'El retorno de las brujas': Sarah Jessica Parker asegura que estaría encantada de participar en la secuela

En un año, 2012, en el que el cine de animación no tuvo una cosecha especialmente notable, con pinchazo de Pixar incluido ('Brave'), el oro fue a parar a manos de este cuento en el que la comedia y el terror se dan un abrazo artesanal repleto de logros. 'El alucinante mundo de Norman' cautiva con los elementos mínimos, con cine en estado puro. La tormenta de referentes que desprende se complementa con destellos visuales de primera calidad, ideas geniales de un guión que, respetando influencias, es capaz de crear universos propios e individuales. El entusiasmo, ternura y felicidad contagiosa de ese chaval marginado que termina encontrando su lugar. La historia de siempre contada con melancolía, inteligencia y humor.Y zombies aterradores, fantasmas que irradian ternura y un clímax final antológico. En su momento, una sorpresa. Ahora, un tesoro.

Amblin no puede faltar en ningún especial que se precie sobre cine para niños y/o adolescentes. Su colección de películas que son parte clave de las lecciones aprendidas en una sala de cine es de una amplitud y riqueza asombrosa pero, si nos centramos en la temática terrorífica, Gizmo y compañía merecen un apartado de honor. 'Gremlins' estaba, atención, producida por Steven Spielberg, escrita por Chris Columbus y dirigida por Joe Dante, un equipo de ensueño que cumplía expectativas con un hilarante e irreverente homenaje al género fantástico que conquistó la taquilla mundial a base de entretenimiento, diversión y (ligeras) dosis de terror. Una fórmula perfecta que funcionó a las mil maravillas y que, a día de hoy, continúa siendo un referente incapaz de envejecer. Un festín para todos los Halloweens de nuestra vida.

Mientras esperamos que llegue 2017 para comprobar si 'Coco' se convierte en la película de muertos definitiva por parte de Pixar, recurrimos a los monstruos. Y no a unos cualquiera, sino James P. Sullivan y a Mike Wazowski, dos de los personajes más queridos de la factoría de excelencia dirigida por John Lasseter y protagonistas de 'Monstruos S.A.', uno de sus clásicos contemporáneos. Una historia repleta de buenas ideas, de gags acertadísimos, de ternura y de un ritmo endiablado que no se permite ni un segundo de descanso. Una película arrebatadora en su forma, clímax final para el recuerdo, y su fondo. Halloween puede ser la excusa perfecta pero, realmente, cualquier momento es bueno para volver a ella. Un trabajo de perfección técnica y guión de hierro en el que, por cierto, unieron fuerzas Andrew Stanton, director de 'WALL - E', Pete Docter, director de 'Up' y 'Del revés' y Lee Unkrich, director de 'Toy Story 3'. No tengo nada más que añadir.

Seré sincero. Mayores, no puedo prometeros que los pequeños no se mueran de miedo con 'Los mundos de Coraline'. Para nada. PERO, por lo que sí puedo asegurar es que su historia se clavará en vuestra mente para siempre. Una película atípica, oscura y atrevida hasta decir basta, con la que Henry Selick cambió a Tim Burton por Neil Gaiman, eso sí, sin sustituir la extraordinaria labor de animación stop motion con la que he conseguido sus logros más importantes. Su asombrosa capacidad para mezclar 'Alicia en el país de las maravillas' con el lado más tenebroso de la filosofía adaptada a la infancia es solamente una de las virtudes más importantes de un trabajo repleto de ellas. Con 'Los mundos de Coraline' tenemos una apuesta cien por cien Halloween en la que el desasosiego no te abandonará a lo largo de un camino que, tras cada esquina, esconde una sorpresa. Una joya de imágenes inolvidables a la que se debe reivindicar con insistencia. Lo de dormir tranquilos ya es otra historia.

