Si en los últimos años ha habido un género capaz de elevarse por encima de la media como apuesta de éxito segura, destrozando taquillas sin piedad a nivel mundial, ese ha sido el del cine de superhéroes. Incluso en unos tiempos tan complejos y extraños como los que nos ha tocado vivir será una película de superheroínas ('Wonder Woman 1984') la que juegue próximamente un papel fundamental como blockbuster del año. Un titular tan potente como aquel que confirma que nos quedamos sin nuestra película anual de Marvel por primera vez desde, atención, 2009. Casi nada.
Sin embargo, podemos aprovechar estas ausencias y rebajas en este terreno cinematográfico para mirar más allá de los dos grandes trasatlánticos del género, Marvel y DC, sin dejar de disfrutar del género superheroico. Y es que, aunque parezca increíble, hay vida más allá de las citadas compañías, como demuestran estas 20 películas que presentan un conjunto de historias y personajes relacionados con el universo de los superhéroes, eso sí, desde un prisma completamente distinto.
Comedias hilarantes, melodramas existenciales, aventuras de corte muy clásico e incluso coqueteos con el terror y el suspense se dan cita en esta lista de película de superhéroes que, sin tener absolutamente nada que ver con Marvel ni DC, pueden andar con la cabeza bien alta. 20 propuestas que van de lo notable a la obra maestra y que aseguran un entretenimiento total al que sumar una siempre agradecida dosis de descubrimiento y sorpresa.
Mejores películas de superhéroes que no son de Marvel ni de DC
'Darkman'
Las toneladas de genialidad demostradas por el siempre interesante Sam Raimi en sus adaptaciones cinematográfica de Spider-Man, especialmente en una 'Spider-Man 2' que sigue siendo una de las cimas incontestables del género, ya había tenido una predecesora maravillosa llamada 'Darkman'. Protagonizada por Liam Neeson y Frances McDormand, brillantes ambos, esta carta de amor al cine de superhéroes encontraba la mejor de sus virtudes en la cámara apasionada y apasionante de un director obsesionado con jugar siempre al máximo, poniendo toda la carne visual en un asador en permanente estado de ebullición. Lo que queda, en definitiva, es un entretenimiento que no ofrece segundo alguno al respiro, consiguiendo evitar el riesgo del bostezo mediante el movimiento continuo, la energía imparable, el espectáculo constante y el estado de inspiración total de un Raimi que entrega aquí, sin lugar a dudas, uno de sus trabajos más memorables. Larga vida a 'Darkman'.
'El protegido'
Cuando uno se sienta a ver una película con la firma de M. Night Shyamalan, siempre anda alerta por si alguna pista está cayendo por el camino, por si hay pequeñas migas de pan que nos lleven a encontrar la casa antes de que nos muestre la verdadera ruta, el destino más resplandeciente. 'El protegido', excelente película que se metía de cabeza en los dramas e inseguridades que habitan en la mente del superhéroe mucho antes de que Christopher Nolan pareciera inventarlo con su saga del hombre murciélago, llegaba después del fenómeno social y cinematográfico de 'El sexto sentido' como una declaración de intenciones. En esta ocasión, Shyamalan exigía más al espectador, apostaba por un ritmo mucho más lento e introspectivo, buscaba constantemente la poesía visual, la grandeza de las cosas más sencillas. Y lo conseguía. De paso, jugaba una vez más la última carta con toda la sabiduría del mundo.
Convirtiendo ese giro en epílogo, Shyamalan ofrecía la dimensión total de su mensaje, desvelaba todo el juego, conseguía épica a través de un apretón de manos, terminaba de dibujar definitivamente a sus dos personajes principales y dejaba surgir una emoción que solamente se intuía a lo largo del relato. La que para muchos, incluido el propio Shyamalan, es la mejor película de su filmografía, enseñaba que un giro final puede ser tan necesario para la historia como un prólogo o un hecho clave en su desarrollo. Las sorpresas no son siempre gratuitas. Y en esta obra maestra queda más que claro. Un clásico contemporáneo. Una de las mejores películas de lo que llevamos de siglo. Un universo propio que, sin nosotros si quiera intuirlo, nacía de la manera más excepcional posible.
'Kick-Ass. Listo para machacar'
Tras demostrar un talento más que interesante con sus dos primeros trabajos, las espléndidas 'Layer Cake - Crimen organizado' y 'Stardust', el director y guionista Matthew Vaughn firmó con 'Kick-Ass: Listo para machacar' una de las mejores y más inspiradas películas de superhéroes de la última década. De eso estamos hablando.
