Ser fan cinéfilo de Marvel se está volviendo un trabajo muy complicado. Con sus más y sus menos, desde que el estudio comenzó su Universo Cinematográfico ha salido airoso en cada uno de sus capítulos. Es evidente que eso no puede ocurrir siempre, en algún sitio tiene que estar el techo. Cuando, además, se acerca un punto clave en la historia como es 'Vengadores: La era de Ultron', el riesgo de no alcanzar el listón es muy alto. Por eso, el alivio que se siente al ver que, una vez más, han conseguido superarse es una sensación indescriptible.
Porque Joss Whedon lo ha vuelto a hacer. Casi terminada la Fase 2, los superhéroes principales del estudio se vuelven a reunir para seguir lidiando con la amenaza de HYDRA, que volvieron con fuerza en 'Capitán América: El soldado de Invierno'. Por el camino, Tony Stark y Bruce Banner comienzan a investigar en un prototipo de inteligencia artificial que encuentran en una de las bases, y que podría servirles para retirarse para siempre. Con una inteligencia que fuera capaz de adaptarse, la máquina podría luchar por ellos. Pero Ultron cuenta con demasiado libre albedrío, rebelándose contra sus creadores y dictaminando que, para proteger la Tierra, tiene que acabar con los humanos, su mayor plaga.
'Vengadores: La era de Ultron' cuenta con una curva de evolución muy clara y trabajada. El comienzo de la película podría ser perfectamente una serie de escenas eliminadas del blockbuster de 2012. El humor y la acción cuentan con todo el protagonismo, y vuelven a hilarse de forma magnífica. Desde el primer minuto capta nuestra atención, aunque es inevitable pensar que puede que hayan querido jugar a lo seguro y hacer lo mismo que con 'Los Vengadores'. En el fondo les salió bien. Por suerte, tanto Marvel como Joss Whedon no tienen intención de pecar de poco innovadores, y desde que entra Ultron en escena, el tono cambia progresivamente y nos vamos metiendo en una historia más oscura, más dramática y más madura.
Eso se nota, por ejemplo, en el humor. Éste va desapareciendo hasta pasar a ser bastante puntual, lo que no está mal, ya que es necesaria una cierta solemnidad en una entrega que realmente quiere profundizar en ciertos aspectos personales de los protagonistas y en un peligro real de perecer por el camino. Las risas quedarán relegadas a un tremendamente carismático villano, gran trabajo de voz de James Spader, digno hijo de su padre, Tony Stark; y a alguna que otra situación que sirva como alivio para el resto de la trama. En esta entrega, cobran mucha importancia el sentimiento de equipo y los papeles que tienen los Vengadores dentro de él, qué les hace imprescindibles en el grupo. Sobre todo referido a los que no tuvieron su oportunidad en la entrega anterior.
El que más gana en eso es Ojo de Halcón, que no solo consigue tener el momento más inesperado de la saga, sino que también se muestra la verdadera razón por la que un "simple" arquero se rodea de tanto súper hombre. La humanidad del personaje de Jeremy Renner resulta ser más importante de lo que nos dejaron ver, y en esta película se le hace justicia en muchas ocasiones, además de darle grandes frases con las que se llevará al público en el bolsillo. Viuda Negra y Hulk también consiguen un mayor peso y ayudan a que la saga incluya también un lógico componente de relaciones personales, algo en lo que se quedaba muy corta la primera entrega. Su historia solo da unas primeras pinceladas, no entorpece al festival de acción que también quiere ser esta secuela. También se hace hincapié en la diferencia de personalidad de Steve Rogers y Tony Stark, el demasiado recto y el demasiado impulsivo, claramente sentando las bases de lo que veremos en la 'Civil War', aunque la brecha, de momento, no es tan clara ni consigue minutos innecesarios cuando tendrá película propia en un año.
Lo bueno que deja claro 'Vengadores: La era de Ultron' es que Marvel está mirando constantemente al pasado, presente y futuro de su historia para recoger las buenas ideas, diferenciar sus películas para hacerlas momentos únicos, y aspirar a algo todavía mayor. En ese sentido, por los planes que tiene el estudio sabemos que se avecinan tiempos difíciles, con dos "guerras" en el horizonte, y de ahí que sea muy orgánico el paso del blockbuster blanco y bastante inocente que era 'Los Vengadores' a una historia más madura, más psicológica y compleja. Con este movimiento podrían perder a muchos que querían ver una historia tan disfrutable como 'Los Vengadores', pero logran mantener el nivel de espectacularidad para que siga dejándonos con la boca abierta. Tendremos batallas épicas, tendremos acción combinada, planos de esos que merecería la pena repetir veinte veces, en los que los Vengadores se encadenan de forma perfecta para darnos un chute de adrenalina brutal, y son capaces de superarse a sí mismos. El clímax de esta entrega es tan grande que la batalla de Nueva York parece un juego de niños. Todo, además, rodado con tanta agilidad y unos efectos especiales tan increíbles, que no se le puede sacar un pero.