Seguimos con películas que, más allá de su cuestionable calidad puramente cinematográfica, tienen el incalculable valor de mantenerse vivas en el recuerdo de varias generaciones. 'La familia Addams', sin duda, es una de ellas. Los personajes creados por Charles Addams daban el salto a la gran pantalla en 1991 con una película en la que el humor y la nostalgia jugaban los papeles más importantes. Sobre esos dos elementos Barry Sonnenfeld dirigiendo y Anjelica Huston, Raúl Juliá, Christopher Lloyd y Christina Ricci interpretando, se montaban una fiesta en la que todos consiguen transmitir el espíritu de pasatiempo total de la propuesta. Una sensación que se desvaneció en una secuela en la que se repetían todos y cada uno de los trucos usados en su predecesora. Si hay que elegir entre ambas, ni una sola duda, 'La familia Addams' es la opción correcta, un pedazo de Halloween para todos los públicos.

Llega 1995 y, sin avisar, nos pilla con ocho años y la fiebre cinéfila en grado máximo. Quizás por eso, 'Casper', adaptación cinematográfica de la serie de dibujos animados homónima, es recordara hoy con tanto cariño. Con una historia que podría entenderse como un remake de 'Cenicienta' pero con fantasmas, estamos ante una película comercial con el suficiente poder para enamorar a los más pequeños, haciéndoles creer que están viendo la película más terrorífica del mundo y, al mismo tiempo, observando como se emocionan con un relato de romanticismo algo azucarado pero plenamente efectivo. Efectos especiales que han envejecido más que bien, la estupenda banda sonora de James Horner, el trío de secundarios formado por Látigo, Tufo y Gordy, una magnífica casa encantada y el espíritu Amblin hacen el resto. 'Casper' no es una gran película, pero es una demostración entrañable del cine familiar de toda la vida.

Aquí hay terror. Terror de verdad. 'Monster House' es una de esas propuestas animadas alejadas del sobresaliente que, sin embargo, contienen en su interior el suficiente número de placeres como para regresar a ella. En lo visual, el tiempo no ha sido especialmente benevolente con ella pero, vista ahora, sorprende la intensidad con la que sus debutantes responsables apostaron por el miedo de verdad. No se trata solamente de rendir homenaje al género de casas encantadas sino de adornarla con una historia cuya resolución ejemplifica a la perfección el componente adulto que se le quiere dar. No falta el humor familiar pero no deja de ser un ingrediente casi obligado en una receta que se disfruta especialmente en Halloween. Un producto bien medido, bien presentado y, lo que es más importante, contado con talento.

Con su secuela recién llegada a nuestras carteleras, 'Hotel Transilvania' es una de esas apuestas seguras para triunfar en Halloween. Lo suficientemente infantil como para que los pequeños se lo pasen bomba y lo suficientemente divertida para que los mayores mantengamos la atención en todo momento, esta montaña rusa imparable en la que todo pasa muy rápido, puede que demasiado, se ha convertido en uno de esos éxitos mundiales que aseguran continuidad a base de secuelas y secuelas. Y no podemos decir que su primera entrega tenga complicado ser superada pero, de no ser así, nos conformamos con que mantenga su sentido del ritmo, sus dosis de entretenimiento familiar y su cariño y respeto a personajes inolvidables del género como Frankestein, Drácula o la Momia. Un buen rato. Y ya.

Halloween es una fiesta, estamos de acuerdo, pero eso no debe ser impedimento para darle a los más pequeños de la casa la oportunidad de reflexionar, emocionarse, aprender. El cine, además de entretener, permite llevar a cabo la búsqueda de estos tres objetivos y, puestos a mantener el género de terror, lo mejor es acudir a un grupo de monstruos gigantes para alcanzarlos. Spike Jonze, director en constante crecimiento, entregó una adaptación muy personal de 'Donde viven los monstruos' , cautivador libro de Maurice Sendak que (nos) marcó a más de una generación. Con un material tan mínimo como profundo, Jonze construye una película que conmueve a los adultos y descubre alguno de los elementos psicológicos más apasionantes de ese universo extraño llamado infancia. Los niños se quedarán embobados con el diseño de los personajes y los mayores puede que se encuentren limpiando lágrimas inesperadas. Una buena manera de descubrir el amor al cine. Y de confirmarlo.