Que el fútbol no es el deporte más cinematográfico que existe es una verdad imposible de refutar. El boxeo, el fútbol americano, las artes marciales... Todas estas destrezas deportivas han sido reflejadas en el cine con más tino que el deporte rey en Europa. Pero siempre existen excepciones (en forma de películas) que consiguen inmortalizar aspectos importantes de los deportes desatendidos por la gran pantalla. Es el caso de las ocho películas que os presentamos en este reportaje. Obras que abordan el tema desde prismas muy diferentes pero que, en cualquier caso, consiguen hacer justicia a este deporte.
El cine británico se impone por goleada, aunque no hemos querido perder la ocasión de incluir algunas joyitas que por razones que escapan a nuestra comprensión casi nunca se meten en los tops de rigor. Queremos pensar que es fruto del desconocimiento porque su calidad es incuestionable. Y aunque hemos dejado fuera apuestas tan interesantes como 'Match en el infierno' (una cinta húngara de 1961 y casi dos horas y media de duración), 'El milagro de Berna' o las más conocidas 'Mean Machine' y 'Buscando a Eric' hemos tenido que fijar varios límites (el primero era no tener en cuenta los documentales).
El resultado es esta lista de 8 películas sobre fútbol que no te debes perder, y en la que se dan citas cineastas tan reconocidos como Tom Hooper, Abbas Kiarostami o Jafar Panahi. A partir de ahora podrás echar mano de esta lista cuando te digan (que no serán pocas) que no hay buenas películas sobre fútbol.
8 películas que demuestran que el fútbol sí es cinematográfico
'Hooligans'
La cinematografía británica ha cultivado una gran cantidad de películas sobre fútbol, abarcando incluso aspectos que no exigen mostrar el terreno de juego. En 'Hooligans', de Lexi Alexander, se nos cuenta la historia de un grupo de radicales aficionados al West Ham United y por paradójico que parezca el fútbol (físico) no es en absoluto el protagonista del filme (si alguna vez lo fuera quizá no estaríamos ante una buena película sino ante una buena retransmisión deportiva). La película se centra en Matt Buckner, un estadounidense que llega a Inglaterra tras ser expulsado de Harvard, y ya en Londres, entra en el mundo de los hooligans que apoya al West Ham.
La cineasta alemana (sorprende el número de mujeres que han conseguido realizar películas sobre fútbol con éxito) eligió un tema bastante espinoso para su debut tras las cámaras, y es que hacer una película sobre la violencia, justificándola, y que no parezca que estás haciendo apología de la misma, es muy complicado. Y aunque la cineasta se preocupa por solucionar el tema muy pronto, dejando claro que es una cuestión de dominio y no tanto de hacer daño, las formas le fallan en muchos momentos. La directora consigue plasmar muy bien lo que implica formar parte de una banda como la que se ve en el filme (haber co-escrito el guión con un antiguo hooligan pudo influir bastante) pero el mensaje que arroja su (pésima) escena final puede molestar a algún espectador.
Aún así 'Hooligans' es una película necesaria para comprender la complejidad del fútbol. No se trata de un deporte en el que once personas corren detrás de una pelota, es mucho más. Y la película de Alexander es una muestra de ello. En ella se presenta al fútbol y sus implicaciones sociales como un vehículo hacia la maduración, como un viaje de iniciación a la vida adulta. El problema es que en algún momento la película conecta esos conceptos con el de violencia, y ahí es donde la historia de Alexander hace aguas.
'Futbolín'
La animación japonesa se ha encargado de poner al fútbol en un lugar privilegiado dentro de la memoria colectiva de una generación. Productos como 'Oliver y Benji', 'Inazuma Eleven' o 'Matanza de gigantes' han sabido captar algunos de los valores que mejor representan el fútbol: la deportividad, rivalidad, epicidad... Todos estos adjetivos han sido desarrollados con mayor o menor tino en estas producciones. Y lo más importante, han demostrado que las posibilidades de la animación frente a la acción real a lo hora de abordar este deporte son infinitamente mayores. Dentro de este grupo de proyectos, hay que destacar 'Futbolín', la película con la que Juan José Campanella se estrenó en el mundo de la animación (futbolera).
