Todavía recuerdo el momento en el que Apple presentó en sociedad a Siri, su asistente por voz, que prometía revolucionar la forma en la que utilizamos nuestros smartphones. Con un par de años a sus espaldas, parece que los usuarios no hemos sido capaces de verle una utilidad más allá de intentar tomarle el pelo. Pero ha sido suficiente para que Spike Jonze encontrara un torrente de inspiración, y con 'Her' nos presenta no solo el potencial de esta tecnología, y sus posibles consecuencias, sino que también le ha servido para introducirnos en una de las historias de amor más conmovedoras de los últimos años.
La última película del cineasta está protagonizada por un escritor que, en un futuro no muy lejano, decide implantar en su hogar un sistema operativo revolucionario, con una inteligencia artificial lo más parecida posible a la psique humana. Lo que al principio resultaba curioso, hasta un poco espeluznante, evoluciona en una compañera, una amiga íntima y en algo capaz de hacerle pasar página tras su desastrado matrimonio. Pero Samantha cuenta con un importante inconveniente: solamente es una voz, por muy real que suene.
Spike Jonze nos sumerge en un escenario futurista sin coches voladores ni alienígenas por vecinos; es el mundo tal y como lo conocemos, solo que apoyado todavía más en la tecnología doméstica. Gracias a ello, la película nunca nos aleja de una situación totalmente plausible, un futuro realista que nos permita entrar de lleno en la proposición del director. Todo es muy IKEA, diáfano, luminoso, llega a resultar hasta idílico. Pero todo parece estar tan mascado en la cabeza del equipo de la película, que nada tiene pinta de estar hecho al azar. Ya desde ese curioso guiño a las modas cíclicas, volviendo a ponernos pantalones que ahora consideraríamos de ancianos y bigotes sin barbas "hipster" a juego, 'Her' cuenta con un detallismo tal, que es posible que descubramos algo nuevo cada vez que la viéramos. Desde el cambio de emociones de Theodore y el color de sus camisetas, a cada una de las piezas que han compuesto Arcade Fire con tamaña maestría para la ocasión.
La fotografía utilizada, casi como si fuese un largo vídeo de Instagram, mantiene la unión entre lo viejo y lo nuevo, claramente influido por esa obsesión de recuperar la estética de otras épocas, pero siempre a través de la tecnología, pilar básico de esta historia. En el fondo, la premisa de 'Her' sería la evolución lógica de nuestra dependencia de los gadgets y el software, y por mucha ciencia ficción que sea, siempre parece querer dejarnos claro que es posible que deje de serlo más pronto que tarde. La película nos presenta un interesantísimo debate sobre el nivel de conexión que tenemos con el mundo, pero también de la deshumanización que está acarreando consigo. Cómo, a medida que estamos más conectados, vamos "desconectándonos" más de las personas que nos rodean, cómo podría llegar el momento en el que el debate no se encuentre por ejemplo en una pareja homosexual, sino en una formada por un hombre y un sistema operativo. Son muchos los que ya profesan fervor por sus "cacharros", este es simplemente un paso más allá en esa relación hombre-máquina. Por ejemplo, una de las escenas más curiosas, que no ve para nada extraño que una máquina con voz de mujer le pregunte cuántos años tiene y le diga que le gusta su vestido. Suena igual que ahora, que nos sorprendemos de que un niño de pocos años sea capaz de manejar un smartphone como si habría nacido con él bajo el brazo. Si no fuera por lo orgánico que es el futuro creado por la película, no sería ni la mitad de increíble de lo que es.
'Her' pone constantemente a prueba nuestra capacidad para sorprendernos y asustarnos con semejante realismo. Pero no sólo de filosofía bebe esta película, y es que lo que hace especial y único a lo nuevo de Spike Jonze es la relación de amor central. Porque pocos podrían negar que parece amor, real, el que viven Theodore y Samantha. Ambos cuentan con su propia personalidad, rasgos distintivos, no es Theodore el que moldea a Samantha, es ella misma la que va evolucionando como lo haríamos cualquiera de nosotros. Si existe gente que dice ser capaz de enamorarse de mentes y no de cuerpos, este sería el caso extremo. De nuevo vemos una consecución de situaciones que, dentro de lo imposibles que resultan ahora, en pantalla se mostrarán terroríficamente realistas.Voces que transmiten más que gestos
Gran parte de esa virtud es lograda a través de las increíbles interpretaciones de Joaquin Phoenix y Scarlett Johansson. Él es cristalino, emocional, sincero en su papel, un nuevo hito en su carrera. Su interpretación y la dirección de Spike Jonze nos regalan primeros planos conmovedores. Pero es ella la que deja boquiabiertos, transmitiendo con su voz mucho más de lo que podrían hacer muchas otras actrices con todo su cuerpo, enamorándonos y emocionándonos sin ver sus carnosos labios. De no ser por ella, sería imposible creernos esta relación, pero vaya si llegamos a creerla. Pronto nos daremos cuenta de que esta pareja es casi como cualquier otra, con sus buenos recuerdos y sus malos momentos. Es un romance con todas las letras, y eso asusta, el poder crear el amor sin el contacto físico y que no llegue a sorprendernos hasta el punto del rechazo. Lo que Jonze ha conseguido con Theodore y Samantha, con Phoenix y Johansson, es digno de ser considerado como una presentación con honores de los Romeo y Julieta de la iGeneración.
Además de sus emotivas interpretaciones, 'Her' cuenta con unos secundarios de lujo, destacando a unas muy sorprendentes Rooney Mara y Olivia Wilde, y una arrolladora Amy Adams, que hasta cuando hace de una mujer corriente es capaz de robar más de una escena. Todos ellos sirven para dar más puntos de vista a este interesante entramado de situaciones, un futuro "hipster" que merecería ser explorado en muchas otras ocasiones, y que sin embargo prefiere servir simplemente como cascarón para presentarnos las carencias que estamos adoptando en las relaciones sociales, centrándose solamente en un caso muy concreto, cuando habría miles para estudiar. Pero así Spike Jonze nos consigue cautivar con una película que parece hecha con cuidado milimétrico en cada uno de sus detalles, tan artesanal como una obra de orfebrería, y además que está plagada de sentimiento en cada uno de sus ceros y unos. Pocas películas últimamente consiguen mezclar un planteamiento no solo inteligente y lleno de sátira, sino también romántico. 'Her' es una de las historias de amor más intimistas e hipnóticas de los últimos años. Nos enganchará su voz, pero nos conquistará su complejidad. Y sobre todo, nos pondrá delante de un futuro cada vez más fácil de imaginar. Ya no escucharemos a Siri de la misma forma.