Y es que, adaptando el cómic de Mark Millar, el cineasta británico ofreció a los espectadores un auténtico festival de carcajadas, violencia, grandes canciones, personajes memorables y, sobre todo, ideas visuales realmente fascinantes, que conformaban un entretenimiento tan vertiginoso como divertido, tan trepidante como sobresaliente. Por desgracia, la secuela no estuvo a la misma altura, pero 'Kick-Ass: Listo para machacar' sigue brillando frente a sus heroicas y mastodónticas competidoras desde la frescura y la originalidad.
'Los Increíbles'
El maravilloso homenaje a los superhéroes de andar por casa con el que Brad Bird deslumbró al mundo en 2004, 'Los Increíbles', era, por encima de todo, una carta de amor al género que, visto todo lo que vino después, fue un auténtico punto de inflexión, el comienzo real de un aluvión de personajes con superpoderes que han marcado de manera evidente la última década de cine.
Por eso resulta curioso comprobar cómo la historia que escribió Bird sigue manteniéndose en plena vigencia como una de esas cimas a las que muchas películas de la misma temática intentan acercarse con resultados desiguales. Una influencia mucho más presente de lo que pueda parecer de la mano de una obra maestra del entretenimiento, una pirueta visual y narrativa de primer orden.
'Hellboy'
Tras el espectacular éxito comercial obtenido con 'Blade II', una secuela, por cierto, muy superior tanto a su predecesora como a sus entregas posteriores, Guillermo del Toro se embarcó en uno de sus proyectos más ansiados: 'Hellboy', adaptación cinematográfica del cómic firmado por Mike Mignola. Una obra en la que habitaban muchas de las inquietudes y características más reconocibles del celebrado universo del oscarizado director mexicano. Es decir, que todo apuntaba en la dirección más esperanzadora. Y por fortuna, se cumplieron los mejores presagios.
Con la inestimable ayuda de un reparto entregadísimo a la causa, con un pletórico Ron Perlman a la cabeza, Del Toro supo mimetizarse por completo con lo mejor del original literario sin perder por ello la oportunidad de desplegar gran parte de su personalidad e imaginario propio, creando así una adaptación realmente memorable. Y es que hablamos de una de esas películas en las que todos los elementos funcionan a su máximo nivel, logrando algo muy similar al entretenimiento perfecto. Un espectáculo brillantemente medido, divertido, clásico, emocionante y espectacular.
'Rocketeer'
Empecemos por lo malo: Bill Campbell, desde luego, no tiene carisma suficiente para liderar una franquicia superheroica, algo que queda demostrado en una interpretación bastante fría y carente de inspiración. Y hasta aquí los puntos negativos de 'Rocketeer', fantástica propuesta de entretenimiento clásico entregado por una Disney que, lástima, no consiguió contagiar al público su entusiasmo por este personaje y su universo. Sin embargo, ese fracaso en lo comercial ha terminado convirtiendo a la película dirigida por Joe Johnston en una especie de joya de culto a la que se le han ido sumando admiradores años tras año. Un reconocimiento tan tardío como merecido ya que nos encontramos ante una película repleta de encanto, elegancia, aventura, romance y acción, narrada con pulso firme y llena de momentos para el recuerdo. Un diamante escondido en el género.
'Diamond Flash'
No entraremos a debatir si el cine español necesitaba a un tipo como Carlos Vermut o a una película como 'Diamond Flash'. No es el momento, ni el lugar. O sí. Es evidente que un país siempre requiere la aparición de genios potenciales, directores arriesgados que sepan lo que hacen, que tengan claro lo que quieren contar y el modo en el que desean hacerlo. 'Diamond Flash' era un debut sobresaliente que nos permitía soñar con un futuro repleto de grandes películas, algo que, desde luego, 'Magical Girl' y 'Quién te cantará' convirtió en excelsa realidad.
Sin embargo, este primer trabajo ya certificaba la categoría de Vermut como ESE cineasta al que había que seguir la pista, que justificaba pagar el precio de una entrada permitiéndote entrar en su universo, dejándote jugar con sus personajes, cediendo al espectador el espacio necesario para que complete el puzle con las piezas que forme su propia mente, la percepción de lo que está contando y, al mismo tiempo, la sospecha de lo que está ocurriendo fuera de cámara. Un compendio de aciertos que siguen haciendo de 'Diamond Flash' una de las películas españolas (y de superhéroes) más complejas y fascinantes de la última década.
