'Mom': Chris Pratt será el nuevo pretendiente de Anna Faris, su mujer en la vida real

Tras siete años de matrimonio, de 2003 a 2010, Sam Mendes, uno de los grandes, y Kate Winslet, una de las gigantes, pusieron final a su relación. El director, que había encadenado una serie de romances con varias actrices, incluyendo a Cameron Diaz y Rachel Weisz, formalizó su unión con Winslet a través de un matrimonio que parecía destinado a la eternidad, envidiable en la distancia y encantador en la cercanía. Sin embargo, tras el rodaje conjunto de esa joya llamada 'Revolutionary Road', todo se resquebrajó.

Los rumores apuntaron a Rebecca Hall, con quien el director parecía mantener más que una buena amistad, supuestos motivos que llevaron a la actriz de 'Titanic' a decidirse por el adiós. Tras el divorcio, Mendes se sumergió en el mundo de James Bond y Kate se apoyó en la ayuda de su "hermano" Leonardo DiCaprio. Podríamos haber tenido El Triángulo Romántico definitivo, pero no. La esperanza es lo último que se pierde.

¿Creías que Tim Burton estaba casado con Johnny Depp? Lo sentimos, pero debemos despertarte de ese sueño. Pese a lo que la hemeroteca se empeñe en subrayar, Burton ha compartido casi tantos rodajes con su actor fetiche como con sus distintos romances. El último y más evidente caso, propició que Helena Bonham Carter se convirtiera en una de las intérpretes que mejor ha entendido y potenciado las virtudes del cine del director.

Sus distintas colaboraciones encontraron su punto álgido en 'Sweeney Todd', un auténtico recital de la actriz. Tras su reciente divorcio, tendremos que esperar para ver si la amistad y el cariño pueden con el dolor y Bonham Carter regresa al universo Burton. De momento, ese lugar parece ocupado por Eva Green. Y oye, tampoco nos quejamos.

Lo único que le faltaba a 'Ocho apellidos vascos' para terminar de convertirse en una especie de sueño hecho realidad para el cine español, era una historia de amor. Dicho y hecho. Dani Rovira y Clara Lago, estupendos ambos, dejaron que el amor fluyera por tierras vascas y andaluzas y comenzaron una relación que alcanzó su momento inolvidable en un apasionado beso tras el Goya a Mejor Actor Revelación para Rovira. En ese momento, solamente superado por Iker y Sara, es lo que tiene ganar un Mundial, servía también como prólogo para 'Ocho apellidos catalanes', mismo éxito de taquilla pero mucho peor resultado. Incluso su química parecía disminuir en su salto a Cataluña. Pero siempre nos quedará la primera entrega para intentar descifrar cuándo y cómo se produjo la explosión de chispas. Lástima que lo de Karra Elejalde y Carmen Machi no siguiera el mismo ejemplo y hubiera redondeado, del todo, el triunfo del amor y la taquilla.

"Mario es alguien a quien quise mucho. Pero ahora tengo la sensación de haber estado con un desconocido. Ya no espero nada de él". Esas son las últimas declaraciones de María Valverde sobre su ex pareja, con quien compartió varios rodajes, en los que conviene destacar 'La mula' por encima de tebeos románticos cursis y horteras. Aunque el éxito nos diga otra cosa. A lo largo de su relación, ambos crecieron como intérpretes, entendieron el peso de la fama y la relevancia que se daba a cada uno de sus movimientos. No era tarea fácil, pero entre los dos parecía existir una capacidad envidiable para encontrar el equilibrio en medio del caos. Por desgracia, la ruptura llegó y, por lo que se puede extraer de las nada sutiles palabras de Valverde, eso de la amistad tras la ruptura ha quedado ligeramente aparcado. Y cada cual a lo suyo.

Woody Allen y Diane Keaton coincidieron por primera vez en 1968, a través de la obra de teatro 'Sueños de un seductor' La actriz confesó que fue durante los ensayos cuando se enamoró del Allen guionista pero también de la persona. Tras seis años de relación y dos películas juntos, 'El dormilón' y 'La última noche de Boris Grushenko', se produjo su ruptura.

