"Soy un ser humano con consciencia. Y si uno cree que están ocurriendo asesinatos, entonces tiene que levantarse y posicionarse contra ello. Estoy aquí para ponerme de lado de la víctima", decía Quentin Tarantino hace una semana en una manifestación contra la brutalidad policial. "Cuando veo asesinatos, no me quedo a un lado. Tengo que llamar asesinato a un asesinato, y asesinos a los asesinos".
Estas declaraciones recorrieron los medios y acabaron resultando incendiarias, y, según muchas organizaciones policiales a lo largo de Estados Unidos, "irresponsables". Fue entonces cuando el departamento de policía de Nueva York decidió declararle la "guerra" al director de 'Kill Bill' (y 'Malditos bastardos', y 'Pulp Fiction'...) y proponer un boicot. Y hasta ahora se le han unido más colectivos: en Los Angeles, en Philadelphia, en Houston y finalmente en Chicago. Como avisa The Hollywood Reporter, los cinco sindicatos policiales más grandes del país se han posicionado en contra de Tarantino, para boicotear "cualquier cosa y todo [de Tarantino], incluido su nuevo estreno". Se refieren a 'The Hateful Eight', que llega a los cines en Navidad.
"Pedimos a los oficiales que dejen de aceptar misiones especiales o trabajos extra como proporcionar seguridad, control de tráfico o consejo técnico en cualquier proyecto de Tarantino", ha comunicado la Asociación Nacional de Organizaciones Policiales, con base en Virginia. "Tenemos que enviar un mensaje alto y claro de que una retórica llena de odio contra los oficiales es inaceptable".
En Philadelphia llaman al director "anti-policía": "El señor Tarantino se ha ganado bien la vida a través de sus películas proyectando un respeto por los criminales y la violencia; ahora resulta que también odia a los policías". La declaración de la Orden Fraternal de Policía de Philadelphia estaba llena de resentimiento. En Los Angeles, tachaban al director de inconsciente: "Tarantino ha llevado su irresponsabilidad a un nuevo e inaceptable nivel este fin de semana refiriéndose a los policías como asesinos". "Esto no es una película, es la vida real y las vidas de los oficiales de policía pueden verse afectadas por sus palabras", decía la policía estatal de Nueva Jersey.
¿Irresponsabilidad o sinceridad?
Quentin Tarantino dijo estas palabras en el contexto de una manifestación convocada para protestar contra la brutalidad policial, en unos Estados Unidos en los que las bandas callejeras y la violencia han estado en el candelero durante los últimos meses. Es probable que no se refiriera con sus palabras a todos los policías del país, pero sí enfatizó que es un problema "con el que no se está lidiando. Si se estuviera lidiando con ello, estos policías asesinos estarían en la cárcel, o al menos se enfrentarían a un tribunal". La Asociación Nacional respondía que "los policías a los que está llamando asesinos eran los mismos oficiales que estaban en la marcha ofreciendo seguridad a los protestantes, como también lo hacen cuando él está rodando, y que ponen sus vidas en peligro a diario para proteger nuestras comunidades". El debate sigue.