Por muy poco fan que sea de las secuelas, no le puedo reprochar mucho a un estudio que, después de crear escuela con 'Toy Story', me dejó K.O. muchos años después con 'Toy Story 3'. Una tercera parte, habrase visto. Sin embargo, con 'Buscando a Dory' llevo teniendo grandes dudas desde que se anunció la película, ya que la primera entrega de las aventuras de Nemo, Marlin y la pez cirujano más olvidadiza del océano me enamoró de tal forma que no sé cómo van a hacerlo de nuevo. Sí, 'Toy Story 3'. Pero es muy complicado conseguir de nuevo que toda una generación no se sepa el teléfono de su casa pero sí recite de carrerilla P. Sherman, Calle Walaby 42, Sidney.
Aunque todavía falta mucho para el estreno de 'Buscando a Dory', he tenido la oportunidad de ver los 30 primeros minutos de la película de Andrew Stanton y Angus MacLane, y nada menos que en la sala de cine donde los grandes de Pixar van presentando la evolución de esas películas que luego se han convertido en Historia del cine.
Y a falta de ver la cinta completa, lo mejor que puedo decir es que mis dudas han quedado disipadas casi por completo. No os preocupéis, no voy a desvelar nada que os pueda romper la sorpresa. Me limitaré a unas primeras impresiones para poneros los dientes largos.
A pesar de que, como suele ocurrir en este tipo de proyecciones tan tempranas, nos aseguran que todavía faltan cosas por pulir en sonido y animación, lo primero que salta a la vista es que los trece años que han pasado desde 'Buscando a Nemo' han sido muy bien aprovechados, ya que el océano ha mejorado visualmente una barbaridad. Mayor profundidad, mejores efectos de luz y una gran variedad de detalles que antes no se podían abarcar aparecen en esta nueva entrega, que incluso cuela una de las escenas de la primera parte para que, si la hemos visto recientemente, nos demos cuenta del salto cualitativo. Además, aprovechan la novedad de escenario que es el Instituto Marino de California para jugar con espacios acotados de agua, que más realista no pueden parecer. Lejos queda la pecera del dentista.
A ese respecto, el cambio de escenario es una de las grandes novedades, que ayuda a separar una historia de la otra. Ya que, en el fondo, tiende a ser la misma idea: un personaje se pierde y otros le buscan. Pero esta vez hablamos de Dory, nuestra querida y desmemoriada Dory.
Mi principal miedo en 'Buscando a Dory' era que le ocurriera un terrible efecto 'Minions'. Es decir, ella fue creada en la primera película como alivio cómico, como secundaria. ¿Y si al dar el salto al primer plano sus bromas y situaciones jocosas debido a su falta de memoria a corto plazo dejaban de tener gracia para acabar siendo cansina y repetitiva? Por suerte, el guión parece querer aprovechar ese "defecto" de Dory y contarnos la importancia de la familia, la amistad y, muy importante, aprender a aceptar nuestros fallos y discapacidades. Aquí entran en juego secundarios de los que nos da tiempo de ver poco, como Destiny, una tiburón ballena miope, o Bailey, una beluga que dice tener el sonar estropeado, o al gran robaescenas de la película. El pulpo Hank es un gran contrapunto al optimismo desmesurado de Dory, ejerciendo de viejo cascarrabias (con la gran voz de Ed O'Neill de 'Modern Family' detrás). A diferencia de otros "pacientes" del MLI, Hank no tiene ningún complejo por faltarle un tentáculo, lo suple con unas grandes dotes de camuflaje e ingenio. Todo con el objetivo de ser enviado a un acuario en Cleveland, y poder descansar tranquilo lejos del océano. Cuál será el peso de estas discapacidades en la trama, eso queda todavía por ver.
Lágrimas en el océano
La importante aquí es Dory, que nos muestra que es mucho más de lo que vimos en 'Buscando a Nemo'. Entenderemos por fin por qué es así de positiva y con tendencia a ayudar cueste lo que cueste y cuál es su pasado. Logrará volver a conquistarnos y tiene pinta de que acabaremos queriéndola incluso más de lo que ya lo hacemos. Como siempre, a Pixar le sobran minutos de estos primeros 30 para dejarnos con lágrimas en los ojos, pero sabe llevarnos muy bien por ese torrente de emociones que son sus películas, y pronto reiremos de nuevo a carcajadas. Al igual que la primera, esta tiene un comienzo muy rápido y emocionante, la de cosas que da tiempo a que pasen en media hora. Además del océano y el MLI, nos da tiempo a ver otro de los grandes escenarios, que es el bosque de algas, una preciosidad. También nos cuelan cameos de algún que otro personaje de la primera parte, y hasta el de una conocida actriz (o más bien, su voz).