'La máscara'
Y el mundo se rindió ante Jim Carrey. Tras conquistar las taquillas de Estados Unidos con la primera entrega de 'Ace Ventura, un detective diferente', el actor conseguía el éxito internacional con 'La máscara', más que notable comedia con la que Carrey, de manera definitiva, se convertía en la nueva estrella de Hollywood. Y aquí tenemos, además, su mejor versión. Su manera de transformarse en un auténtico dibujo animado, realizando movimientos corporales imposibles, rizando el rizo del exceso y la locura y marcando un vibrante ritmo de gags que no ofrecían descanso alguno, sigue siendo un auténtico festín para todos los admiradores de la comedia más desenfrenada.
'La máscara', que sumaba además el descubrimiento de una irresistible Cameron Diaz, se ayudaba de unos efectos especiales deslumbrantes para conseguir alcanzar sus delirantes cotas de expresividad cinematográfica, pero el mérito, todo, lo tenía ese fenómeno de la naturaleza llamado Jim Carrey.
'Mistery Men'
¿Por qué aparece 'Mistery Men' en esta lista? Es más, ¿por qué es imprescindible que 'Mistery Men' aparezca en esta lista?
Ahí van las siete razones:
- Mr. Furioso. Su nombre real es Roy y trabaja en un desguace de automóviles. Dice que su poder es tener súper fuerza, activada sólo si llega a enfurecerse. Se decía que en una ocasión había sido capaz de levantar un autobús, pero en realidad sólo lo empujó un poco, con ayuda del conductor, que pisaba el acelerador.
- El Pala. Su nombre real es Eddie y su habilidad especial es el dominio de la pala.
- El Rajá Azul. Su nombre real es Jeffrey y vive con su madre. Su habilidad está en el lanzamiento de tenedores ya que se niega a lanzar cuchillos porque asegura que no se puede combatir el crimen volviéndose uno un criminal. Durante las misiones habla con acento británico y, a pesar de su nombre, su traje no tiene nada de azul.
- El chico invisible, quien es capaz de volverse invisible solamente cuando nadie lo ve.
- El flato, personaje cuyo superpoder es una flatulencia fulminante. Ese poder es debido a la maldición de una gitana, a quien acusó de una flatulencia de la que no era culpable.
- La Bola, una chica con la habilidad de lanzar una bola de bolos transparente que contiene un cráneo dentro, el cual asegura que es de su padre y que puede escuchar.
- La Esfinge, quien tiene el poder de desarmar pistolas con la mente y soltar frases legendarias con la misma facilidad.
Con semejante colección de personajes increíbles e hilarantes, insisto, era imposible que 'Mistery Men' no apareciera en este especial. Y con letras de oro.
'Capitán Calzoncillos: su primer peliculón'
'Capitán Calzoncillos: su primer peliculón', adaptación de la serie de libros infantiles escritos por Dav Pilkey desde el año 1997, es una de las cartas de amor a la creatividad, la amistad y el sentido del humor más brillantes e imaginativas que podemos encontrar en la última década del cine de animación. Un incombustible tren de ideas geniales que suponen un auténtico festín para los amantes del género, divirtiendo sin descanso y arrancando alguna que otra lágrima de pura ternura. Una propuesta por encima del notable que descubre un nuevo destello de talento en cada visionado.
'Proyecto Power'
A pesar de que la respuesta por parte de crítica y público no ha sido especialmente entusiasta, 'Proyecto Power' es una de esas propuestas que no engaña a nadie, que va de cara, que tiene claro lo que quiere y el modo en el que lo quiere. Se trata de aprovechar el abarrotado tren del género de cine de superhéroes para encontrar algo más o menos original y refrescante, ofreciendo acción espectacular, ubicada especialmente en su vertiginoso tramo final, buenos personajes protagonistas, algún que otro giro efectivo en la historia y, por encima de todo, la sensación de entretenimiento constante. Y lo consigue. ¿Podría haber sido mejor? Seguro. ¿Aprovecha su potencial al máximo? Para nada. ¿Es 'Proyecto Power' un pasatiempo que cumple perfectamente con su esencia de blockbuster para disfrutar con el cerebro desconectado? Ni una duda.
