Están siendo unos días de nieve cegadora en Sundance, el primer festival de toda carrera de los Oscar. Películas que han conseguido nominaciones en los premios de la Academia en 2017 se presentaron hace un año en el certamen de Utah: 'Manchester frente al mar', 'Life, Animated', 'Langosta', 'Captain Fantastic' y otra que se perdió por el camino por motivos que poco tienen que ver con su calidad cinematográfica, 'El nacimiento de una nación'. Por eso periodistas y distribuidores acuden a Sundance con el ojo puesto en cintas que podrían dominar la conversación cinéfila durante lo que queda de año.
Y hay una película que está destacando por encima de las demás, aunque sea porque ha conseguido elevar la temperatura en un año en el que el temporal llegó a producir apagones en algunos pases. 'Call Me By Your Name', la historia de un romance homosexual en los años 80 en una pequeña villa italiana, ha revolucionado el festival. El público se puso en pie al final del pase del domingo 22 de enero, y los comentarios positivos no dejan de sucederse en artículos, podcasts y redes sociales.
Un periodista tuiteaba: "Estoy colocado cinematográficamente después de ver 'Call Me By Your Name'. Bailando por las calles, no puedo dejar de pensar en ella". El autor de un exaltado artículo en The Daily Beast dijo que es "preciosa visual, emocional y, por Dios, sexualmente". Acompañaba el tuit con el emoji de un melocotón, que es el protagonista de una de las escenas más sonadas de la película.
Basada en 'Llámame por tu nombre', una novela de 2007 escrita por André Aciman, la cinta la dirige y escribe Luca Guadagnino, y el guion lo firman junto a él James Ivory ('Una habitación con vistas', 'Regreso a Howards End') y Walter Fasano. Guadagnino cierra con esta su trilogía sobre el deseo, que empezó con 'Yo soy el amor' y siguió con 'Cegados por el sol'. Tilda Swinton protagonizaba ambas, y viendo cómo el director la convirtió en un sujeto y objeto sexual en la película de 2009, no cuesta imaginar cómo este romance gay ha calentado las salas de Sundance.
'Call Me By Your Name' nos transporta al norte de Italia en los años 80 para vivir el romance entre Elio, un joven de 17 años, y un universitario de 24 llamado Oliver que está visitando la casa de la familia para estudiar la cultura grecorromana durante el verano. Tensión sexual, cuerpos sudorosos y baños ajustados y húmedos se pasean por esta historia, que fue un fenómeno literario entre el público gay en 2007.
Armie Hammer ha sido el encargado de interpretar a Oliver. El actor de 'La red social' y 'Animales nocturnos' ofrece aquí la interpretación de su carrera según medios como The Playlist, pero aún mejores palabras hay para Timothée Chalamet, el joven de 21 años que ha dado vida a Elio, el protagonista de la cinta. Conocido por 'Homeland', dicen que Chalamet da una "masterclass" de interpretación. "Su plano final debería ser estudiado por actores que tienen el doble o el triple de su edad", afirma Vanity Fair.
Una película esperada y necesaria
Pero hay mucho más que sexo en 'Call Me By Your Name'. Más que lanzar un mensaje social sobre los derechos LGBT, el director asegura que hay una lección que extraer de esta película: "siempre deberíamos ser muy sinceros con nuestros sentimientos, en vez de esconderlos o construir una coraza". Como 'Moonlight', que acaba de recibir ocho nominaciones a los Oscar, esta película explora la masculinidad y la sexualidad de sus protagonistas. Pero, como 'Carol', cuenta su historia de amor más allá del hecho de que sean dos personas del mismo sexo.
Según The Daily Beast, esta película trata el primer amor desde la mirada de un joven homosexual. Desde el filtro sensual, humorístico y surrealista típico de Guadagnino, 'Call Me By Your Name' creó una especie de catarsis grupal entre el público gay que la vio en Sundance. Muchos salieron llorando y agradecieron al director que haya contado de forma tan certera los problemas de autoaceptación que mucha gente vive.
La relación entre Elio y Oliver es un constante tira y afloja, su deseo recíproco está mezclado con orgullo, negación y falta de entendimiento. Muchos aseguran que esta es una película muy importante para cualquiera que haya vivido un primer amor prohibido, y que convierte su visionado en una experiencia visceral.
Los críticos comentan que Guadagnino trata con normalidad el sexo, la sensualidad, la atracción y el amor que aún mucha gente no es capaz de llegar a entender o, en algunos casos, tolerar. El público LGTB querrá verla, pero 'Call Me By Your Name' parece ser una cinta que debería llegar a mucha más gente.
