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#MeToo

27 mujeres acusan Eduard Cortés, director de 'Merlí' y 'Ni una menos', de acoso sexual

El director les ofrecía trabajo a cambio de que se grabasen desnudas, masturbándose o realizando otras prácticas sexuales.

Por Luisa Nicolás Más 18 de Diciembre 2024 | 10:45
Estoy a dos entrevistas de convertirme en mejor amiga de Shyamalan.

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Eduard Cortes en la premiere de 'La última'
Eduard Cortes en la premiere de 'La última' (Disney Plus+)

La primera acusación de acoso sexual contra Eduard Cortés se produjo el pasado 26 de octubre, cuando la fotógrafa Silvia Grav compartió en Instagram la manipulación y grooming que había sufrido por parte del director teniendo ella 19 años y él 55. Hasta 47 mujeres contactaron con ella relatando experiencias similares y Grav compartió, con su permiso, algunas de esas historias. Ahora, a 18 de diciembre, El País ha publicado un reportaje que recoge el testimonio de varias mujeres con las que Cortés habría contactado para pedirles vídeos íntimos de contenido sexual a cambio de trabajo en sus producciones. El País ha identificado y contactado con 27 presuntas víctimas.

Cortés es el director de películas como 'La vida de nadie', 'Otros días vendrán', '¡Atraco!', 'The Pelayos' y 'Cerca de tu casa'. En televisión ha trabajado en las series 'Merlí', 'Dime quién soy', 'La Última' e, irónicamente, en 'Ni una más', miniserie protagonizada por Nicole Wallace sobre una adolescente que denuncia que dentro de su instituto se esconde un violador.

'Ni una más'
'Ni una más' (Netflix)

Según recoge El País, el medio ha tenido acceso a un centenar de conversaciones y mensajes comprometidos que Cortés enviaba a mujeres de edades en general comprendidas entre los 20 y los 30 años, aunque al menos dos de ellas eran menores en el momento del contacto. Cortés utilizaba Fotolog, Facebook, MySpace, Messenger e Instagram para pedir imágenes de estas mujeres desnudas, masturbándose o realizando otras prácticas sexuales. Ha estado al menos una década empleando las redes sociales para ejercer presiones y abusos de poder para recoger material sensible e íntimo de sus presuntas víctimas. Usaba el seudónimo Gato del cerro y llegó a escribir a mujeres en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Santiago de Chile, Cerdeña, Los Ángeles y Ciudad de México.

En el reportaje se usan como pruebas capturas de conversaciones en las que Cortés promete trabajo como actriz y después procede a hacer preguntas como "¿Tienes novio?", "¿Te sueles mirar desnuda en el espejo?", "¿Hay algo que se aproxime a una experiencia sexual en ello?".

Una actriz mexicana accedió a ser grabada desnuda por Cortés y este no le respondió nunca qué iba a hacer con esas imágenes. 7 mujeres de las entrevistadas llegaron a enviarle fotografías y vídeos en los que aparecieran desnudas

Algunos testimonios

"Su manera de intentar manipularme fue decirme que las fotos que yo subía a Fotolog eran muy buenas, después pasaba a hacerme comentarios sexuales. Llegué a pensar que le gustaba, que yo era una fotógrafa increíble y él, un director famoso que veía mi potencial", relata una de las víctimas que prefiere mantenerse anónima porque tenía 16 años cuando conoció a Cortés. "Tenía 23 años y estaba terminando la carrera de interpretación", explica Sofía Barco, "Me preguntó si estaría dispuesta a hacer una obra de teatro que me hiciera crecer en mi carrera a cambio de que en el último acto me anestesiaran y el público pudiera hacer lo que quisiera conmigo. Creo que esta fue la conversación en la que ya no hubo punto de retorno". Fueron, recoge el periódico, cuatro años de charlas y falsas promesas.

Al menos 15 mujeres de las entrevistadas por El País han recibido asesoría jurídica con la intención de poner una posible denuncia colectiva, pero lamentan que el coste de iniciar el proceso sea de 850€ por persona y que no han conseguido el apoyo de las instituciones culturales a las que han acudido. Muchas de estas mujeres no pueden encarar los costes iniciales.

La respuesta de Cortés

El País contactó con el cineasta el viernes 13 de diciembre y respondió a las acusaciones con un email supervisado por su abogada:

"Las conversaciones en redes sociales se produjeron dentro de lo hipotético, buscando conexiones entre el modo de actuar del personaje y nuestra experiencia personal. Nunca eran propuestas explícitas.

En la primera conversación agregaba: «Esta es mi versión de los hechos. A partir de aquí, las percepciones que puedan tener otras personas se me escapan. Y también, evidentemente, puede haber una parte de malinterpretación o de mala gestión de la conversación por mi parte»".

Sobre las fotografías y vídeos de contenido sexual que solicitó y recibió, Cortés señala en el mail que "Fueron dinámicas que se establecieron entre dos personas adultas y con mutuo consentimiento".

Rostros