'Alien'. 'Blade Runner'. 'Gladiator'. Ridley Scott ya tenía desde hace mucho ganado un sitio entre los directores más influyentes del cine actual. Pero la fama cuesta mantenerla, y ejemplos como 'El consejero', 'Prometheus' o 'Exodus: Dioses y reyes' parecían indicar que el talento se le había evaporado. Pero qué bien que ha llegado 'Marte (The Martian)' para convencernos de que el que tuvo, retuvo.
En este caso, Scott vuelve a tener una materia prima muy sugerente con la que trabajar. La película es una adaptación del best seller de Andy Weir 'El marciano', centrado en uno de los miembros de una expedición de la NASA en Marte que sufre un accidente durante una tormenta y sus compañeros le dan por muerto. Ellos consiguen huir del planeta, sin saber que Mark Watney no estaba más que inconsciente. Cuando despierta y evalúa la situación decide hacer todo lo posible para mantenerse con vida en un territorio absolutamente hostil, y esperar a la siguiente misión tripulada a Marte, que tendrá lugar nada menos que cuatro años después. Las apuestas, sin duda, no están de su lado.
La película ha sido comparada unas cuantas veces con 'Interstellar', ya no solo por ser el último gran largometraje espacial que hemos visto sino porque comparte caras como las de Jessica Chastain o Matt Damon, pero en realidad deberíamos haber pensado antes en 'Gravity', dado que hablamos de dos personas solas en el espacio intentando sobrevivir. Sigo pensando que la cinta de Alfonso Cuarón es uno de los relatos más apasionantes que he visto en una sala en los últimos años, además de un derroche técnico. Si bien 'Marte' es más convencional en su ejecución, en lo que a historia respecta, es también una historia fantástica y un complemento perfecto de 'Gravity'. De hecho, la podemos casi denominar la "anti-Gravity".
Ridley Scott se ha propuesto sorprendernos en su nueva incursión en la ciencia ficción, y vaya si lo consigue. Cuando parecía que íbamos a ver una nueva historia llena de dramatismo e intensidad sobre un hombre con la muerte pisándole los talones en cada minuto, vemos en realidad a un hombre que está dispuesto a ganar la batalla a la estadística como sea. Comenzando por su actitud. Este botanista opta por "al mal tiempo, buena cara", y no pierde un segundo. Empieza a trazar un plan para ahorrar comida, para fabricar agua en un planeta desértico, para no volverse loco. Mark Watney derrocha carisma, se gana al público con cada entrada del video diario que vemos, y Matt Damon lo encumbra en uno de sus mejores papeles en años. Desde el principio de la película nos encariñaremos con el personaje y viviremos con las emociones a flor de piel cada uno de sus pasos hacia delante, y cada uno de sus tropiezos.
Porque por mucho optimismo que muestre el protagonista, sigue estando en uno de los escenarios más hostiles para el ser humano que podemos encontrar cerca de la Tierra, y vamos a tener el corazón en un puño en un buen número de ocasiones. La película consigue equilibrar perfectamente esa sensación de que en cualquier momento todo se puede ir al garete con altas dosis de sentido del humor y diálogos fantásticos para rebajar la tensión. Es una situación muy jodida, sí, pero el espectador lo llega a pasar genial viviéndola. Además de por la personalidad del propio Watney, por una selección de canciones disco que nunca jamás habríamos imaginado como banda sonora para una película de este tipo, que se convierten en el principal elemento de distensión de este astronauta poco fan de las plataformas y las bolas de espejos tras encontrarlas en el ordenador de su capitana (Chastain). Estos temazos del pasado consiguen el mismo efecto que los seguidores de 'Scandal' habrán visto en todos los capítulos de la serie, que también usa la música disco como irónico complemento en momentos de mucha intensidad. Abba y compañía se convierten aquí en el añadido perfecto a la estupenda composición de Harry Greyson-Williams. Es lógico que Scott cediera a la tentación de meter esas canciones cuando las leyó en la novela de Weir.
