Un día de octubre de 2003 se estrenaba en Broadway un musical titulado 'Wicked', basado en la famosa historia de 'El mago de Oz' pero con una diferencia bastante importante: la protagonista de la historia no era Dorothy, sino Elphaba, más conocida como la Malvada Bruja del Oeste. Este espectáculo pasaba el micrófono a la mala de la película para darle la oportunidad de contar su versión de la historia y perfilar esa imagen de mala malísima que la Historia le había dado. Muchos años después, Angelina Jolie nos trae su propia 'Wicked' con el mismísimo símbolo de la maldad en los cuentos de hadas como estrella: 'Maléfica'.
La hechicera que maldijo a la princesa Aurora nada más nacer ha sido siempre considerada como la mala más mala de todos los cuentos de Disney, la representación misma de la oscuridad. Cuesta creer que pueda tener una sola gota de bondad en su interior. Pero es algo que también podríamos haber pensado de Elphaba, y 'Wicked' ha resultado ser uno de los musicales más queridos de las tablas. 'Maléfica' consigue, casi todo gracias a la actriz protagonista, romper las barreras entre el bien y el mal, darle humanidad al personaje y construir su propio cuento de hadas, con un conveniente punto tenebroso.
La historia dirigida por Robert Stromberg empieza con una joven hada distinta a los demás: es más grande y sus alas son majestuosas. Es capaz de surcar los cielos a toda velocidad e imponer respeto con su profunda mirada y sus cuernos. Vive en un bosque mágico, lleno de criaturas y secretos que los hombres del reino colindante no son capaces de comprender, por lo que intentan no acercarse. Maléfica entablará amistad con un curioso chaval, y a medida que crecen se va convirtiendo en algo más. Pero la ambición del chico es más fuerte que los sentimientos que pueda tener por el hada, hasta al punto de que es capaz de arrebatarle lo que más quiere para hacerse con la corona del reino.
Tras ser traicionada, la oscuridad comienza a conquistar el corazón roto de la protagonista. Una forma muy orgánica para explicar por qué Maléfica decide tomarla con el rey a través de su primera hija, privándole de su mayor tesoro, y de explicarnos que nadie es un villano por naturaleza. El comienzo y el nudo de la película funcionan muy bien como versión alternativa de 'La bella durmiente', pudiendo jugar con lo que no vimos en la película de animación para crear un pasado para el personaje, manteniendo la estética y aumentando las dosis de magia. Se nota mucho que Robert Stromberg está detrás de esta historia, sobre todo en los escenarios y en las escenas del bosque, dignas sucesoras de lo que ya vimos en 'Alicia en el País de las Maravillas' y 'Oz, un mundo de fantasía', de las que fue director de producción. Aunque la película en general abuse demasiado de animación digital, siendo bastante floja a la hora de crear las criaturas del bosque, al menos es compensada por unos decorados encantadores, llenos de vida y que ayudan mucho a meternos en la historia, sobre todo mezclados con la maravillosa banda sonora de James Newton Howard. No hay nadie que sepa crear una atmósfera de cuento como este compositor.
Instinto maternal
Lo que también nos deja ver 'Maléfica' es que Jolie quiso compaginar su trabajo con la pasión que siente por la maternidad. Una de las mejores escenas de la película es la que comparte con su hija Vivienne, en el que es capaz de mantener el "desprecio" por la joven Aurora, a la vez que sigue dejándonos ver que su corazón no está perdido para siempre. La relación entre Maléfica y Aurora cobra mucho protagonismo en la película, dejándonos claro que su papel de madre tuvo mucho peso en la balanza a la hora de decidir meterse en este proyecto. Funciona bastante bien, la química con Elle Fanning es resultona, a pesar de que la actriz recupere (supongo que por el propio requisito del personaje) el aire de princesa simple y azucarada que parece que hacía tiempo que no se llevaba, aunque haya resultado menos cargante de lo que parecía en un principio. A pesar de ello, hubiera preferido que dieran más tiempo a la relación de Maléfica y Stephan (Sharlto Copley), para que su conversión en villana no fuese tan precipitada.
En eso se nota que Robert Stromberg sigue teniendo mucho que aprender como director principal de una película. Aunque el largometraje mantiene muy bien el ritmo y es entretenida casi todo el tiempo (la hora y media que dura ayuda mucho), hay ciertos puntos en los que todo se cuenta de forma muy precipitada, no dando tiempo a que ciertas tramas ganen el peso que deberían tener. Sobre todo el final, que no solo es excesivamente caótico, sino que se separa tanto del aire de 'La bella durmiente' que no termina de convencer. Una historia así no puede tener un final tan feliz, aunque es algo que podamos llegar a olernos en todo momento viniendo de la casa que viene. Sin embargo, sigo confiando en que, algún día, Disney aprenderá a confiar por completo en la oscuridad como atractivo y no solo como punto de partida para una historia o algo que derrocar. Es un terreno que da para mucho, y creo que los niños de hoy en día serían capaces de soportarlo mejor de lo que nosotros pudimos en su momento. Además, como ya he dicho, Angelina Jolie se crece cuanto más mala se pone. Habrá quienes no puedan ver más allá de la imagen de Maléfica que llevan viendo desde que eran pequeños, y no les culpo. Esta versión es una separación excesiva de la historia original, y aunque el resultado haya sido un cuento muy bonito, como decía antes, la oscuridad debería haberse quedado en la oscuridad.
A pesar de esta queja, 'Maléfica' sigue funcionando muy bien como un cuento pensado para el público del siglo XXI. Una vez más, el príncipe encantador de la historia es casi un mero extra, alejándose cada vez más de las historias de amor a primera vista (incluso atacan directamente ese tema con la relación entre la hechicera y el futuro rey). Al igual que 'Frozen: El reino del hielo', esta película nos muestra que el amor puede tener muchas formas, aunque la película animada sea más redonda que ésta. Dentro de las tramas secundarias, me quedo con Diaval (Sam Riley), un destacable consejero alado para Maléfica, en contraposición con las nuevas Flora, Fauna y Primavera, reducidas a un trío de chillonas voladoras, un alivio cómico que se pasa de tonto y resulta totalmente ridículo (al igual que su animación cuando son hadas).
En conclusión, 'Maléfica' es un entretenido cuento de hadas que no llegará a aburrir ni a pequeños ni a mayores. Su atmósfera mágica, la fotografía y la espectacular y exultante interpretación de Angelina Jolie consiguen suplir un montaje algo precipitado y alguna que otra decepción en lo que a efectos digitales se refiere. Eso sí, 'Wicked' sabe mantener mejor el canon de la obra en la que se basa que 'Maléfica', que pierde a medida que se aleja de lo que vimos en 'La bella durmiente'. Aunque, como explica la propia Maléfica en la película, hemos vivido mucho tiempo engañados, y por lo importante que ha sido en el mundo de los "érase una vez", se ha ganado todo el derecho a contar su versión. Aunque sea más luminosa de lo que debería.