A partir de la historia de Amadeo, un chico tímido y virtuoso del futbolín que tendrá que enfrentarse a un crack del fútbol mundial, Campanella no sólo nos habla de fútbol sino también del amor, la pasión, la amistad y la valentía. La película cae demasiado pronto en lo previsible pero aguanta muy bien el ritmo gracias a la camaradería de los pequeños jugadores del futbolín y la comicidad que desprenden sus interacciones. Además, Campanella y su equipo realizan un diseño de personajes extraordinario, otorgando a cada uno unos rasgos físicos y psicológicos muy bien definidos.
En la cinta nos encontramos las dos visiones que imperan en el fútbol: por un lado la del que lo entiende como un negocio (el Manager) y por otro la del que lo vive con ilusión y pasión, como una forma de vida (todos los jugadores del futbolín). Amadeo está un punto diferente al resto, para él el fútbol es un vehículo para alcanzar sus sueños, para demostrarse a sí mismo que con voluntad puede conseguir lo que quiera y que rendirse nunca es una opción. No cabe duda de que el mensaje es fácilón, y más teniendo en cuenta que el contexto es idóneo para que sentimientos como estos florezcan, pero no por ello deja de ser efectivo. Nos termina de ganar la habilidad de Campanella para recrear un partido de fútbol, con jugadas rodadas con gran virtuosismo, y las metareferencias a '2001: Una odisea del espacio' y 'Apocalypse Now'.
'Shaolin Soccer'
Quizá has visto o conoces 'Shaolin Soccer' y te estás preguntando qué hace en un reportaje sobre películas de fútbol que no te puedes ver... No nos hemos vuelto locos, sabemos que es mala, pero es tan consciente de ello que se vuelve irresistiblemente buena. Su fórmula es simple: coge todo aquello que hace de las películas de artes marciales hongkonesas un espectáculo único y mete en medio de cada acción un balón de fútbol. El resultado es esta locura con la que Stephen Chow ('Kung Fu Sion') nos sorprendió en 2001.
La película se centra en Sing, un discípulo del Shaolin que ve la posibilidad de popularizar el kung fu en la sociedad moderna cuando Fung, un antiguo futbolista fracasado, le propone formar un equipo para participar en un campeonato. A partir de esa historia Chow, que también es el protagonista, construye una parodia del subgénero en la que las inverosímiles situaciones se ven respaldadas por unos efectos especiales aún más increíbles. Es por ello que resulta imposible valorar la representación que hace la película del fútbol. Su evidente falta de autenticidad sirve muy bien al propósito de entretener pero no constituye un retrato preciso de lo que es este deporte, aunque sí se incluyen algunas tramas que encajan bien en ese ámbito (la rivalidad entre Fung y el poderoso, el amaño de partidos, la superación ante la adversidad...).
Aunque con 'Shaolin Soccer' no hay lugar a malentendidos: es una película que en ningún momento pretende aleccionar, y su falta de seriedad se evidencia casi en el primer fotograma. Lo mejor es dejarse llevar, disfrutar del hilarante plantel de secundarios y rememorar aquellas jugadas imposible de 'Oliver y Benji' que tan "bien" retrata Stephen Chow aquí. Un divertimento tan surrealista que es imposible no incluirlo en nuestra lista de guilty pleasures.
'Quiero ser como Beckham'
Si hay un título sobre fútbol que ha trascendido en el mundo del cine ha sido 'Quiero ser como Beckham'. La película de la cineasta keniata Gurinder Chadha fue todo un éxito cuando llegó a los cines británicos en 2002, convirtiéndose en número uno en su primera semana y manteniéndose durante casi tres meses en cartel. Los 16 millones que recaudó la convirtieron en la comedia más taquillera de todos los tiempos en Gran Bretaña y vista hoy entendemos su éxito.
En 'Quiero ser como Beckham' (un título nada afortunado), Chadha contó la historia de Jess, una joven india que solo desea jugar al fútbol y dedicarse profesionalmente a ello. El problema es que sus padres no entienden por qué juega al futbol en vez de estudiar y aprender a cocinar, algo que sí hace su hermana Pinky, a punto de casarse ya con un joven indio. Un día Jess conoce a Jules, quien le propone unirse al equipo de fútbol femenino local, y todo su mundo se pondrá patas arriba.
