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CRÍTICA

'20 años no importan': La alegría de vivir

David Moureau dirige a Virginie Efira y Pierre Niney en esta comedia francesa sobre una mujer que ronda los 40 que conoce a un universitario veinte años menor. En cines desde el 31 de enero.

Por Guillermo Álvarez 6 de Febrero 2014 | 11:00

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Frases como 'el amor no tiene edad' o 'la diferencia de edad no importa' suelen decirse en numerosas ocasiones cuando se ve a parejas en las que uno de los dos tiene unos cuantos años más que el otro. En este tipo de uniones el hombre suele ser mayor que la mujer, lo cual está mejor visto por la sociedad, mientras que cuando la mujer es mayor que el hombre, las críticas no suelen hacerse esperar. Esto es lo que nos cuenta '20 años no importan'.

'20 años no importan'

Alice Lantins (Virginie Efira) tiene 38 años, una hija a la que adora, un exmarido al que no quiere tanto y un trabajo que le apasiona. Trabaja en una revista de moda llamada Rebelle, y cuando se entera de que puede convertirse en directora hará todo lo posible para conseguir un puesto que lleva mucho tiempo esperando, incluso acabar con esa seriedad que ha hecho legendaria su mala fama.

El azar ha querido que Balthazar Apfel (Pierre Niney), un joven universitario despistado y bonachón, sea sentado junto a Alice en un vuelo de Brasil a París. El olvido de Lantins provoca que tengan que volver a verse. Ella solo quiere recuperar el pen drive que ha perdido, sin embargo una foto sacada con 'mala leche' y publicada en Twitter provoca que la imagen de la periodista cambie en su oficina. Se acabó la seria, llega la 'cougar'.

'20 años no importan'

Esta es una gran oportunidad para Alice Lantins, cuyo jefe quería que se desmelenara un poco si quería conseguir el puesto -donde tiene una rival muy peligrosa-, así que siguiendo los consejos de un compañero, vuelve a ponerse en contacto con el joven para invitarle a una fiesta en la que estará su superior, una ocasión para dejarse ver y demostrar que ha cambiado. ¿pero lo ha hecho realmente?

Desbordante química entre los protagonistas

'En 20 años no importan' nos encontramos ante una comedia francesa, un género que habitualmente poco tiene que ver con lo que se nos ofrece en España. A pesar la alta calidad con la que suelen contar el cine galo, '20 años no importan' tampoco es una maravilla, pero al menos entretiene y tiene una duración adecuada, pese a que algunas situaciones parecen realizadas para rellenar metraje.

20 años no importan'

La interpretación de los actores protagonistas es magistral. Virginie Efira borda su papel de mujer al borde de los 40 con una carrera de éxito y pocas ganas de divertirse, pero que en realidad redescubrir su lado más divertido y salvaje. Le da la réplica Pierre Niney, al que da gusto ver en pantalla haciendo de jovencito patoso, inocente y entrañable que no tiene miedo a enamorarse de una mujer que le dobla la edad. Resulta destacable (y positivo), que Niney no sea el típico galán de cine, sino un chico normal y corriente, y es que no siempre es necesario encabezar los carteles con el guapo de turno como suele ocurrir en España.

La química de estos actores a los que ha dirigido David Moreau, que en la vida real se llevan 12 años, hace subir peldaños a una película que aunque no aporta nada nuevo, sí parece pretender que se acaben determinados prejuicios sociales que nos impiden vivir como cada uno queremos; además, aunque el final sea previsible, deja buen sabor de boca, algo que no todo los filmes consiguen. Sin duda, '20 años no importan' es un canto a la alegría de vivir, una felicidad que todos debemos buscar, y que tarde o temprano encontraremos de una forma y otra.