Sony tiene los derechos de distribución en EE.UU. y planea estrenarla a lo largo de 2017. En España tendremos que esperar bastante a que una distribuidora se decida por traerla, con toda probabilidad. Mientras tanto, la cinta se estrena con un 100% de críticas positivas en Rotten Tomatoes, un 97 en Metacritic. Slashfilm la puntúa con un 10, The Guardian le da cinco estrellas.
Se habla de premios para sus protagonistas, su director y también para Michael Stuhlbarg, el actor de 'Boardwalk Empire' y la serie 'Fargo' que interpreta al padre de Elio. Al parecer, Stuhlbarg tiene un monólogo de dos minutos que "cualquier persona LGBT soñaría con oír de la boca de su padre en algún momento de su vida", según The Daily Beast.
'Call Me By Your Name' podría devolver a la Academia la conversación sobre el cine LGBT que pareció abrir 'Brokeback Mountain' pero nunca llegó a tener una continuación. Es imposible saber cómo se desarrollará el año cinéfilo, pero la película de Guadagnino es a todas luces necesaria en una industria que sigue luchando por volverse más y más diversa. La esperamos con ganas.
Maratón de cine LGTB en 24 horas
'La vida de Adèle' (180 minutos)
Comenzamos con 'La vida de Adèle', conmovedor romance lésbico que conquistó al jurado del Festival de Cannes en 2013 y le otorgó la Palma de Oro al franco-argelino Abdellatif Kechiche. Una radiante Adèle Exarchopoulos protagoniza esta arriesgada adaptación de 'El azul es un color cálido', una aclamada novela gráfica de Julie Maroh que explora en toda su complejidad la inmersión de una adolescente en su sexualidad. En este carrusel de emociones a flor de piel, Kechiche no rehuye la carnalidad, el nervio y los altibajos emocionales inherentes al primer amor, sin olvidar el relato de autoaceptación de la protagonista, que alcanza su zénit bailando el 'I Follow Rivers' de Lykke-Li.
'Brokeback Mountain' (134 minutos)
Para seguir con emociones intensas, proponemos la siempre pertinente revisión de la inolvidable 'Brokeback Mountain', sin duda el film de temática homosexual más influyente de los últimos tiempos. Ganadora en 2005 del León de Oro del Festival de Venecia y premiada con tres oscars (aunque la Academia le arrebató injustamente el de Mejor Película), la película de Ang Lee es un melancólico viaje a la América rural de los años 60, donde dos jóvenes cuidadores de ganado comienzan una intensa y secreta historia de amor interrumpido, de cuyos episodios decisivos seremos testigos. Un reparto prodigioso y una evocadora banda sonora de Gustavo Santaolalla, redondean un poderoso alegato contra la represión sexual.
'Hedwig and the Angry Inch' (94 minutos)
Cuando el Festival de Gijón era la indiscutible vanguardia de los certámenes cinematográficos españoles (esto es, cuando su director era José Luis Cienfuegos), sus sagaces programadores eran capaces de hallar las más imprevisibles joyas del off-hollywood norteamericano. Entre sus múltiples hallazgos, estaba este musical de culto del texano John Cameron-Mitchell que sigue los pasos de Hedwig, la líder transexual de una banda de glam-rock cuyo tortuoso viaje desde la Alemania Oriental a los garitos más cutres de Estados Unidos sorprende, divierte y, finalmente, cautiva. Una magnífica alegoría sobre la identidad, con una banda sonora superlativa, que aportará ritmo a nuestra maratón.
'Persiguiendo a Amy' (113 minutos)
Quizá es la orientación bisexual la menos abordada por el cine entre las opciones LGTB. Por ello, proponemos repescar esta dramedia tan inteligente como emotiva, que supuso el punto álgido en la carrera del irregular Kevin Smith. Joey Lauren Adams interpreta a Alyssa, autora de cómics y objeto de deseo del también viñetista Holden (Ben Affleck), que se enamora de ella antes de conocer que sus preferencias sexuales apuntan al género femenino. La complicidad que se establece entre ambos da lugar a atinadas reflexiones en voz alta que apuestan por una ingeniosa y constante ruptura de tabúes, convirtiendo la película en una valiente indagación sobre los (a veces absurdos) límites de las relaciones sentimentales.
'Criaturas celestiales' (99 minutos)
Antes de sumergirse con gran acierto en el universo de J.R.R. Tolkien, el neozelandés Peter Jackson llamó la atención con esta cautivadora historia que apuesta por la evasión a terrenos del fantástico para huir del conservador entorno familiar de dos chicas adolescentes, obligadas a romper una muy cómplice relación que va más allá de amistad. Un giro tonal necesario para dinamizar nuestra maratón y una oportunidad de ver a Kate Winslet apuntando maneras en sus prometedores inicios cinematográficos.