Es cierto que tras cualquier película centrada en el deporte subyace una historia sobre superación como la que plantea 'Quiero ser como Beckham' pero la película de Chadha rompe en todo lo demás. Por primera vez una cinta importante sobre fútbol puso a mujeres como protagonistas, e incluso insertó su relación en un debate sobre la integración cultural y la necesidad de crear puentes entre estilos de vida radicalmente opuestos. La directora utiliza el fútbol para hablar de la ilusión y los sueños, y de la necesidad de que sean éstos los rijan nuestra vida y no los de los demás. Y aunque no compramos el trío amoroso entre Keira Knightley, Parminder Nagra y Jonathan Rhys Meyers es elogiable la valentía que impregna al producto a pesar de su convencionalidad. Una propuesta fresca, entretenida y que invita a una reflexión siempre necesaria.
'El viajero'
Jafar Panahi y Abbas Kiarostami son la prueba de que el fútbol no solo es cosa de Europa y América. Ambos directores han sido artífices de dos de las obras sobre fútbol que, ya sea por el prestigio de su nombre o por el valor de su producción, han conseguido sobresalir en el selecto grupo de cintas de esta temática. Para su debut en el largometraje Kiarostami tiró de pasión y contó, en poco más de una hora, la historia de Qasem, un chaval que pese a estar castigado por sus padres y profesores cambia los libros de la escuela por una pelota de fútbol siempre que puede. Un día descubre que el equipo nacional jugará en Teherán y decide ahorrar lo suficiente para ir y volver en el mismo día.
Kiarostami consigue retratar en 'El viajero' un fragmento de realidad, introduciendo ya esa dicotomía entre realidad y ficción que tan presente está en su cine. Con un estilo quasi-documental, el iraní nos ofrece una pieza de cotidianidad absoluta, mostrándonos el anhelo de un niño que rechaza las aburridas imposiciones de sus mayores y se deja llevar por sus pasiones. Aunque precisamente la obra del iraní no invita a perseguir los sueños juveniles sin condición sino a actuar con cabeza, a ser responsables y hacer frente a las consecuencias de nuestras decisiones, sean o no las correctas. Pero sí se atisba algo del espíritu rebelde y reivindicativo de Kiarostami, que convierte al pequeño Qasim en un representante de la lucha contra los adversidades. No obstante, la lectura que subyace tras el desenlace es que el cineasta no apela a la impulsividad sino a la racionalidad, aunque sin repeler por ello a la (necesaria) lucha diaria, y lo hace manejando con maestría algunas de las herramientas fundamentales de la narración cinematográfica, como la elipsis o los recursos oníricos.
'El viajero' es una obra pequeña dentro de la grandilocuencia de otras películas del subgénero pero encuentra en la rebeldía de este pequeño niño (una versión de las hermanas de 'Mustang') un encanto del que no puede presumir ninguna obra británica que se haya hecho hasta ahora sobre el tema. Solo alguien con la destreza de Kiarostami podía capturar un pedazo de vida de una manera tan auténtica.
'Evasión o victoria'
La cinematografía estadounidense no ha dado cobijo a grandes productos futbolísticos, pero puede presumir de haber creado una de las películas más emblemáticas que se han hecho sobre este deporte: 'Evasión o victoria'. Con gran lucidez, John Huston y su equipo decidieron que la película se ambientaría en la Segunda Guerra Mundial para que el fútbol, un deporte minoritario al norte del continente, no fuera el único aliciente del filme. Para ello pusieron a los futbolistas en un campo de concentración, el de Gensdorff, y les empujaron a idear un plan de escape aprovechando su condición de futbolistas. ¿El resultado? Un híbrido entre el drama histórico y la aventura carcelaria al que es muy difícil resistirse.
La película de Huston refleja con acierto lo que suponía para el Gobierno alemán este tipo de eventos: una oportunidad perfecta para vender la grandeza del nazismo, algo evidente teniendo en cuenta cómo desarrollaron las Olimpiadas de 1936. Y aunque no podemos tomarla como el retrato histórico que nos gustaría que fuera es elogiable su intento divulgativo. Además, recupera con acierto esa idea del fútbol como elemento conciliador en la historia (todavía emociona recordar aquella Navidad de 1914 en la que alemanes y británicos decidieron dejar a un lado sus diferencias y disfrutar juntos de la festividad... Jugando a fútbol).
