Todo festival de cine tiene un gran día y, en esta 71 Mostra de Venecia, ese día ha sido hoy. Dos grandes maestros del cine norteamericano como Abel Ferrara y Joe Dante han presentado sus últimos trabajos dando, así, sentido a una edición que poco a poco ha ido yendo a menos. Siendo dos filmes completamente distintos, ambos desprenden la maestría propia de dos grandes autores que han dado varios de los títulos más icónicos de la década de los 90' y 80' respectivamente.
'Pasolini', quizás la película más esperada del festival por ser Ferrara el autor más importante de esta edición y por centrarse en una de las figuras más queridas y representativas de la cultura italiana, gira en torno a los sucesos que rodearon la muerte del célebre intelectual en 1975. Encontrado su cuerpo una madrugada en la playa brutalmente apaleado y completamente desfigurado, las causas de su asesinato aún no han quedado claras. No se sabe si su asesinato fue por razones políticas o fue simplemente un crimen pasional. Sea como fuere, 'Pasolini' de Ferrara no es un biopic sobre el intelectual italiano, ni siquiera una película sobre las circunstancias de su asesinato, 'Pasolini' es un filme sobre una manera de entender el Arte con la cual Ferrara se siente reconocido.
Siendo, sin duda, la película más personal de toda su carrera, el cineasta neoyorkino se identifica con el cine del escritor italiano (así es como él se calificaba en su pasaporte) y lo utiliza para hablar sobre sí mismo. Personalmente creo que ese es uno de los motivos por el cual Willem Dafoe, encargado de dar vida a Pier Paolo Pasolini, habla en inglés en los momentos más introspectivos de la cinta, hecho que Ferrara ha dejado entrever en la rueda de prensa al alegar que ello es porque se trata de su lengua materna y, al mismo tiempo, es su película.
Así, 'Pasolini' no es el cine al que Ferrara nos tiene acostumbrados, sino una meditación sobre el por qué de ese cine. "Provocar es un derecho, ser provocado es un placer y quien rechaza ser provocado es un moralista" espeta Pasolini/Ferrara al inicio del filme, una declaración que sirve como nexo de unión entre ambos cineastas, siempre rodeados de polémica y provocación. Pero el filme no busca el enfrentamiento, sino la comunión. Una comunión que nos viene dada en forma de lírica reflexión en la que vida y cine confluyen como única vía hacia el Arte. El cine como parábola personal y no como mecanismo narrativo. Ferrara volcándose en Pasolini y representando sus últimos momentos de vida. Sensacional.
Arriesgada decisión haber tomado una figura de tal magnitud para identificarse pero ya se sabe, el riesgo y Abel Ferrara siempre han ido cogidos de la mano y siempre lo irán.
Vuelta a sus orígenes
El otro maestro encargado de devolver a la vida a esta 71 edición de la Mostra ha sido Joe Dante, el aclamado director de 'Gremlins'. Conectado a sus 3:30 de la madrugada vía Skype a la rueda de prensa de su último trabajo, 'Burying the Ex', el cineasta se mostró afable y entregado a la que supone una vuelta al cine que él mismo hacía en los 80'.
Si hace unos días Peter Bogdanovich presentó una screwball comedy con sabor al Hollywood dorado de Hawks, Lubitsch y compañía, Dante nos ha entregado una comedia de terror que tiene mucho de películas como 'El regreso de los muertos vivientes' o 'La pequeña tienda de los horrores'. 'Burying the Ex' es un divertimento de serie B multirreferencial amante de la cita cinéfila sobre la novia de un joven amante del cine de terror que después de morir vuelve a la vida convertida en una zombi para estar con él de por vida. Podría ser más alocada, pero el filme funciona más como celebración festiva del género y del espíritu de un tipo de cine que ya no se suele hacer que como desarrollo de una idea que se repite una y otra vez durante la cinta. A pesar de ello, no se le puede negar que la metáfora que lanza con sátira e ingenio sobre las parejas posesivas representada en una novia zombi que no deja en paz a su ex-novio, arranca más de una larga carcajada.