A diferencia de 'Gravity', en 'Marte' no nos quedamos solamente con el punto de vista del Robinson Crusoe de Marte, sino que vemos también cómo reacciona la NASA cuando descubren que Watney sigue vivo. Por ese lado, el reparto crece con unos secundarios excepcionales, desde Jeff Daniels continuando su papel en 'The Newsroom' como director de la agencia, a Chiwetel Ejiofor como el encargado de coordinar las labores de rescate de Watney. Kristen Wiig, Mackenzie Davis o Sean Bean son otros de los actores de este segmento de la historia, que mantiene el aire de buen rollo (algo más institucional) que vemos en Marte. Todos ellos se vuelcan en la misión de salvamento, y no dudan en utilizar métodos poco ortodoxos o saltarse las normas o aceptar ayudas de aliados inesperados con tal de traer al botanista de vuelta. Aunque sea al principio por intentar arreglar la "cagada" de haber anunciado su muerte a los medios de comunicación. La visión que da 'Marte' de la situación es bastante idealista, es dudoso que en el mundo real todos se pusieran tan de acuerdo por una cosa, pero la sensación que deja es de suspirar un sentido "ojalá".
Uno de los puntos más interesantes que tenía la novela, y que mantiene la película, es que cuenta con una base científica bastante trabajada, lo que le da una mayor sensación de realismo a la película. La película cuenta con el sello de aprobación de la NASA, al fin y al cabo. En el libro, de hecho, hay momentos muy técnicos en los que se nos explica todo lo que hace Watney para intentar cultivar patatas en su nave, algo que se vuelve más ameno en formato cinematográfico pero que mantiene esa sensación de realismo. Hacia el final la cosa parece volverse más fantasiosa, o más difícil de creer (y es la que más difiere del libro, pero no cabe duda que cinematográficamente, es un momento genial), pero la sensación general es que la trama está trabajada y que no vamos a rechazarla por lo inverosímil que podría llegar a ser. Muy interesante es también la cantidad de dilemas éticos a los que se enfrenta la NASA, como la decisión de contar al equipo de Watney, que se encuentran en la Hermes volviendo a la Tierra (un trayecto de unos cuantos meses) que su compañero está vivo. En este otro escenario tenemos a Jessica Chastain, Kate Mara, Sebastian Stan, un Michael Peña de nuevo genial y Aksel Hennie. También contarán con su dosis de protagonismo, y llegaremos a coger también mucho cariño a esta pequeña familia, que está dispuesta a sacrificar hasta sus vidas para no dejar a nadie atrás.
En el aspecto técnico, quizás se le puede achacar a Ridley Scott que no ha inventado nada nuevo. Eso es cierto, pero lo compensa con una fotografía increíble del Planeta Rojo, sacando panorámicas bellísimas del desierto de Wadi Rum, Jordania, el escenario que eligieron para transformarlo en nuestro planeta vecino. Los efectos especiales están también muy conseguidos, lo que también es una alegría cuando en 'Exodus' no había estado a la altura en este aspecto. Pero aunque no podamos hablar de innovación, no se le puede quitar mérito al conseguir que una película de más de dos horas mantenga en todo momento la intensidad y el ritmo.
Humor contra las estadísticas
No cabe duda que podemos tratar a 'Marte' como el regreso de Ridley Scott por todo lo alto. De nuevo, vuelve a arriesgar y consigue cumplir con las expectativas. Lo hace, además, sorprendiéndonos con una de las películas más optimistas de los últimos tiempos, sin sacrificar toda la intensidad y el peligro de una historia centrada en un náufrago en un planeta donde no existe la vida. La película contará con el humor por bandera, pero las apuestas siguen en contra del personaje principal, y por eso seguiremos enganchados a su historia en todo momento, porque sabemos igualmente que el humor no le salvará si comete un error fatal. Con 'Marte' consigue convertirnos totalmente en esos hombres y mujeres que no despegan los ojos de las pantallas de Times Square cada vez que hay una actualización del estado de la misión. Ridley Scott logra que nos tomemos el rescate de Mark Watney como algo histórico, y lo hace con un derroche de idealismo 'feel-good', con una carga de realismo científico muy efectiva y con una gran colección de secundarios que muestran que lo importante es no rendirse y trabajar juntos por un objetivo. Quizás, por desgracia, eso es lo más irreal de toda esta historia, pero no importa. Si con 'Gravity' salimos congestionados con tanto dramatismo, es hora de volver al espacio y volver a pasarlo un poco mal, pero de una forma totalmente distinta, con humor y un buen chute de música disco. 'Marte' es un nuevo punto positivo para Ridley Scott, y a lo mejor me estoy aventurando mucho, pero tiene la capacidad de acabar siendo tan grande como 'Gladiator'. No me cabe duda que tiene los elementos para ello. En el fondo, el que ha sido un grande, siempre tendrá ahí dentro la capacidad de llevarnos donde él quiera. Solo tiene que encontrar la semilla adecuada y no perder nunca la esperanza de encontrar su oasis por muy árido que parezca el escenario.