa no es nunca tuya, es de los que son diferentes".
Asimismo, Zannou ha querido dejar claro que 'Alacrán enamorado' no es un largometraje violento: "Yo veo películas infinitamente más violentas donde estallan cosas, matan a un montón de personas... mi película no es violenta, es visceral. Había que retratar bien la violencia que había en una parte de la cinta para que al espectador le diese cierto miedo, pero también retratarla con cierta estética porque la violencia es atractiva, y queríamos decirle al espectador que hay que tener cuidado con ella porque puede acabar persiguiéndote", resume Zannou.
El productor no veía a Carlos Bardem como Carlomonte
Carlomonte se ofreció a otros actores, pero el papel acabó siendo para Carlos Bardem. "Yo tenía claro que quería ser Carlomonte, el que no lo tenía claro es el productor. Es un personaje que conozco muy bien, aunque todos son un alter-ego mío, aunque de todos ellos Carlomonte es el más evidente. Es el papel más bonito y complejo que he tenido la oportunidad de interpretar".
Álex González, el protagonista de la cinta, está encantado con su participación y con Santiago Zannou, que le dirigió muy bien durante los dos meses que duró el rodaje, pero en realidad estuvo un año y medio con él. En cuanto a su personaje asegura que Zannou regó tanto la semilla de Julián que no podía quitarse el traje y olvidarse de él, aunque destaca que mereció la pena. Su compañero y gran amigo, Miguel Ángel Silvestre, confesó que fue una gran oportunidad meterse en una película donde el director te está exigiendo contar una realidad muy visceral. "Es algo que es muy duro de rodar porque hay mucha tensión en el rodaje y en los personajes, una tensión que tienes que intentar llevar casi 24 horas al día... pero como actor estás esperando que llegue una oportunidad así".
Judith Diakhate da vida a Alyssa, un personaje que aparece poco a poco y se mete de lleno en la trama hasta convertirse en una pieza clave. La actriz apuntó a que el rodaje fue una batalla porque quería salir del cliché que muchas veces se ofrece de los inmigrantes, pues en un principio su personaje era una lationoamericana que venía de una red de prostitución. Por su parte, Hovik Keuchkerian llegó al proyecto después del abandono de quien iba a interpretar a Pedro, dueño del gimnasio en el que se desarrolla la mayor parte de la cinta. Hovik, que se quejó entre risas de que González Macho no se sabía ni su nombre ni su apellido, quedó encantado enseguida con Carlos Bardem y con el personaje que ha tenido que interpretar, que le ha reconciliado con el boxeo.