Según infoma Le Monde, Gaumont y UGC se han visto obligados a colocar carteles en los que anunciaban que 'Annabelle' no se vería en sus salas de cine de Marsella, Montpellier, París y Estrasburgo hasta nuevo aviso. Mientras que Warner Bros. no ha hecho declaraciones, los complejos sí que han ofrecido una explicación, que es bastante preocupante:
"Hemos tenido que llamar varias veces a la policía y devolver el dinero de más de 30 entradas, no era posible seguir así. Nos enfrentamos a una situación de pequeña delincuencia. Es una película que atrae a jóvenes de entre 12 y 15 años que son histéricos e inmanejables; se gritan dentro de la sala, empujan a los clientes en los pasillos y se pelean fuera. Van más a armar follón que a ver la película". Uno de los dueños de un cine de Montpellier añade: "Un grupo de revoltosos chavales de 14 años entró, comenzaron a insultarse y a escupirse entre ellos mientras otros se meaban en los asientos. Era como estar en un zoo".
'Annabelle' no tiene la culpa de una actitud tan maleducada por parte de los jóvenes franceses, podría ocurrir con cualquier película y, tristemente, en cualquier lugar. De hecho, que varios cines hayan tomado una decisión tan drástica debería llevarnos a abrir ciertos debates de nuevo. ¿Se ha perdido el respeto y la educación en las salas de cine?