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GRANDE HASTA EL FINAL

"Ahogada por su propio sujetador": este es el obituario que a la gran Carrie Fisher le habría gustado tener

La actriz decidió su obituario gracias a una anécdota con George Lucas, que contó en su monólogo 'Bendito Alcoholismo'.

Por Ana Ramos García 28 de Diciembre 2016 | 12:09

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El mundo de Hollywood se encuentra desolado con la reciente pérdida de la princesa más conocida de la Galaxia. Carrie Fisher moría la mañana del pasado martes 27 de diciembre tras una difícil lucha en el hospital debido al grave infarto que sufrió en un vuelo desde Londres hacia Los Ángeles.

Sin duda, la actriz será siempre una de las más recordadas de la industria cinematográfica y no sólo por haber dado vida a uno de los personajes más icónicos del cine, sino por haber demostrado ser siempre una persona maravillosa y divertida como nadie. Tras la noticia, muchas de las estrellas hollywoodienses quisieron expresar su dolor en las redes sociales, apoyados por los miles de fans que lloran la muerte de Fisher, y ahora más que nunca es inevitable que las redes se inunden de imágenes y citas célebres que la actriz protagonizó en vida. Tanto es así, que ahora hemos descubierto una anécdota relacionada con George Lucas, donde nuestra querida princesa explicaba cómo era el obituario que ella deseaba tener.

Carrie Fisher como la Princesa Leia en 'Star Wars'

En el año 2008, la divertida actriz realizó un monólogo basado en su autobiografía 'Bendito Alcoholísmo'. En dicha biografía, la actriz contaba que tuvo una divertida y extraña conversación con el creador de la famosa saga intergaláctica durante el set de rodaje de la misma, en la que hablaron sobre el icónico vestido de Leia. "George se acercó a mí el primer día de grabación, echó un vistazo al vestido y dijo «No puedes llevar sujetador debajo del vestido»", contaba la actriz "a lo que yo dije «Ok, voy a picar, ¿por qué?» y él me contestó «Porque... No hay ropa interior en el espacio»".

Fisher quiso explicar que esta conversación no fue cosa de un solo día. Por lo que se ve, director y actriz volvieron a tener una segunda conversación al respecto de por qué la princesa no debía llevar sujetador en la saga. "Lo que ocurre es que cuando vas al espacio pierdes tu peso por efecto de la gravedad cero", le explicaba Lucas a Fisher "Hasta aquí todo bien, ¿no? Entonces, ¿qué es lo que pasa si tu cuerpo se expande? Que el sujetador no lo hace... Es decir, mueres estrangulado por tu sujetador".

Y fue contando esa maravillosa anécdota cuando a Fisher se le ocurrió la idea de convertirla en un maravilloso obituario, muy a su estilo: "Ahora pienso que esto sería un obituario fantástico, así que siempre le digo a mis amigos más jóvenes que no importa cómo me vaya, quiero que se divulgue que morí ahogada a la luz de la luna, estrangulada por mi propio sujetador". Ella, como siempre, genial hasta pensando en el último momento de su vida.

Carrie Fisher y Peter Mayhew como Leia y Chewbacca en 'Star Wars'

El legado de la princesa

Fisher siempre fue una experta en contar sus experiencias y las anécdotas de su vida de una manera particular y única. A pesar de haber llevado una vida bastante difícil, siempre supo superarse a sí misma y a sus problemas con adicción de drogas, alcoholismo, desacuerdos matrimoniales y hasta un trastorno de bipolaridad. Demostró que la vida son idas y venidas, y siempre supo afrontarla con valentía y humor; es por eso mismo que Carrie Fisher no sólo fue una gran actriz, sino que fue también una gran escritora, y una gran guionista y humorista, además de una excelente madre, hija y amiga.

Podremos disfrutar de un poco más de su historia gracias a las memorias, que están pendientes de publicación, descritas en 'The Princess Diarist'; un libro que ya captó la atención de todos en los meses anteriores a su muerte con las declaraciones de su romance con Harrison Ford y que, ahora más que nunca, esperamos con impaciencia.

Frases Star Wars

Imagen 0 de  del set

"Usa la Fuerza, Luke" (Obi Wan-Kenobi, 'Una nueva esperanza')

El clímax final de 'Una nueva esperanza', la primera entrega de la saga, cuarta si seguimos su innovador orden cronológico, es ejemplar en todos los niveles. Una trepidante escena de acción que, en su momento esencial, aprovecha para engrandecer un personaje, Obi Wan-Kenobi, hasta convertirlo definitivamente en un guía espiritual, estatus con el que se mantendrá a lo largo de 'El imperio contraataca' y 'El retorno del Jedi'.

