En pleno siglo XXI, aún nos produce cierto extrañamiento o pequeño sobresalto ver una vagina o un pene en pantalla grande. Y más si la parte pudorosa en cuestión pertenece a algún intérprete famoso. Eso sí, la sensación siempre suele ser grata (salvando los casos de aquellos demasiado puritanos). Por ejemplo, el desnudo integral de Rosario Dawson en 'Trance' es una imagen que permanece y permanecerá indeleble en mi memoria. De por vida.
No entraremos en los motivos de por qué el sexo continúa siendo la faceta humana perturbadora por antonomasia. Es demasiado complicado, y cualquier explicación (desde la psicología, la antropología, la filosofía u otra disciplina) resulta siempre insuficiente, limitada. No hay razones que suenen del todo satisfactorias, pero nos da igual: cuanta más carne palpitante se vea, mejor.
Con todo, dentro del universo de los cuerpos desnudos en movimiento hay tres grandes grupos que conviene distinguir (aunque sea obvio): no es lo mismo un culo (o teta o pene o vagina) anecdóticamente al aire, que una escena erótica (donde hay sexo pero no explícito), así como una escena erótica está a años luz de una película porno. Aunque, como de costumbre, es el que mira el que pone la etiqueta que su mente tendrá ya dispuesta para... salir del paso.
Sexo con fundamento
La que viene a continuación es una lista elaborada atendiendo a dos criterios: el alto contenido erótico (vamos a utilizar este término intermedio, para entendernos) y la calidad cinematográfica de los títulos recopilados. Sí, hay películas con más sexo, pero de pésimo gusto (argumental, habitualmente), y cuyas intenciones no van más allá de provocar un calentón o llamar la atención, de cara a suplir las carencias por las que destacan. Estos ocho títulos pertenecen a ocho buenas historias, con la peculiaridad de que sus protagonistas pasan bastante tiempo haciendo cosas... sin ropa.
8 películas 'normales' demasiado subidas de tono
'Habitación en Roma'
Octava película de Julio Medem, después del batacazo que supuso, a todos los niveles, 'Caótica Ana'. 'Habitación en Roma' cuenta la historia de dos mujeres, Alba (Elena Anaya) y Natasha (Natasha Yarovenko), la primera española y la segunda rusa. Ambas se conocen en un hotel, en Roma, y pasan una noche juntas. Pronto, la atracción mutua entre ellas se hace palpable, así como sus reacciones ante la misma: Alba manifiesta su deseo de acostarse con Natasha, mientras que esta se muestra reticente, al menos al principio. A lo largo de la noche, y una vez derrumbadas las barreras de Natasha, las dos mujeres se entregan una a la otra, física y emocionalmente. 'Habitación en Roma' carece del espíritu característico del cineasta donostiarra. Aunque se respira cierta atmósfera especial, esta proviene, sencillamente, de las circunstancias, la interpretación y la sensualidad inherentes a las protagonistas.
'Shortbus'
Segunda película de John Cameron Mitchell, después de su aclamado musical 'Hedwig and the Angry Inch'. El título del film, 'Shortbus' (2006), hace referencia al local neoyorkino del mismo nombre en torno al cual gira el argumento de la historia. Dicho local, dedicado al sexo y la cultura alternativa, sirve de nexo entre sus protagonistas: James y Jamie, una pareja de homosexuales, Sophia, una sexóloga frustrada sexualmente, y Severin, una sensible muchacha que combina la fotografía con su faceta de dominatriz. El film recibió cuantiosas críticas debido a sus escenas de sexo real y explícito, por lo que el guionista y director norteamericano decidió manifestarse en defensa de su obra: "Sí, la película contiene escenas de sexo explícito. No obstante, no se trata de pornografía, sino de una perspectiva sobre las emociones humanas y la relación con el sexo. Es, además, un retrato de la sexualidad en occidente a lo largo de la última década: un mosaico de experiencias intersexuales, donde el placer es vivido como un vacío imprescindible".
'Soñadores'
Producción británica a cargo de Bernardo Bertolucci. Ambientada en el París de 1968, 'Soñadores' (2003) cuenta la historia de un triángulo amoroso entre adolescentes. Este lo forman dos hermanos, Isabelle (Eva Green) y Theo (Louis Garrel), y un joven norteamericano, Matthew (Michael Pitt). Durante las vacaciones estivales, Isabelle y Theo se quedan solos en casa de sus padres, circunstancia que aprovechan para invitar a un atractivo chico al que han conocido en un cine. El film transcurre entre las cuatro paredes del apartamento familiar, a través de hipnóticas imágenes en las que los tres adolescentes, en plena efervescencia hormonal, se exploran mutuamente.