'Hancock'
La primera gran superproducción de la carrera de Peter Berg, la cual llegó tras la espléndida 'La sombra del reino', fue 'Hancock', historia sobre un superhéroe en horas bajas al servicio de un Will Smith entregado a la causa y una estupenda Charlize Theron que merecía una atención mucho mayor en la historia. Acción, comedia y unas gotas casi imperceptibles de drama que terminaban construyendo una propuesta distinta, interesante y especial en la práctica totalidad de sus apartados.
Y es que, desde el primer momento, 'Hancock' va mucho más allá de su curioso punto de partida, sorprendiendo a un espectador que, salvo ese clímax final sin demasiado sentido que solamente funciona como la versión más básica de espectáculo palomitero, nunca termina de saber el siguiente paso que va a escoger la historia. Y lo imprevisto, en producciones de estas características, suele brillar por su ausencia. Un motivo más para subrayar 'Hancock' como una de las películas de superhéroes más infravaloradas de los últimos años.
'The Green Hornet'
Condenada de forma inevitable a ser considera para siempre como la gran obra fallida de la carrera de Michel Gondry, 'The Green Hornet' supuso una pesadilla a casi todos sus responsables, empezando por el propio cineasta.
Sin embargo, esta comedia absurda repleta de espectaculares escenas de acción, pura imaginación, puro Gondry, tiene mucho más en su interior de lo que pueda parecer en un primer vistazo, comenzando, sin lugar a dudas, con la dirección del francés, especialmente obsesionado en la construcción de la set piece más delirante posible, hasta una primera mitad a la que, aún hoy, cuesta encontrar demasiados errores. Por supuesto que no es una gran película, pero este avispón verde encuentra su encanto en la imperfección. Aquellos que quieran reivindicarla, bienvenidos a este barco.
'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)'
Después de hundirse en el barro más denso con 'Biutiful', Alejandro González Iñárritu se planteó acercarse a la comedia por primera vez en su carrera. Más allá del capricho, uno intuye que se trata de una decisión necesaria, buscar aire tras bucear durante tantos años en medio del lado más dramático de la vida, ese que roza con la punta de los dedos el sufrimiento. ¿Y qué mejor para buscar la carcajada que el reírse de uno mismo? El director plantea con 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)' otra reflexión, la del ego y el peso de la fama sumado al paso del tiempo, para profundizar sobre el universo de Hollywood, lo que representa, lo que necesita para alimentarse y la falta de piedad de muchos de sus representantes. Un lugar en el que las películas de superhéroes marcan el ritmo de la industria y en el que sobrevivir a ellas, y a su correspondiente fama, es algo casi imposible.
Una propuesta arriesgada que apuesta por un reto visual de primera categoría. Orquestada como un tour de force técnico deslumbrante con un (falso) plano secuencia único a través del cual se desarrollan sus dos horas de metraje, 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)' es una montaña rusa de sensaciones en las que los diálogos de oro, convertidos en balas y abrazos, marcan un ritmo incansable. Una película que atrapa, que vuela libre, que se arriesga y gana, que se desmarca del resto a través de la medida desmedida, la locura controlada, la pasión hacia un oficio y la capacidad de ser autocrítico.
'Power Rangers'
Pese a no contar con el éxito comercial esperado, 'Power Rangers' superó más de una expectativa en lo artístico, terreno que, al fin y al cabo, es el que realmente importa. Y es que, ofreciendo un respeto total hacia la serie de 1993 que nos atrapó a millones de personas, la propuesta dirigida por Dean Israelite inyectaba una energía fresca y renovada que terminaba por redondear una jugada en la que la nostalgia jugaba un papel tan fundamental como inevitable.
Con un buen número de escenas de acción bien resueltas, una villana estupenda interpretada por una Elizabeth Banks que se lo pasaba pipa y un reparto de adolescentes con sorprendente química y desparpajo, este regreso de los 'Power Rangers' justificaba su existencia con creces. Podría haber sido un auténtico desastre, ni una duda al respecto, pero la misión terminó en (entretenidísimo) éxito.