'Laurence Anyways' (146 minutos)
No podía faltar en nuestra maratoniana programación el niño mimado del cine independiente, el canadiense Xavier Dolan. Con 'Laurence Anyways' rodó a los 23 años una ambiciosa odisea sobre la identidad sexual protagonizada por Laurence Alia (Melvin Poupaud), un profesor de literatura que mantiene una relación estable con su novia (magnífica Suzanne Clément) hasta que anuncia su decisión de cambiar de sexo. Dolan potencia la emoción de su historia con un exquisito cuidado del encuadre que ofrece imágenes memorables y un acertado uso de la música.
'Weekend' (96 minutos)
Aunque creadas con un claro objetivo reivindicativo, las celebraciones del Orgullo Gay son también una atradtiva fuente de breves encuentros. Eso es precisamente lo que describe 'Weekend', una de las sorpresas más agradables del cine LGTB reciente. El británico Andrew Haigh (creador de la serie 'Looking' de HBO) muestra el encuentro en un bar de ambiente gay entre un operario de fábrica en una ciudad industrial británica y un artista estadounidense que está de paso. El flechazo propiciará un intenso fin de semana entre sexo, hierba y confidencias íntimas. Una pieza imprescindible en nuestra maratón por su íntimo realismo.
'Los chicos están bien' (109 minutos)
Superados los primeros encuentros, las búsquedas identitarias y los relatos de aceptación, avanzamos en nuestra maratón para poner sobre la mesa un tema aún candente y debatido: el de las adopciones por parte de parejas homosexuales. Dos de las mejores actrices de Hollywood (Julianne Moore y Annette Bening) interpretan a una pareja de lesbianas que ha logrado formar una modélica familia junto a sus dos hijos fruto de la inseminación artificial. En plena adolescencia, los hermanos comparten la curiosidad sobre la identidad de su padre biológico y, tras encontrarlo, tratan de integrarlo en su vida cotidiana con resultados desastrosos. Aunque el guion tiende a estereotipar a sus personajes, son sus actrices las que logran dotarlos de emoción y verdad.
'Pride' (120 minutos)
Y llega el turno en nuestra maratón para ponerse reivindicativos y vencer al sueño con 'Pride', un luminoso y divertido film británico que muestra la, tan real como inesperada, colaboración entre los colectivos homosexuales británicos y los sindicatos mineros en el norte de Inglaterra durante los años más duros del Thatcherismo. Además de un acertado retrato costumbrista sobre la difícil aceptación de la homosexualidad en determinados núcleos poblacionales de tradición conservadora, la película defiende la unión de las minorías sociales como la clave del éxito de sus reivindicaciones.
'Philadelphia' (119 minutos)
Turno en nuestra maratón para volver dos décadas atrás y rescatar un film pionero dentro del cine comercial estadounidense. 'Philadelphia' fue la primera película de un gran estudio en llevar a la pantalla el drama del VIH y su especial incidencia en el colectivo homosexual. Jonathan Demme dota de aliento trágico a este impactante alegato contra los prejuicios sociales que llevó a Tom Hanks a obtener su primer Oscar. A su pareja en la ficción, por cierto, la interpretaba un Antonio Banderas recién llegado a Hollywood.
'Mi nombre es Harvey Milk' (128 minutos)
Manteniendo el espíritu crítico y reivindicativo del tramo final de nuestra maratón, apostamos ahora por el inspirador biopic del político californiano Harvey Milk dirigido por Gus Van Sant, que le dio a Sean Penn su segundo Oscar. Este retrato de la encomiable lucha de Milk por la visibilización e integración del colectivo gay en San Francisco, que culmina con su brutal asesinato a tiros llevado a cabo por su retrógrado rival político Dan White, anima a continuar la lucha por la igualdad en todos los ámbitos y -al igual que 'Pride'- reivindica la alianza de minorías sociales para conquistar los derechos civiles de toda la ciudadanía.
'Las aventuras de Priscilla, reina del desierto' (102 minutos)
Y nada mejor para terminar esta maratón que el espíritu festivo y libertario de este indiscutible clásico del cine LGTB. 'Priscilla', recientemente convertida en un popular musical, es una divertida road-movie que pone el foco sobre tres drag-queens que inician una travesía por el desierto australiano, poniendo rumbo a un remoto hotel que los ha contratado para actuar. Música, confidencias, plataformas y mucha pluma en un entretenidísimo viaje que esconde emotivas sorpresas. Un inmejorable colofón a una maratón cinéfila con sello reivindicativo.