La polémica sobre la ausencia de actores negros, por segundo año consecutivo, en los Oscar, continúa con otro episodio. Esta vez, han sido miembros conservadores de la Academia los que han hablado sobre la falta de actores negros en las nominaciones y consideran "un insulto" tales acusaciones. Las protestas de la comunidad afroamericana estadounidense, así como de varios artistas blancos comprometidos socialmente, han abierto un incómodo debate sobre si la industria del entretenimiento en Estados Unidos guarda prejuicios raciales.
Varios miembros de la Academia han levantado su voz contra aquellos que los tildan de "racistas". En palabras para TheWrap, Lionel Chetwynd, director, productor y guionista, ha declarado: "Tiene muy poca vista aquella gente que está lanzando tales acusaciones y, con franqueza, es un insulto". Chetwynd se muestra indignado por los ataques que dicen que son racistas. "Soy muy capaz de juzgar y maravillarme con una actuación sin tener en cuenta el color de la piel del actor. ¿Qué pasa aquí? Esto no es la Academia de la diversidad", explica.
Chetwynd considera que los cambios vienen con el tiempo y no a corto plazo. Con lo cual, no cree que la ausencia de actores negros este año y el anterior se deba a intolerancia. "A veces se necesita un largo período de tiempo para que los cambios culturales y generacionales se reflejen en la Academia. La gente que construyó este sistema eran, en su mayor parte, blanca, y reflejó un momento concreto de la historia, y que irá siendo sustituida por una nueva generación de artistas más diversos. Pero eso no ocurre durante una noche. Y no debería ser así", declara.
No politizar los premios
Roger Neal, miembro de la Academia y fundador y propietarios de la firma NPR para artistas, comenta: "He trabajado con con artistas afroamericanos más que con cualquier otro grupo étnico durante mis 35 años como publicista y director. Considero que esta reacción es desproporcionada".
En esa línea está la actriz y ganadora de un Emmy Dee Dee Sorvino, que considera que "el único color que deben tener los Oscar en cuenta es el dorado", que "los premios deben ser ganados por mérito y talento" y que "la política debería estar fuera del proceso de votación". La intérprete y presentadora comenta: "Si el criterio para las nominaciones son unas cuotas y acciones representativas, deberíamos dejar Hollywood y mudarnos a Washington".
Lo cierto es que, entre los criterios más cordiales, esta ausencia de producciones con protagonistas negros puede deberse más a un problema matemático que a una cuestión de prejuicios raciales. El actual sistema preferencial de votación no garantiza en sí que haya una variedad de títulos nominados al Oscar, así como tampoco reflejarían lo que la mayoría de los votantes desea. Hay que destacar, que las producciones protagonizadas por artistas negros este año, han sido o con un tono marcadamente comercial o con un sello autoral muy independiente.
Bruce Feldman, miembro de la Academia y de la Subdivisión de Relación Pública, comentó: "El sistema preferencial es muy difícil de entender y, no me cuesta nada decir que la mayor parte de los miembros de la Academia no comprende lo más mínimo cómo funciona".
Cambiar el sistema preferente de votaciones
El sistema actual da preferencia a aquellas producciones pequeñas pero con mayor apoyo que aquellas que son socialmente más conocidas pero que no cuentan con la aprobación unánime de los miembros (que podría ser uno de los motivos por los que 'Straight Outta Compton' o 'Creed' quedasen fuera y sí hayan estado en otros años '12 años de esclavitud' o 'Criadas y señoras'). Cierto es que volver a nominar 10 películas sería una garantía para que haya más diversidad entre los nominados, ya que la redistribución de votos permitiría que los miembros se fijasen también en producciones más arriesgadas (no hay que olvidar que 'Mad Max: Furia en la carretera' ha logrado tantas nominaciones gracias a una campaña mediática y de crítica).
Fuertes críticas de los miembros conservadores sobre la inclusión de cintas "más comerciales" provocaron una modificación que haría que los nominados estuvieran entre cinco y diez. De hecho, desde que Cheryl Boone Isaacs, afroamericana, es presidenta de la Academia, las nominadas a Mejor Película en las dos últimas ediciones sólo han sido ocho. Con el sistema de diez, películas diferentes como 'Los chicos están bien', 'Origen', 'Distrito 9', 'Precious', 'Toy Story 3' o 'Avatar' pudieron entrar en competición contra otras producciones de corte "más académico".
La presidenta Boone Isaacs ya ha anunciado cambios en el sistema de votación, quizás las matemáticas no resuelvan ese "problema racial" que ven cierta parte de la comunidad afroamericana pero sí logrará que entre las nominadas haya propuestas más arriesgadas que, realmente, merezcan estar en estos premios.