George Lucas, demostrando que no siempre fue el terrible director que su segunda trilogía nos descubrió, consigue que acompañemos a Luke en su X-Wing, que formemos parte de su aventura de manera directa, que sintamos el aliento de Vader cerca. La emoción, la sensación de vértigo, adquiere un nuevo nivel cuando escuchamos la voz de Kenobi. Skywalker usa la fuerza. Nunca volverá a estar solo. Y nosotros, tampoco.

Imagen 1 de  del set

"Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes" (Yoda, 'El imperio contraataca')

La mejor entrega de la saga, por oscura, adulta y profunda, superaba a su predecesora en todos los niveles, menos el del factor sorpresa inicial, y se guardaba unos cuantos ases en la manga. Nuevos personajes que, a diferencia de otros capítulos del universo galáctico, aportaban elementos importantes a la historia, no eran simples invenciones en busca del merchandising más efectivo. Entre todos ellos destaca, con diferencia, Yoda.

Pequeño ejemplar de una especie desconocida hasta la fecha, el Maestro Jedi más genuino se presentaba ante un desorientado Luke para ofrecerle una serie de lecciones que le ayudarían en su lucha contra Darth Vader y cía. Durante sus primeros encuentros, se concentran frases de una maravillosa intensidad, de apabullante sabiduría. Su uso se puede dar en circunstancias cotidianas y nunca sonarán absurdas o inoportunas. 'Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes', es una lección de vida en toda regla que va más allá de la pantalla de un cine.

Imagen 2 de  del set

"Yo soy tu padre" - (Darth Vader, 'El imperio contraataca')

Continuamos con un episodio quinto que abrazaba la oscuridad con todas su fuerzas para, sin dejar de lado la aventura y acción que hizo grande a su predecesora, aportar mayor capa de profundidad a sus personajes, tramas más complejas y, por encima de todo, un número alto de giros que terminaban con el final sorpresa más emblemático del género blockbuster.

George Lucas se guardó el truco perfecto para el desenlace más potente de la saga. Una escena, una frase, un grito. Historia del cine. El fenómeno cinematográfico saltaba por los aires convirtiendo, de manera definitiva, a Darth Vader y Luke Skywalker en algo más que figuras de acción. El drama se colaba en sus vidas, las palomitas se caían por el suelo y la saga lanzaba un órdago en toda regla. Ganó. Con semejante carta en la última mano, ¿cómo no hacerlo?

Imagen 3 de  del set

"El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Percibo mucho miedo en ti" (Yoda, 'La amenaza fantasma')

No, 'La amenza fantasma' no ha envejecido bien. En este especial no se va a apedrear a la segunda trilogía galáctica porque estamos de celebración. Y porque, a pesar de sus múltiples y dolorosos fallos, no todo en ellas es tan horroroso como parece. Se pueden contar con los dedos de una mano los momentos que alcanzan, por intensidad y encanto, a sus predecesoras, pero 'La amenaza fantasma' mantiene elementos que nos acercan a ellas, como el reencuentro con Yoda.

Marionetas aparte, el espíritu del personaje continúa tal y como lo conocimos. Sabio, profundo, intenso desde la calma que ofrece la reflexión, sus sentencias resuenan con mayor fuerza entre los pobres diálogos que las rodean. No es el Yoda del que nos enamoramos, pero le reconocemos. Un triunfo en medio del artificio.

Imagen 4 de  del set

"Los maté. Los maté a todos. Están muertos. Y no solo los hombres, sino también las mujeres y los niños. Son animales, y los maté como animales. ¡Los odio!" (Anakin Skywalker, 'El ataque de los clones')

Os confesaré algo. A la hora de llevar a cabo este especial, me propuse que todas las entregas de la saga tuvieran una representación, para equilibrar y demostrar que cada capítulo tiene alguna frase mítica, algún momento inolvidable. Y he sudado para conseguir algo de 'El ataque de los clones'. La película, el punto más flojo de George Lucas como guionista y director, ha envejecido realmente mal y los ojos inocentes e ilusionados que disfrutaron de ella en el cine ya no necesitan ningún esfuerzo para encontrar los defectos que acumula.

Así que toca agarrarse al único instante de coherencia narrativa, a la escena en la que Hayden Christensen empieza a dejar que el lado oscuro penetre en su mirada. La interpretación es entre mala y nefasta, pero sirve para que, al menos, podamos empezar a entender los pilares sobre los que se construyó la personalidad Vader. Algo es algo.

Imagen 5 de  del set

"La Fuerza es poderosa en mi familia... Mi padre la tiene, yo la tengo, y mi hermana... Sí... eres tú Leia" (Luke Skywalker, 'El retorno del Jedi')

Igualar el desenlace de 'El imperio contraataca' era imposible, pero Lucas aún guardaba alguna sorpresa importante para concluir su primera trilogía. 'El retorno del Jedi', infravalorada secuela que no deja de ser un entretenimiento mayúsculo que, pese a sus altas dosis de aventura algo infantil, continúa a un nivel altísimo dentro de la saga, volvía a jugar las cartas familiares para desencajar mandíbulas.