Afortunadamente, esa química apabullante que traspasaba la pantalla, se mantuvo fuera de ella y lo sigue haciendo a día de hoy. Dos años después de finalizar su relación, Allen le regaló el personaje protagonista de esa obra maestra llamada 'Annie Hall' en el que supone la mayor demostración de cariño posrelación de la historia del cine. Ella, se lo devolvió con una interpretación inolvidable. Y todos contentos. En 2011, la actriz confesaba que echaba de menos a Woody y que el director se estremecería si supiera cuánto le aprecia. Además, admitía que es "lo bastante lista para no sacar el tema. Sé que casi le repugnaría lo grotesco de mi afecto por él. ¿Qué le voy a hacer? Todavía le quiero". Ains.

Hay cineastas que, además de enamorados, tienen la certeza de que su pareja es la persona que mejor va a entender sus obras, que más partido va a sacar de sus personajes y que va a solucionar sus problemas a través de su faceta de musa. Y viceversa. El caso del ganador del Oscar a Mejor Director por la fantástica 'The Artist', es uno de ellos. Su actriz fetiche es también su compañera sentimental, Bérénice Bejo, que ha protagonizado sus tres películas más ambiciosas y atrevidas, la citada triunfadora de los premios de la Academia entregados en 2012, 'OSS 117: El Cairo, nido de espías' y 'The Search'. En los tres casos, Bejo consigue brillar con especial intensidad, convirtiéndose en lo mejor de cada una de ellas y haciendo que parezcan mejores trabajos de lo que realmente son. Si hay que apostar quién tendrá un futuro más destacado, somos del equipo Bérénice.

Lo que comenzó en atracción fatal en 'Sr. y Sra. Smith' ha terminado convertido en uno de los matrimonios más estables, polémicos y comentados de la última década, y desembocó en el reciente divorcio. Su último paso, 'Frente al mar', ha sido tan ignorado por el público como examinado con lupa por parte de una crítica que, en la mayoría de casos, esperaba con el cuchillo bien afilado la nueva propuesta de Jolie como directora. Si nos ceñimos a lo puramente cinematográfico, poco o nada salvable hay en una película tan pretenciosa y atrevida como soporífera e interminable.

Parece complicado, porque sería completamente inestable desde un punto de vista emocional, creer que lo que vemos en pantalla fuera el día a día de Pitt y Jolie, pero el drama que rodea toda la cinta sí que nos demuestra alguna de las aspiraciones artísticas de ambos, especialmente de ella. Preferimos el espectáculo de acción de su primer encuentro antes que las crisis creativas, las resacas y los amaneceres en soledad. Aunque, mirándolo de otro modo, puede que sea el perfecto reflejo del deterioro de una relación.

Nicole Kidman y Tom Cruise se casaron en 1990. Ella tenía 23 años. Adoptaron a dos hijos, Isabella y Connor, y se divorciaron en 2001. El año pasado, la actriz comentaba que "era un bebé" cuando se casó con Tom, pero que no se arrepiente de nada de lo que hizo. El tiempo, la madurez, y quién sabe si la indiferencia, han terminado por conseguir curar unas heridas que, tras el rodaje de la notable 'Eyes Wide Shut', se convirtieron en naufragios insalvables.

La película de Stanley Kubrick supuso todo un reto para ambos, consiguiendo dos interpretaciones dolorosas, frágiles en su contundencia, incapaces de esconderse detrás de ningún tipo de armadura. Cuanto había de realidad y ficción en aquel trabajo oscurísimo y profundamente triste, siempre será una incógnita, pero en cualquier caso es un epílogo filmado en toda regla. Extraño y apasionante de observar.

En el cine de superhéroes, pocas parejas han transmitido tanta complicidad como Andrew Garfield y Emma Stone. Las dos entregas del hombre araña protagonizadas por ambos encontraban en sus interpretaciones lo mejor del lote. Pocas veces el reparto es lo más destacado de una propuesta así, pero esa relación que despertaba tanta admiración como envidia fuera de la pantalla conseguía un efecto hipnótico para un espectador que, bueno, tampoco tenía mucho más en lo que fijarse y disfrutar.

Su ruptura hace ya un año fue toda una sorpresa que congeló las sonrisas que ellos se habían encargado de contagiar a medio mundo. Las causas, al parecer, apuntaban a los constantes viajes de ambos por los rodajes en los que intervienen, lo que dificultaba la relación. Hay que recordar que, por entonces, Garfield estaba en Taiwán rodando 'Silencio', la nueva película de Martin Scorsese. Las culpas a él.