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PRECRÍTICA

'Wanted (Se busca)', rizando el rizo del rizador rizado del...

El ruso Timur Bekmambetov regresa con su particular orgía de excesos en su primera película en terreno hollywoodiense.

Por Óscar Martínez 12 de Septiembre 2008 | 10:06

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Protagonizada por James McAvoy, Angelina Jolie, Morgan Freeman, Terence Stamp, Thomas Kretschmann, Common, Kristen Hager, Marc Warren, David O'Hara, 'Wanted (Se busca)' supone el salto al mercado hollywoodiense del cineasta ruso Timur Bekmambetov, responsable de 'Guardianes del día' y 'Guardianes de la noche'.

Basada en el cómic creado por J.G. Jones y Mark Millar, la película cuenta la historia de un joven que descubre que su padre, al que daba por muerto, era un afamado asesino a sueldo miembro de una organización secreta. El joven será reclutado por la misma organización para la que trabajó su padre, siendo entrenado por un hombre llamado Sloan para seguir los pasos de su progenitor y acabar con el traidor que acabó con la vida de su padre.

Decir que 'Se busca' es una suma de 'Matrix' y 'Guardianes' de la noche sería un craso error, sobretodo si tenemos en cuenta que la ópera prima de Timur Bekmambetov y su secuela ya mamaban con descaro de buena parte de los elementos visuales de la trilogía de los hermanos Wachowsky.

Na Na Nara Nana Na Na Nara...

Así pues, podríamos decir sin atisbo de duda que 'Se busca' es una transliteración hollywoodiense de las anteriores películas del director ruso adaptadas al cine de acción prototípico norteamericano actual, es decir, simplificando aún más la trama y saturando de CGI al espectador de turno.

Para bien o para mal, el particular universo vampírico de las anteriores películas de Bekmambetov se pierde en favor de una historia manida y dotada de lamentables ecos místicos que, por contra, se antoja bastante menos cargante y entretenida que la feria ambulante que suponían ser 'Guardianes del día' y 'Guardianes de la noche', en un producto que se sostiene única y exclusivamente por una estética videoclipera y un ritmo trepidante en el que las vaciladas se antojan como alma mater exclusivo de la película.

Y es que, si algo cabe reconocérsele a Timur Bekmambetov, es su innata maestría en el arte de la saturación, en ese juego del más difícil todavía tan característico de su filmografía que conduce al espectador hacia los extremos de la somnolencia o de la hilaridad, dependiendo del estómago de cada cual. Y Wanted, por si alguien lo dudaba, es exactamente eso: una saturación de CGI que sorprende en su primera parte, entretiene en su grueso central, y aburre en su tramo final.

Lo mejor, en cualquier caso, es agenciarse un enorme cuenco de palomitas y disfrutar (o no) con una película que contiene más metraje en cámara lenta que a velocidad normal, en el que las balas se tiran con efecto, y en el que la Mule-Jenny se convierte en una suerte de Parca sicaria.

Eso sí, la Jolie ta mú güena.