Hoy en día es muy difícil distinguir si la tecnología depende de nosotros o somos nosotros los que dependemos de ella. Desde hace varios años la espectacular oscuridad de las salas de cines se ha visto perturbada por los pequeños destellos de esas personas que son incapaces de estar más de hora y media sin comprobar el teléfono móvil. Un fenómeno que cada vez se repite más y más hasta el punto de plantearse regularizar el uso del móvil en los cines.
La cadena norteamericana de cines AMC ha sido la primera en hablar de este fenómeno durante la celebración del CinemaCon estos últimos días en Las Vegas. El presidente ejecutivo de la cadena, Adam Aron, comentó que quizás comenzarían a permitir que la gente utilizara sus dispositivos electrónicos durante las proyecciones, ya que según él es algo que la mayoría de la gente joven hace y permitirlo haría la experiencia de los jóvenes que van al cine algo mucho más atractivo.
"Cuando le dices a un joven de 22 años que apague su teléfono móvil, que no fastidie la película, ellos lo toman como si le dijéramos que se corten su brazo a partir del codo. No podemos pedirles que apaguen sus móviles, ellos no viven así. Pero a la misma vez vamos a tener que averiguar la forma de hacerlo sin molestar a los espectadores. La razón por la que existen esos anuncios que recuerdan que hay que apagar los teléfonos es porque los que van al cine hoy en día no quieren a alguien sentado a su lado mandando mensajes o simplemente utilizándolo".
La pérdida de la magia del cine
Los planes que tiene Aron para permitir el uso del móvil es crear ciertas salas especiales que las cataloga como "texting friendly", es decir, que no pondrán ninguna prohibición a que se utilice el teléfono mientras la película está en marcha en dichas salas. Las reacciones no se hicieron esperar, y visto que mucho público lo ve todavía como una aberración, AMC ha publicado un comunicado en el que afirman haber "escuchado alto y claro que es un concepto que la audiencia no quiere", por lo que no intentarán implementar el uso de móviles en ciertas sesiones o salas "ni hoy, ni mañana, ni en un futuro cercano".
¿Es realmente necesaria esta especie de segregación en el cine que se ha nutrido siempre de ser una experiencia colectiva? ¿Tan poco interés despierta la película por la que pagas como para que estés con el móvil todo el rato? ¿Es esta la forma de hacer que renazca la pasión por ir a las salas de cine? Por suerte, esta peculiar iniciativa es sólo para una cadena de cine norteamericana aunque visto lo visto, no será muy descabellado que en España podamos tener salas como esas. ¿Te parecería una buena idea una sesión o sala específica en la que se permita el uso de móviles o es una señal más de que la sagrada tradición de ver una película en el cine sigue extinguiéndose poco a poco?
