Samantha Geimer, la mujer que fue violada por Roman Polanski en 1977 cuando tenía 13 años, ha pedido al Tribunal Superior del condado de Los Ángeles que el caso sea cerrado y desestimado "por consideración" tanto a ella como a su familia. "Está cansada de este caso que lleva ya 40 años", comentó Harland Braun, abogado del director polaco de 83 años.
La víctima solicitó la desestimación del caso este viernes 9 de junio ante el tribunal de Los Ángeles. Geimer, que actualmente tiene 54 años, declaró ante France Presse: "Ha sido una sentencia de 40 años que ha sido impuesto tanto al delincuente como a la víctima del crimen [...] El trauma de este duro proceso ha sido tan grande que ese breve encuentro que sucedió esa tarde, que fue desagradable, se hizo tan débil que desapareció".
El abogado de Polanski comentó al mismo medio que Geimer "quiere que termine" y considera que, con su declaración, "piensa que puede ayudar". El juez del caso comentó que "sus palabras significan mucho" y será el que decida si se tiene en consideración la solicitud de Geimer. En 2010, la corte de apelaciones ya rechazó una petición parecida.
"Ustedes utilizaron el crimen para promocionar sus carreras"
Geimer también declaró que Polanski ya pidió perdón por lo sucedido y que ella está segura que se arrepintió "inmediatamente" de lo que sucedió. "No fue tan traumático para mí como a todo el mundo le gustaría creer [...] Yo era una adolescente activa sexualmente y era algo que me causó algo de temor, pero no era para inusual". Sobre si considera a Polanski un pedófilo, la mujer cree que no. "Yo tenía prácticamente 14 años, no 10", declara.
La víctima del abuso ha apoyado durante mucho tiempo los esfuerzos del director de 'El pianista' por zanjar este caso y poder pasar página. A inicios de este 2017, Geimer escribió una carta en la que criticaba duramente a los fiscales, a los que acusó de estar más interesados en sus carreras que de resolver, realmente, el caso.
"Los casos en los que se ven envueltas las celebridades no deberían ser utilizado por alguien como ustedes, que buscan sólo un poco de fama y reconocimiento en su carrera. Nunca me protegieron, ni ustedes ni los jueces y fiscales que estuvieron a cargo del caso anteriormente. De hecho, me trataron con desprecio, utilizando un crimen cometido contra mi persona para promocionar sus carreras", escribió. En 2012, Samantha Geimer publicó un libro autobiográfico en el que narraba su punto de vista del caso. En ese momento, la mujer declaró: "Soy más que una víctima sexual, la etiqueta me la pusieron los medios. Esa etiqueta me ha perseguido toda mi vida, pero yo no me he quedado estancada en eso. Sé lo que significa ser una mujer y una víctima del modo más crudo posible".
Un caso lleno de polémica
El caso es uno de los más polémicos que se conoce de Hollywood. En 1977, Samantha Geimer asistó a una sesión de fotos en la casa de Jack Nicholson y Anjelica Huston en Los Ángeles a petición de Roman Polanski. La sesión derivó en un baño en el jacuzzi de la casa, que derivó en relaciones sexuales no consentidas en el que el realizador utilizó drogas. Geimer acusó a Polanski de haberle drogado y de violación, a lo que el cineasta se declaró culpable. Tras pasar 42 días encarcelado y bajo supervisión psiquiátrica, al director se le prometió una reducción de condena si se declaraba culpable. Ante la duda de que el fiscal, Roger Gunson, cumpliese con lo prometido, Polanski decidió huir a París. Desde entonces, el cineasta no ha vuelto a pisar territorio estadounidense.
Los abogados de Polanski llevan ya varios pidiendo que el cineasta deje de ser perseguido por las autoridades de Estados Unidos, una solicitud apoyada también por la víctima, Samantha Geimer. Los abogados enviaron una carta a la fiscalía de Los Ángeles en la que se recriminaba a la justicia estadounidense de "encubrir errores en el proceso, así como también maquinaciones corruptas".
Tanto los abogados de Polanski como los de Geimer han exigido la publicación de las declaraciones del caso, que a día de hoy siguen bajo secreto de sumario. Tanto el director como Geimer consideran que "las autoridades estadounidenses no han dejado que la verdad saliera a la luz".
El cineasta recientemente mostró su deseo de volver a Estados Unidos para poder ver la tumba de su esposa, Sharon Tate, asesinada cuando estaba embarazada de ocho meses en 1969 por "el clan Manson". Aunque las autoridades del país norteamericano han intenado detenerle más de una vez. En 2009, Polanski fue arrestado en el aeropuerto de Zúrich cuando pensaba asistir a un homenaje que se le iba a hacer en Suiza. El cineasta pasó tres meses en prisión y otros siete bajo arresto domiciliario antes de que el país helvético rechazase su extradición. En 2015, Estados Unidos quiso que Polonia extraditase al director, que actualmente posee la nacionalidad francesa, cuando acudió a su país natal. Polonia denegó también la extradición.
Las mejores películas de Polanski
'El baile de los vampiros'
Con la Hammer funcionando a toda máquina, en 1967 Roman Polanski presentaba su cuarto largometraje (y el primero en color), 'El baile de los vampiros', una parodia del cine vampírico que sirve como homenaje al mismo.
En ella, el profesor Abronsius (Jack McGowran) y su ayudante Alfred (el propio Polanski) viajan hasta Transilvania para comprobar la existencia de los vampiros. Allí, se hospedarán en la posada de un matrimonio, de cuya hija, Sara (Sharon Tate), Alfred se enamorará. Tras la desaparición de la joven, los protagonistas emprenderán la marcha hacia el castillo del conde von Krolock (Ferdy Maine) en su búsqueda.