Al final el esperado partido es lo menos importante de 'Evasión o victoria', que se preocupa más por mostrar la fuga y sus consecuencias morales, pero si se la considera la película insignia dentro de este subgénero será por algo. Huston saca bastante provecho de su reparto (incluso de un Sylvester Stallone bastante torpe) y muestra con tino las jugadas de fútbol. De hecho, en la película se incluye el gol más espectacular que se ha podido ver en la historia del medio: esa inolvidable chilena de Pelé. En este caso el fútbol se convierte en un vehículo de liberación y la victoria del equipo de prisioneros en el elemento insuflador de esperanza en una población cada vez más oprimida por los nazis.
'Fuera de juego (Offside)'
El 19 de mayo de 2016 los medios españoles se hicieron eco de una noticia ocurrida en Irán: Hanieh, una joven fanática del Persépolis, entró en el estadio Azada de Teherán para ver el partido entre su equipo favorito y el Rahahan, del que iba a salir el campeón de la liga iraní. Para presumir de su hazaña Hanieh subió una foto en Instagram donde puso: "Había dicho que iría al estadio Azadí y ya estoy aquí." De haber ocurrido en Europa un hecho así no habrán trascendido lo más mínimo, pero en Irán las mujeres tienen prohibido pisar un campo de fútbol.
Teniendo en cuenta esto, la película Jafar Panahi, 'Fuera de Juego (Offside)', bien podría basarse en hechos reales, pero el cineasta parte de una historia ficticia para contar una aventura similar a la de Hanieh, la de un grupo de mujeres que son encerradas en los aledaños de un estadio de fútbol en Irán tras su intento fallido de colarse. El director iraní demuestra una gran inteligencia al integrar en esta historia de pasiones futbolísticas el debate sobre los derechos de las mujeres iraníes, ya que se sirve de la comedia para construir una crítica mordaz, con unos personajes autoritarios inofensivos y unas mujeres cuya valentía solo se ve superada por su sentido del humor.
Panahi no muestra ni una parcela del terreno de juego y aún así consigue crear una de las películas clave del (sub)género. Bajo su condición de cronista comprometido el cineasta iraní da lugar a una obra divertida y contundente que pretende concienciar ya no solo en lo relativo al fútbol sino en todos los ámbitos en los que la mujer se ve supeditada al hombre. Tan astuta como necesaria.
'The Damned United'
A veces las mejores películas sobre fútbol tienen muy pocas imágenes del juego en sí. Es el caso de 'The Damned United', una de las mejores películas sobre el deporte rey en Europa que se han hecho (y se harán) jamás. Obra de un primerizo Tom Hooper, que a pesar de iniciar su carrera a principios de siglo no salió del medio televisivo hasta el estreno en 2009 de esta producción, 'The Damned United' se adentra en la figura a la sombra del fútbol, en la que vela porque el trabajo concebido se ejecute con eficacia, en la del entrenador. La película de Hooper consigue hablar de los contradictorios sentimientos que se dan cita en un campo de fútbol, pero desde el prisma del entrenador, pegando la cámara, en este caso, a Michael Sheen y creando una obra descomunal sobre la soledad: la soledad del fútbol.
'The Damned United' narra la polémica historia de los fatales 44 días de Brian Clough como entrenador del Leeds United, el equipo campeón de la Premiere League en ese momento. Gracias a su anterior entrenador, Don Revie, rival de Clough desde que entrenaba al Derby County en Segunda División, el club había vivido el periodo de más éxito de toda su historia, pero a costa de practicar un fútbol agresivo, poco vistoso y, por consiguiente, incompatible con el modelo de juego de Clough.
La película del británico se construye a partir de la venganza personal de Clough hacia Revie, una rivalidad que ocupó titulares de la prensa deportiva durante mucho tiempo y que el cineasta consigue plasmar con gran fidelidad gracias a las impresionantes actuaciones de Sheen y Colm Meaney, aunque al final pesa más la reflexión que propone sobre las consecuencias de la ambición. 'The Damned United' es un retrato perfectamente estructurado sobre la figura de Clough, un hombre de gran carisma al que le podía más la lengua que la cabeza, y de lo que fue consciente cuando llegó al límite (muy bien representado en la mirada perdida de Sheen en el enfrentamiento televisivo final). Los conceptos de juego limpio o justicia futbolística siempre están a debate en esta película de exquisita factura técnica que invita a pensar sobre cuál es el verdadero éxito de un profesional.