Pero todavía queda mucho por descubrir. Ojalá, por ejemplo, veamos más de una pareja de leones marinos que es desternillante (uno de ellos genialmente doblado por Idris Elba). No llegamos a ver nada de las nutrias y otros personajes ya anunciados. También nos queda indagar por las entrañas del Instituto Marino, y descubrir más de la familia de Dory, si es que llega a encontrarlos. Y a ver qué tal se les da a Nemo y Marlin encontrar a su amiga, cuando el pobre Marlin creía que había dejado atrás ya lo de cruzar océanos.
Lo que me queda muy claro es que en Pixar sabían que se la juegan mucho con 'Buscando a Dory', y han puesto todo su empeño en volver a deslumbrarnos sin sacrificar el encanto de uno de sus mejores personajes hasta la fecha. Yo, por lo menos, estoy deseando que me muestren la película completa, ya que tiene un comienzo que deja con ganas de mucho más. Y solo os diré que, como sello de garantía desde la primerísima escena de la película ya os vais a quedar prendados. Pero mucho. Seguid contando los días hasta el 24 de junio y, sobre todo, seguid nadando, que parece que vamos a volver a llegar a muy buen puerto.
Conoce a los personajes de 'Buscando a Dory'
Dory
La famosa pez olvidadiza que todos conocemos y que protagoniza la película. Dory recuerda a su familia y todos los momentos que ha pasado con ellos y emprende una búsqueda por todo el océano para encontrarlos.
Marlin y Nemo
Los peces payaso ya reunidos ayudarán a su amiga Dory a encontrar a su familia. A Marlin no le apetece volver a recordar todo lo que pasó cuando buscaba a su hijo pero sabe que tiene que ayudar a su amiga como ésta lo hiciera en el pasado. Nemo, después de perderse vuelve a ser un pez normal que va al colegio y vive en el arrecife de coral con su padre.
Jenny y Charlie, padres de Dory
Son los protectores padres de Dory a la que desde pequeña han enseñado a vivir con la pérdida de memoria para poder recorrer los mares sin ninguna dificultad. Jenny parece alegre y un poco frívola pero en realidad es una madre protectora e inteligente. Charlie, es un bromista por naturaleza pero lo único que le importa es enseñar a su olvidadiza hija como sobrevivir entre los peligros que habitan en el mar.
Hank
Es el primer animal que Dory se encuentra cuando llega al Instituto de la Vida Marina. Es un pulpo con poco sentido del humor que solo tiene siete tentáculos pero es igual de competente que los cefalópodos de ocho tentáculos además, Hank tiene enormes capacidades para camuflarse. Su objetivo es vivir una vida pacífica en un acogedor centro de Cleveland.
Bailey
Compañera de tanque de Destiny. Es una ballena beluga convencido de que sus habilidades de navegación por sonido no funcionan del todo bien, pero los doctores del Instituto de la Vida Marina no han encontrado nada extraño en él.
Destiny
Es un tiburón ballena que vive en el Instituto de la Vida Marina, donde conoce a Dory después de que ambas compartan tanque. Es una nadadora un poco torpe pero tiene un gran corazón. Dory y Destiny harán buenas migas hablando balleno.
Maestro Raya
El maestro del arrecife que ya conocimos en 'Buscando a Nemo' en aquella fatídica excursión. Dory será uno de los peces que más disfrute de las sabidurías del Maestro Raya y le ayudará en las excursiones por el océano.
Becky
Un excéntrico y alocado pájaro acuático que se siente atraído por Marlin. El pez payaso no tiene mucha confianza en Becky, quien es más inteligente de lo que parece.
Las nutrias
Poco sabemos de ellas pero sus directores quisieron mostrarlas como "unos animales tiernos que solo te miran". Sin ninguna duda se postulan como el personaje favorito de muchos.
Chiqui
La divertida y pequeña tortuga que nos conquistó en 'Buscando a Nemo' en aquella corriente con las demás tortugas de su familia. Sigue recorriendo el océano con su padre Crush, echando una 'aleta' a todo pez que la necesite.