Se trata del primer acercamiento del realizador al género de terror y como curiosidad cabe decir que fue durante del rodaje cuando empezó a salir con Sharon Tate, estrella emergente desaparecida de forma terrible en uno de los casos más escabrosos de la historia negra de Hollywood.
'Un dios salvaje'
Ganadora del León de Oro en la edición de 2011 del festival de Venecia, 'Un dios salvaje' no solo puede considerarse como uno de los mejores títulos del cineasta francés, sino que también es una de las comedias negras más destacables del nuevo siglo.
Protagonizada por Jodie Foster, Kate Winslet, John C. Reilly y Christoph Waltz, se trata de una adaptación de la obra teatral de Yasmina Reza, la cual nos presenta a dos matrimonios que se reúnen para hablar de forma calmada acerca de la pelea que ha habido entre sus hijos. Lo que parece ser una conversación civilizada derivará en algo que ninguno espera.
'La muerte y la doncella'
Quizá la mejor película que rodó en los años noventa (solo hizo tres, 'Lunas de hiel', 'La novena puerta', y esta), 'La muerte y la doncella' es un in crescendo de tensión cuya inusitada violencia es palpable gracias a la plasmación de una atmósfera opresiva que sirve de crítica al (mal) uso del poder.
Sigourney Weaver, Ben Kingsley y Stuart Wilson protagonizan un tour de force narrativo que engancha desde el primer minuto.
'El quimérico inquilino'
Protagonizada por el propio Polanski, a quien acompañan en el reparto Isabelle Adjani, Jo Van Fleet y Shelley Winters, 'El quimérico inquilino' está basada en la novela de Roland Topor de 1964.
Una de las grandes películas de culto del realizador y uno de los thrillers psicológicos más perturbadores que se han filmado, en el que Trelkovsky (Polanski) interpreta al inquilino de un apartamento de París que se obsesiona con las pertenencias de una mujer que se ha suicidado tirándose por el balcón.
Estrenada en 1976 en Cannes, recibió una oleada de críticas negativas y fue un fracaso comercial. Hoy en día muchos la consideran como una de sus mejores películas.
'El pianista'
Junto a 'La lista de Schindler', me atrevo a decir que 'El pianista' es una de las mejores películas sobre el Holocausto que se han filmado.
Adrien Brody ganó el Oscar al Mejor Actor por haberse metido en la piel de Wladyslaw Szpilman, un pianista polaco de origen judío que deberá vivir escondido tras haber evitado ser deportado.
El título consiguió dos premios de la Academia más: el de Mejor Guion Adaptado para Ronald Harwood y el de Mejor Director para Polanski tras dos nominaciones (por 'Chinatown' en 1974 y por 'Tess' en 1979). El realizador no pudo recoger el premio, pues desde 1978 no ha vuelto a pisar Estados Unidos tras haber abandonado el país estando en libertad bajo fianza por haber sido arrestado por mantener relaciones con una menor en 1977.
'Chinatown'
Protagonizada por Jack Nicholson, Faye Dunaway y John Huston, 'Chinatown' bebe del mejor cine negro para llevarnos hasta el año 1937 a Los Ángeles.
Una mujer, Evelyn Mulwray (Dunaway) contratará al detective J. J. Gittes (Nicholson) porque cree que su esposo es un adúltero. A partir de aquí, se verá envuelto en una trama de engaños, corrupción y asesinatos de la que le costará salir.
Robert Towne ganó el Oscar al Mejor Guion Original (el único de las 11 nominaciones que obtuvo la película) y triunfó en los Globos de Oro de 1975, consiguiendo los de Mejor Drama, Mejor Dirección, Mejor Guion y Mejor Actor Dramático para Nicholson.
'La semilla del Diablo'
La película cuyo título español contiene uno de los spoilers más aberrantes de la historia del cine, forma parte del panteón de lo más aclamado del cine de terror desde hace años, posición que se mantendrá por muchos años más, seguramente.
Basada en la novela 'Rosemary's Baby' de Ira Levin, protagonizada por John Cassavetes y Mia Farrow y rodada en el Edificio Dakota de Nueva York, cuenta el pesadillesco embarazo que sufrirá Rosemary (Farrow), angelical protagonista de la cinta, y el ambiente malsano con el que deberá lidiar en una comunidad repleta de vecinos un tanto extraños.
Cuentan las malas lenguas que 'La semilla del diablo' fue la que propició el asesinato de Sharon Tate, Jay Sebring, Voytek Frykowski, Abigail Folger y el matrimonio LaBianca por parte de La Familia de Manson, el cual asocian a la maldición del Dakota (donde años después, sería asesinado John Lennon).
Ruth Gordon se hizo con el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por su interpretación de la extravagante y perturbadora Minnie Castevet.
'Repulsión'
Obra magna del cine (le pese a quien le pese) es la segunda película de Roman Polanski, 'Repulsión', para la que contó con Catherine Deneuve como protagonista de uno de los títulos más míticos de su filmografía.
El terror y el sexo se dan la mano en un juego maquiavélico en que el espectador se adentrará en la mente desquebrajada de Carol (Deneuve), una joven que vive junto a su hermana y que siente animadversión y deseo hacia la figura masculina.
Cuando se quede sola en el apartamento, las alucinaciones tomarán fuerza y se verá sometida a un encierro del que, cual pesadilla, no sabrá cómo salir.
En 1965, le hizo a Polanski ganador del FIPRESCI en la Berlinale.