Ya nos habíamos hecho a la idea de la relación Vader-Skywalker cuando, de sopetón, Luke le (nos) descubría a Leia que eran hermanos. Nuevo giro que, lejos de parecer artificial o rebuscado, tenía toda la coherencia interna que siempre ha deslumbrado en los capítulos IV, V y VI. Ambos lo aceptan de buena gana, olvidándose de su extraño coqueteo en las entregas previas y reencontrándose con los brazos abiertos. Mejor así.

Imagen 6 de  del set

"¡Tú eras mi hermano, Anakin! ¡Yo te quería!" (Obi Wan-Kenobi, 'La venganza de los Sith')

A la tercera fue la vencida. Bueno, a la sexta. 'La venganza de los Sith', ahora sí, recuperaba alguna de las mejores virtudes de la trilogía original, olvidaba a los niños, incluso se permitía una crueldad aplastante con ellos, y se lanzaba de lleno a la tragedia y el drama. Darth Vader nos esperaba a la vuelta de la esquina y no quedaba tiempo que perder. George Lucas, consciente de estar ante su última oportunidad de convertir sus nuevas creaciones en algo reivindicable dentro de su franquicia, daba forma a una especie de grandes éxitos entre los que destacaba, por importancia argumental y épica visual, el enfrentamiento final entre Obi Wan-Kenobi y Anakin Sywalker.

A lo largo de una batalla rodada con pulso firme y perfecta capacidad para mantener el ritmo y la tensión, algo inaudito hasta el momento, dos personajes esenciales dentro de la historia galáctica se mostraban asustados, frágiles, humanos. El grito de amor final del maestro al aprendiz sigue poniendo los pelos de punta. Al final, en el tiempo extra, Lucas venció.

Imagen 7 de  del set

"Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso" (Padme Amidala, 'La venganza de los Sith')

Se le pueden echar en cara muchas cosas a George Lucas, pero no la falta de riesgo. Su segunda trilogía asumía una serie de peligros que, en la mayoría de ocasiones, terminó pagando. Entre todos ellos, personajes secundarios insoportables aparte, destaca la confusión que se generó entre el público ante la mezcla de tonos que se producían. Lo extremadamente infantil se tenía que dar la mano, a la fuerza, con entresijos políticos que, lejos de aportar conflictos interesantes, provocaban un aburrimiento importante.

Sin embargo, dentro de la ya mencionada mejoría que supuso 'La venganza de los Sith', todas aquellas telas de araña que se fueron tejiendo en las dos entregas previas empezaron a descubrirse como realmente importantes para la trama. Por supuesto, eso no excusa que su tratamiento narrativo fuera tan indefendible, pero con frases tan rotundas y brillantes como la que recuperamos en esta ocasión, casi parece justificado. Insisto, casi.

Imagen 8 de  del set

"- Te quiero. - Lo sé" (Princesa Leia, Han Solo, 'El imperio contraataca')

La relación entre Han Solo y Leia es otro de esos regalos incalculables que la trilogía inicial nos dejó como legado. Conversaciones repletas de encanto, ecos de la comedia romántica más clásica y miradas furtivas que evidenciaban la complicidad y química entre dos personajes inolvidables. Cualquier diálogo entre ambos podría haber aparecido en esta lista, pero la despedida entre ambos en uno de los múltiples momentos antológicos de 'El imperio contraataca', merece una mención especial.

Dos frases, cuatro palabras. No hace falta nada más, sus rostros dicen todo lo que no se escucha en un instante de cine en estado puro que, a día de hoy, no ha perdido ni un ápice de su magia. La chulería mezclada con el miedo de Solo ante su inminente final, la tristeza en la declaración de Leia. Cine en estado puro, fugaz, conmovedor.

Imagen 9 de  del set

"Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana..."

No importa el tiempo que pase, ni las películas que vayamos viendo por el camino. No importa el número de veces que nos sentemos en la sala más grande del cine o en el sofá más pequeño de casa. Cuando las luces se apagan y aparecen estas palabras, todo es emoción, nervio. Puedes haber visto las trilogías, ambas, cien veces y continuará pasando, incluso en esa entrega que no te termina de convencer del todo. Está más allá de la explicación cinematográfica.

El próximo 18 de diciembre, millones de personas volverán a repetir esta experiencia con la misma expectación con la que, un día, se introdujeron en una saga cuya importancia en la historia del cine y su espíritu de fenómenos social global, ha vuelto a demostrar su vigencia. Ahora es el turno de una nueva generación de profesionales que se enfrentan al reto con la misma ilusión con la que el espectador se sienta, de nuevo, en la butaca. Ahora sí, 'Star Wars' ha vuelto.

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