'Scott Pilgrim contra el mundo'
La adolescencia tiene un ritmo trepidante. El director Edgar Wright lo entendió a la perfección y, en 2010, regaló una joya de culto llamada 'Scott Pilgrim contra el mundo' que se servía de la novela gráfica homónima de Bryan Lee O'Malley para captar esa sensación sin permitir un minuto de descanso. Tras unos epilépticos títulos de crédito, Wright comienza un festín visual arrollador en el que los ochenta, la sitcom, la psicodelia, los superhéroes y supervillanos, el punk rock y, claro, el videojuego se dan la mano en una montaña rusa que cuenta, sencillamente, la clásica historia de chico conoce a chica.
Michael Cera, estrella principal del género, lidera junto a Mary Elizabeth Winstead, una aventura en formato arcade que, tras un primer tramo algo confuso por aluvión de referentes, consigue su principal objetivo en una segunda mitad repleta de aciertos visuales, mensajes tópicos pero efectivos y comedia de altos vuelos. Probablemente, la comedia adolescente más sorprendente de los últimos años, 'Scott Pilgrim contra el mundo', consigue capturar el frenesí adolescente, catapultar la imaginación generacional hasta el infinito y sacar todo el jugo posible a la relación cine-novela gráfica. Partida ganada. El concepto de película generacional llevado al extremo. Fuegos artificiales, besos y batallas. Una locura.
'Megamind'
Vuelta de tuerca de la figura del villano en clave de comedia romántica, 'Megamind' es otro de esos personajes cuya caída en el olvido general constituye toda una injusticia. Aquí tenemos traumas infantiles, complejidad psicológica y la necesidad real que tenemos todos los seres humanos de tener un rival al que enfrentarnos, el cual podríamos ser perfectamente nosotros mismos. Todo ello, que no es poco, acompañado por unos gags que funcionan como un reloj, una montaña rusa de acción imparable y un clímax final de los que demuestran una inspiración especial. Pocos villanos tan geniales como Megamind hemos encontrado en el cine de superhéroes de los últimos años. Conviene recordarlo con mayor intensidad.
'Lucy'
Al fin, en 2014, Luc Besson decidió regresar al cine de acción en su estado más puro con 'Lucy', acompañado además por la mismísima Scarlett Johansson. Todo era celebración, entusiasmo, curiosidad, ganas de comprobar si la mejor versión del cineasta, demasiado lejana en el tiempo, volvía de nuevo con una de esas heroínas duras y contundentes marcas de la casa. Y, aunque el éxito no fue en absoluto tan redondo, lo cierto es que, al menos, no nos aburrimos. Ya era un avance observando los precedentes.
El problema, y no es pequeño, es que tras un arranque vibrante, realmente espectacular en su puesta en escena y capacidad para agarrar por el cuello al espectador, 'Lucy' se dirigía con paso firme hacia uno de los tramos finales más absurdos y ridículos de los últimos años. Un desenlace absolutamente marciano, especialmente estúpido si se analiza con frialdad, pero que no debería empañar por completo los logros de una propuesta que, durante buena parte de su metraje, funcionaba a la perfección en su terreno de sudoroso, violento y sangriento espectáculo de golpes y explosiones.
'Robocop'
A pesar del tiempo que ha pasado desde su estreno, sigue siendo increíble la forma en la que Hollywood le entregó a Paul Verhoeven la oportunidad de vestir de blockbuster una película tan salvaje, explícita, sangrienta y violenta como 'Robocop'. De acuerdo, los ochenta eran pura libertad, pero incluso así es impactante comprobar la forma en la que este clásico cruzaba casi todas las líneas posibles, redondeando un espectáculo irresistible de puro exceso. Una propuesta que arranca pisando el acelerador al máximo y consigue mantener el vértigo durante cien minutos trepidantes que no ofrecen respiro alguno. Un disparate maravilloso que disfrutar sin prejuicios ni resistencia.
'Orígenes secretos'
Todo el amor, pasión, respeto, admiración y agradecimiento que siente el guionista y director David Galán Galindo hacia el mundo de los cómic se traslada con la misma fuerza y honestidad a la pantalla en 'Orígenes secretos'. Protagonizada por un tridente que es pura química formado por Javier Rey, Verónica Echegui y Brays Efe y con secundarios de auténtico lujo como Antonio Resines, Leonardo Sbaraglia o un inspiradísimo Ernesto Alterio, la película funciona de manera notable en su esencia de relato de construcción de superhéroe, rindiendo tributo a algunos de los principales referentes del género sin olvidar crear un universo propio y repleto de potencial. Un estupendo entretenimiento superheroico del que ya muchos estamos esperando una secuela. Cruzamos dedos.