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EN UNA TIERRA MEDIA MUY LEJANA

Por qué 'El señor de los anillos' es mi 'Star Wars'

Hay una generación que no creció con la saga de George Lucas, sino que se embarcó en un viaje por la Tierra Media para destruir el Anillo Único.

Por Javier Pérez Martín 29 de Noviembre 2015 | 19:08

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Puede que hayas estado los últimos meses en coma, te acabes de despertar y no sepas cuál es la película del año. Quién sabe si de la década. No se va a llevar ningún Oscar (quizá alguno técnico), no va a estar en la lista de lo mejor del año de Cahiers du Cinema (ni siquiera se han esperado a verla para cerrar la convocatoria, de hecho), no va a ser la película mejor valorada del año en Metacritic ni en Rotten Tomatoes... Pero sí va a batir otros récords.

'Star Wars: Episodio VII - El despertar de la fuerza' es la película del 2015, y de hecho ya ha superado algunas marcas: meses antes de su estreno mundial el 18 de diciembre, ya es la película que más entradas ha despachado en preventa en la historia del cine. Una de las sagas más queridas del celuloide, un proyecto que huele a cariño y buen hacer por todos los lados y un gigante mediático detrás, Disney, que ha llenado esta galaxia muy, muy cercana de merchandising de todo tipo. ¿Un cepillo de dientes, un bolso, una sudadera, un avión, todos ellos personalizados para recordarnos a la saga ideada por George Lucas? Los tienes.

 'Star Wars: 'El despertar de la fuerza'

En medio de esta vorágine consumista que ha re-definido el concepto del hype (no es que esperamos que nos guste el Episodio VII dirigido por J.J. Abrams, es que ya sabemos que nos gustará), incluso yo me aseguré de tener mi sitio reservado para el día del estreno. Y los hay que verán la película la noche del 17 al 18, porque no es opción esperar unas cuantas horas y darles la oportunidad a las personas del Lado Oscuro para arruinarte la historia contándote quién es padre de quién y qué lucha de sables láser es la mejor de todo el metraje. Vaya, los hay que viajarán de una parte del mundo a otro, en concreto a Francia, donde se estrenará el 16 de diciembre, para ser los primeros del mundo en ver qué ha sido de Luke (Mark Hamill), Leia (Carrie Fisher), Han (Harrison Ford), Chewbacca (Peter Mayhew), R2-D2 (Kenny Baker), C-3PO (Anthony Daniels), y de qué va esta nueva generación encabezada por Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega), Kylo Ren (Adam Driver) y BB-8.

Cuando digo que incluso yo tengo la entrada, lo hago como alguien que en realidad no es fan de 'Star Wars'. Yo no había nacido la primera vez que unas letras amarillas se arrastraban hacia el fondo del espacio exterior y John Williams acompañaba con la mejor banda sonora de la historia del cine. Si acaso, me cuento entre los que vieron varias veces 'La loca historia de las galaxias' en la tele y fueron a ver 'Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma' al cine a una edad tan tempraba que Jar Jar Binks les pareció gracioso. Hay una generación que puede confesar este sacrilegio, y esa es la mía.

Una nueva esperanza

 'Star Wars: 'Una nueva esperanza'

Vi hace unos diez años la saga completa, en plena adolescencia, y me entretuvo bastante. Pero 'Star Wars' no significa para mí lo mismo que para los que eran niños y adolescentes en los años 80. Para ellos, la primera película de Lucas supuso algo nuevo, desconocido, un viaje a mundos que no habían experimentado de esa manera nunca antes. Una montaña rusa de las que vives en una sala de cine una vez cada década, con suerte. Lucas juntó conceptos de los relatos de caballeros, las sociedades feudales, el western, la lucha entre el bien y el mal, con algo de Asimov por aquí y otro poco de la ciencia ficción clásica (como 'Flash Gordon') por allá, y listo: una película comercial de aventuras y ciencia ficción nunca vista hasta el momento. Normal que les explotara la cabeza a todos los que crecieron con la trilogía, a mí también me habría ocurrido.

Pero no fue así, porque para cuando yo empecé a desarrollar una identidad cultural, unas bases como espectador, la Fuerza y los efectos especiales ya estaban bien enraizados en la cultura popular. Llegué tarde a la fiesta, lo reconozco. Por eso, cuando revisito la saga, como estoy haciendo estos días para ponerme a punto antes del estreno de 'El despertar de la fuerza', me doy cuenta de que no me apasionan tanto como siento que deberían. Me convencen los personajes, disfruto con las aventuras y con el humor blanco (al fin y al cabo 'Star Wars' es un producto familiar), pero el fandom no es intenso en mí. Pero calma, no sufráis por mí, que no estoy huérfano, cinéfilamente hablando.

'El señor de los anillos' es mi 'Star Wars'

 'El señor de los anillos'

Y con esto no quiero decir que no disfrute de la Guerra de las Galaxias, ni que la generación que creció siguiendo los consejos de Yoda en todo (menos en la gramática, por suerte) no pueda apasionarse por la trilogía dirigida por Peter Jackson. Simplemente digo que la Tierra Media significó para los de mi quinta lo que tres décadas antes fue el fenómeno Jedi (¿por qué no existe un equivalente a los trekkies?, no hay derecho).

Primero, porque cinematográficamente, en cuanto a impacto industrial y comercial, 'El Señor de los anillos: La comunidad del anillo' supuso el mismo shock que 'Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza'. De hecho, dos años antes de la llegada de Frodo y Gandalf a los cines, el propio George Lucas entendió que era el momento de dar un paso más allá, cargarse de ordenadores y cambiar maquetas por diseños digitales. De ahí 'La amenaza fantasma', que falló estrepitosamente también en este sentido: incluso Jackson supo ver que no puedes irte a un estudio verde para rodar el 80% del metraje, y si no comparemos hoy en día los efectos entre las dos películas (de hecho, resisten mejor el examen los efectos de la trilogía original).

Segundo, porque el nivel de influencia que los personajes y diálogos de Jackson/Tolkien en mi personalidad, en mi forma de disfrutar del cine, de vivir la cultura popular, la pasión con la que podría ver y volver a ver y volver a ver cualquier versión extendida de 'El Señor de los Anillos'; son infinitos. "Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón, ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone" es para mí lo que para otros "Ayúdame Obi-Wan Kenobi... Eres mi única esperanza".

 'El señor de los anillos'

Otro gallo cantaría, eso sí, si mis padres me hubieran hecho crecer viendo las aventuras del Halcón Milenario, como le ha ocurrido a otras personas de mi edad. No hay duda: no hace falta tener 40 años para ser un fan empedernido de 'La guerra de las galaxias', pero sí es necesario haberse embarcado en el viaje al centro de la Fuerza con la cabeza en blanco, o puede que no seas capaz de ver lo que otros vieron en la pantalla hace 30 años.

Con esta confesión no pretendo hacer escoger bando a nadie, y menos en el año de 'Star Wars'. Y menos aún cuando hace muy poco de que Jackson se decepcionara a sí mismo y a todos nosotros con 'El Hobbit'. Puede que esta nueva trilogía tenga más puntos en común con las precuelas de George Lucas de los que pensamos. Pero sí es necesario ponerlo todo en perspectiva, sobre todo si queremos entender por qué los niños de ahora se enamorarán de algo nuevo y extraño que a las generaciones anteriores nos harán sentir viejos y desfasados. Porque entonces deberemos unirnos y dejar un par de cosas claras: no hay nada mejor que 'Star Wars' y 'El señor de los anillos'. A ver qué va a pasar aquí.

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