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CRÍTICA

Los 8 tópicos que más 'Rabia' nos da ver en las series españolas

La nueva ficción de Cuatro no consigue dejar de lado los habituales clichés de la ficción nacional.

Por Héctor Alabadí Toledo 1 de Octubre 2015 | 12:07

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La industria televisiva avanza a pasos agigantados. Nada tienen que ver las producciones de ficción actuales con las de antaño. Los decorados de cartón piedra han sido sustituidos por escenarios reales y los actores han dejado de ver la caja tonta como un medio menor, logrando que la línea que separa el cine de, cierta, televisión sea prácticamente inexistente. La ficción española ha ganado prestigio en los últimos años, con producciones que han dado un paso adelante con sus innovaciones.

 'Rabia'

Esta semana, se ha estrenado 'Rabia', la gran apuesta de ficción de Cuatro. La serie, producida por Isla Audiovisual, narra la historia de personas contaminadas por el virus de la rabia. Tras someterse a un tratamiento experimental e ilegal para curar sus enfermedades, tienen terribles efectos secundarios: los afectados se convierten en seres rabiosos, agresivos y totalmente incontrolables. El gobierno decide aislar a estos enfermos, pero el grupo de infectados no está dispuesto a que experimenten con ellos. Cuando están siendo transportados al centro especializado, logran escapar y se convierten en fugitivos que huyen de las autoridades.

La elogiable propuesta no ha estado a la altura. Aunque se valora el riesgo de Mediaset por intentar ofrecer un producto diferente, sus carencias, sus limitaciones presupuestarias, las incoherencias del guion y los estigmas clásicos de la ficción española se hacen patentes en 'Rabia'. A pesar de contar con una idea potente, no deja de ser una versión descafeinada de 'The Walking Dead' o '28 días después'. Sí, las comparaciones son odiosas, pero no podemos evitarlo.

La nueva serie de Mediaset tiene ritmo y entretiene, pero sigue repitiendo los tópicos más habituales de la ficción española. Repasamos los principales clichés de 'Rabia'.

Los 8 tópicos que más 'Rabia' dan

La comida en familia no puede faltar

La comida en familia no puede faltar

Sin duda, se trata del gran clásico de la ficción española. Desde que la familia Martín realizase multitudinarios desayunos en 'Médico de familia', muchas han sido las series que han continuando esta práctica, ideal para incluir product placement. 'Rabia' no podía ser menos. No importa que sean fugitivos que acaban de esconderse en un cobertizo abandonado, da igual que estén amenazados de muerte por uno de los "zombies" contaminados, el show debe continuar y los rabiosos se preparan para comer en familia. No dudo que deban alimentarse, pero igual podrían haber esperado un poco más para que fuese menos forzado.

Ponga un chico guapo y cachas en su serie

Ponga un chico guapo y cachas en su serie

La carne vende, eso lo sabemos todos. No hay serie española que se precie, o no, que no cuente con recurrentes secuencias donde los actores y actrices más atractivos enseñen un poco de carne. 'Rabia' supone el debut televisivo de Diego Martínez ('Como la espuma'), que pretenden convertirlo en el reclamo sexual de la ficción de Cuatro. Sus ajustadas camisetas que marcan su cuerpo musculado y su torso desnudo ya han hecho su aparición en el primer capítulo.

Tu cara me suena, demasiado

Tu cara me suena, demasiado

Nadie duda del solvente reparto con el que cuenta 'Rabia'. Adriana Ozores, Concha Cuetos, Fele Martínez, Paco Tous, Malena Alterio o Patricia Vico, son reputados actores que ya han demostrado sus eficacia en otros proyectos. Pero, resulta complicado conseguir un resultado verosímil, donde los espectadores podamos sumergirnos en la historia, con un elenco tan recurrente. Una historia de tales características necesita nutrirse de actores menos mediáticos, incluso anónimos, que puedan resultar más creíbles para el espectador, menos reconocibles o asociados a otros papeles. Resulta desconcertante ver a Jesús Olmedo protagonizando el prólogo de la serie, no acabamos de conectar con la historia.

Decorados de cartón piedra

Decorados de cartón piedra

La notable evolución de la ficción española exige unos decorados potentes. Nos hemos acostumbrado a los escenarios reales que tanto han aportado a series como 'Sin identidad' o 'Bajo sospecha', que nos cuesta volver a los claustrofóbicos platós. 'Rabia' se ha esforzado por utilizar localizaciones reales, pero la mayor parte de sus secuencia se desarrollan en el cobertizo donde se esconden los fugitivos. Se trata, claramente, de un decorado en el que probablemente se vaya a desarrollar el grueso de la trama en próximos capítulos. Entendemos que cuenta con un presupuesto limitado, pero nos hemos vuelto muy exigentes.

El poder del multitarget

El poder del multitarget

La ficción española sigue abusando del multitarget para seguir atrayendo al mayor número de espectadores posibles: adultos, niños, adolescentes, ancianos... No quieren perderse ningún perfil comercial, pero no siempre más es más. 'Rabia' no ha dudado en incluir a un pequeño infectado, una adolescente embarazada, unos adorables ancianos, un policía cachas, un variopinto grupo de personajes de mediana edad... Todo vale para conseguir alcanzar al mayor número de telespectadores.

Tensión sexual no resulta, aunque me muera

Tensión sexual no resulta, aunque me muera

Sí, los americanos también utilizan este recurso. No existen demasiados ejemplos de ficciones que no recurran a la tensión sexual no resuelta entre dos personajes. Pero, resulta demasiado metida con calzador en el primer capítulo y más teniendo en cuenta su situación. Os situamos. Una mujer felizmente casada, que acaba de decir que quiere a su marido, consigue escapar junto a otros contaminados. Una vez escondidos en el cobertizo, están siendo atacados por un rabioso que está a punto de matarles, pero ellos juegan al coqueteo. ¿Qué más nos dará que les puedan devorar?

Ilumina, ilumina

Ilumina, ilumina

Las cadenas de televisión nacionales sienten terror ante las secuencias con escasa iluminación. La obsesión llega a tal punto que acaban destrozando la estética visual de la serie por conseguir su cegadora iluminación, véase 'Las aventuras del capitán Alatriste'. Una serie como 'Rabia' necesita crear una atmósfera con su fotografía, potenciando el drama, el terror y el suspense con una sobrecogedora iluminación. Pero, no ha sido el caso.

Excesiva duración, el eterno problema

Excesiva duración, el eterno problema

Uno de los grandes problemas a los que deben hacer frente los guionistas nacionales es la excesiva duración de los episodios. Al contrario de las ficciones norteamericanas, que suelen tener una duración máxima de 50 minutos (salvo excepciones), en España sigue imponiéndose alargar los capítulos con duraciones que oscilan entre los 70 y los 90 minutos. Resulta complicado mantener la calidad visual y narrativa cuando el presupuesto no abunda pero se debe cumplir con la duración exigida por la cadena. 'Rabia' se estrena con un capítulo de 80 minutos que hubiese sido más frenético e hipnótico con una duración menor.