'9 Songs'
Los elementos más característicos de '9 Songs' son su estructura, su escueto argumento y sus escenas de sexo real y explícito. Lisa (Margo Stilley), una joven estadounidense, pasa una temporada en Londres. En un concierto conoce a Matt (Kieran O'Brien), que se enamora perdidamente de ella. El film transcurre entre flashbacks, a través de los cuales se nos da a conocer la relación entre ambos, siempre desde el interior de la casa donde conviven. Las escenas de su vida en pareja están intercaladas por imágenes de los conciertos a los que acuden juntos. Dirigida por Michael Winterbottom e inspirada en la lectura que este realizó de la novela 'Plataforma', de Houellebecq, '9 Songs' despertó cierta controversia. Muchos críticos la tildaron de vacua y aburrida pornografía, acusando al cineasta británico de excesivamente autocomplaciente. Como curiosidades, cabe señalar que la cinta fue grabada sin guion, confiando en la improvisación de los actores, y que las abundantes escenas de sexo son auténticas.
'Nymphomaniac'
Dirigida por Lars Von Trier, 'Nymphomaniac' (2013) despierta pasiones de muy diversa índole: encanta o repugna, pero no suele dejar indiferente. Está dividida en dos volúmenes, que a su vez se segmentan en ocho capítulos. Cuenta la historia de Joe, una ninfómana que es acogida en su casa por el viejo Seligman (Stellan Skarsgård), después de que este la encuentre tirada en la calle. Mientras se recupera, y bajo la diligente atención de Seligman, Joe va relatando, como si de un cuento se tratara, los tórridos pasajes de su vida. La protagonista está interpretada por dos actrices distintas: en el presente, por Charlotte Gainsbourg, y de adolescente, por Stacy Martin. Hacia el final, el film da un jugoso giro, muy en la línea crítica y mordaz del cineasta danés.
'Lucía y el sexo'
Y de nuevo otra de Medem. Una jovencísima Paz Vega, conocida hasta entonces fundamentalmente por su participación en '7 vidas', sorprendía al público español con su interpretación de Lucía, papel que le valió el Goya a Mejor actriz revelación en 2001. Además de ella, Tristán Ulloa, Najwa Nimri y Elena Anaya, también jóvenes pero más versados cinematográficamente, sirvieron de cómplices idóneos para que Medem desarrollase su quinto film (y uno de los más laureados). Aunque el argumento de 'Lucía y el sexo' parezca sencillo, una vez inmersos en el film todo se torna errático. Conocemos la historia de Lucía, de sus idas y venidas sentimentales, a través de saltos en el tiempo, de recuerdos, la mayoría de ellos relacionados con encuentros sexuales. Prevalece, como en casi todo film de Medem, una atmósfera onírica.
'La vida de Adèle'
'La vida de Adèle' es una adaptación (no del todo fiel) del espléndido cómic 'El azul es un color cálido', escrito por Julie Maroh. Cuenta la intensa relación entre Adèle (Adèle Exarchopoulos) y Emma (Léa Seydoux). La primera está en plena fase de descubrimiento de su identidad sexual, mientras que la segunda, unos cuantos años mayor que ella, parece tener muy claro qué quiere y qué no. Con todo, el enamoramiento es mutuo e instantáneo, y ya se sabe: el amor es la fuerza de mayor voltaje e imprevisibilidad al alcance humano. Además de poder disfrutar de prolongadas escenas en las que ambas dan rienda suelta a su deseo, asistimos al despertar de una personalidad compleja, atractiva y enternecedora, la de Adèle, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva.
'Shame'
El estreno de 'Shame' (2011) coincidió con el despegue de Michael Fassbender hacia el estrellato. Ya había hecho mucho cine antes, pero fue al ponerse en manos del joven cineasta Steve McQueen por segunda vez (en 2008 habían hecho 'Hunger') cuando el actor brilló con una luz inusitada. Brandon (Fassbender) está obsesionado con el sexo, algo que repercute gravemente en sus relaciones sentimentales y en su carrera profesional. El film es un retrato de la espiral adictiva que consume al protagonista. Cabe destacar la presencia de Carey Mulligan (Sissy, hermana de Brandon), figura clave en el desarrollo de la trama (que no es sino el recorrido psicológico de Brandon). Tanto uno como otra, pese a su celebridad, aparecen del todo desnudos, y no solo físicamente: la grandeza del film reside en la profundidad dramática en la que se adentran los personajes, en el destape emocional al que los somete McQueen.