Bruja Escarlata, la mejor decisión
Y seguimos mirando hacia delante. La mejor decisión que ha tomado Joss Whedon ha sido la inclusión de los Maximoff en la historia. No, no son mutantes, se les llama "mejorados", son creaciones de un experimento, muy del estilo del de Capitán América, lo que hace que puedan encajar en este Universo sin tocar derechos de otras distribuidoras. El Mercurio de Aaron Taylor-Johnson es menos llamativo que el de Evan Peters no por falta de escenas, ya que sale bastante, sino porque no es su labor robar la atención como sí era el caso de Mercurio en 'X-Men: Días del futuro pasado'. Aquí aparece en su justa medida, cumple su labor, que es ser el apoyo de la verdadera estrella: Bruja Escarlata. Es, sin duda, la mejor novedad de toda la película. No solo es un personaje complejo, interpretado fantásticamente por Elizabeth Olsen, sino que además sus poderes psíquicos permiten conocer el lado más oscuro de los Vengadores, y amplía las capacidades de este Universo de forma exponencial. Wanda Maximoff es una pieza clave para que esta entrega salga airosa y permita alcanzar ese toque más sobrenatural y oscuro a la historia. Podría haber quedado como un pastiche, y la jugada es maestra. Un nuevo ejemplo de evolución constante.
Por si todo esto fuera poco, y ya es sorprendente que cada pieza de todo este entramado se encadene con éxito, la película es un gran punto de anclaje para afianzar lo que hemos visto y soltar las cuerdas de lo que veremos. Los fans disfrutarán de lo lindo descubriendo un buen número de inesperadas apariciones y cameos, no solo el ya tradicional paseo de Stan Lee. También verán como futuras películas entran en escena ligeramente, gracias a que la película salga de Estados Unidos y nos lleve a Europa del Este, Corea del Sur o la costa de África. Sin desvelar nada, también es loable la capacidad de contenerse y no revelar detalles o personajes demasiado pronto, todavía es el momento de Thor y los demás, y merecen no verse distraídos por el futuro antes de tiempo. Pero la película está plagada de regalos para aquellos que han sido fieles desde el principio y para los marvelitas que no se pierden un cómic. De hecho, el que no haya visto las películas anteriores del Universo va a encontrarse muy perdido, esta es una historia muy compleja y no van a pararse a explicar nada a nadie. Ya es bastante que todo lo que muestran les salga bien.
El Universo Marvel sigue creciendo, y 'Vengadores: La era de Ultron' vuelve a ser un salto cualitativo para todo este género. Como ya he dicho, Joss Whedon arrasa con una historia que no se olvida de donde viene, que sabe evolucionar y que sienta las bases para lo que está por venir. No es estática, no se detiene en un lugar seguro o repite los mismos trucos. No se le puede achacar que sea repetitiva. Ya conocíamos bien a muchos de estos personajes, ahora consiguen que conozcamos en profundidad a los que quedaban. Nos vuelven a presentar el potencial, tanto argumental como visual, que tienen estas películas, y cómo se puede dar un poco más cuando parecía muy difícil que se pudieran superar. Por encima de todo, es un goce verla, sigue siendo un espectáculo de gigantescas proporciones, un placer para todo el que se haya visto arrastrado por este Universo anteriormente. Probablemente no convenza a los que se quejan de que hay demasiadas películas de superhéroes, ni falta que le hace. Si algo deja claro esta película, es que por ejemplos como éste el cine de superhéroes está tan de moda.
Decía al principio que se está haciendo muy complicado ser fan de Marvel, y es así. De 'Vengadores: La era de Ultron' sale uno extasiado con lo que ha visto, pero temeroso de nuevo porque tanta ambición tiene que acabar pinchando en algún momento. No negaré que voy a echar de menos a Joss Whedon, creo que pocos tienen una visión tan clara de lo que busca el espectador con este tipo de películas. Pero son esas ganas de no estancarse, de seguir evolucionando y arriesgando, las que quitan un poco de miedo y hacen que podamos tener esperanza y que pensemos que ese techo todavía está muy lejano.