Hace ya un tiempo que, a través de un especial de corte semejante al aquí presentado, hicimos un repaso a algunos de los títulos de terror de culto de las décadas de 1960 y 1970. En él, no solo dábamos una definición de lo que era una película de culto, sino que dejábamos claro que el término es algo que no tiene porqué estar ligado únicamente al cine de terror o al de ciencia ficción.
Ahora, y continuando con la línea temporal tal y como es debido, dejamos atrás los gloriosos años sesenta y setenta para adentrarnos en una de las décadas más fructíferas en cuanto el cine de terror se refiere.
Más allá de lo convencional
Teniendo en cuenta que hoy en día la nostalgia está a la orden del día, y que todo aquello con un espíritu "ochentero" viene a recordar directamente a los títulos que poblaron las estanterías de los videoclubs (con los que crecimos muchos de nosotros), en el presente especial vamos a obviar todas aquellas películas que, ya sea por su importancia dentro de la historia del cine, o por un estatus de culto innegable a día de hoy, formarían parte de cualquier listado genérico sobre el género.
Es por ello que, pese a que se trate de títulos que también podrían estar presentes, no nos encontraremos con las primeras 'Pesadilla en Elm Street', 'Viernes 13', 'Campamento sangriento' o 'Hellraiser', o films como 'Noche de miedo' o 'Jóvenes ocultos', a los que ya hicimos referencia anteriormente.
Así pues, pretendemos que esta selección de 17 títulos de culto sea una ventana a un tipo de cine que, si bien es conocido por los amantes del género, llega a ser fuente de descubrimientos para quienes están empezando a nadar en los gratificantes lagos del cine de terror de culto.
Terror de culto de los 80 que deberías conocer
'Maniac'
Año: 1980.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: William Lustig.
Pasarán los años y 'Maniac' seguirá siendo una de esas joyas del terror de serie B imperecederas. Formando parte del caldo de cultivo que muchos realizadores de finales de los setenta llevaron a cabo, entre los que caben destacar nombres como los de Abel Ferrara, Brian de Palma o Larry Cohen, el film de Lustig es y será un ejemplo claro de que el slasher no solo es cosa de adolescentes.
Joe Spinelli encarna a un psicópata que deambula por Nueva York asesinando a mujeres. Como trofeo, les arranca la cabellera para llevársela con él y ponérsela a los maniquíes que decoran su casa. Su vida cambiará cuando se enamore de una fotógrafa llamada Anna D'Antoni (Caroline Munro).
Tuvo un notable remake en 2014, 'Maniac', protagonizado por Elijah Wood y dirigido por Franck Khalfoun.
'La posesión'
Año: 1981.
Nacionalidad: Francia.
Dirección: Andrzej Zulawski.
Con una acción situada en un Berlín dividido por el muro, Zulawksi nos planeta en 'La posesión' una de las historias más complejas y enrevesadas sobre una temática que poco podría tener de fantástica y que jugase al terror: la crisis matrimonial.
Criaturas tentaculares, una Isabelle Adjani sobrepasando todos los niveles del histrionismo con un doble papel (premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes de 1981), un sufrido Sam Neill, doppelgängers, mucha histeria y pasión desenfrenada son los elementos que convierten lo que se originó como una película inspirada en el proceso de divorcio del propio Zulawski, en una obra maestra de las que no dejan indiferente a nadie.
Como dato curioso, el responsable de la criatura lovecraftiana que embelesa al personaje de Anna (Adjani) fue Carlo Rambaldi, especialista en efectos especiales en cuyo currículum encontramos títulos como 'Barbarella', 'Encuentros en la tercera fase', 'Alien, el octavo pasajero', 'King Kong 76', 'Dune' o 'E.T., el extraterrestre'.
'El más allá'
Año: 1981.
Nacionalidad: Italia.
Dirección: Lucio Fulci.
Como muchos de los títulos que componen el presente artículo, 'El más allá' fue incomprendida en su día y tuvieron que pasar los años para que se reivindicase como uno de los grandes ejemplos de cine de terror de todos los tiempos.
Segunda entrega de la Trilogía de las Puertas del Infierno, precedida por 'Miedo en la ciudad de los muertos vivientes' y seguida por 'Aquella casa al lado del cementerio', cuenta como una joven llamada Liza Merrill (Catriona MacColl) hereda un viejo hotel que está dispuesta a rehabilitar, sin saber que el sótano del edificio alberga una de las siete puertas del Infierno.
'Muertos y enterrados'
Año: 1981.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Gary Sherman.
American gothic llegado de la mano de Dan O'Bannon y Ronald Shusett, quienes un par de años atrás lo habían petado con 'Alien, el octavo pasajero'.
'Muertos y enterrados', segundo título como director de Sherman tras 'Sub-Humanos', mezcla misterio y terror con un toque de ciencia ficción en el que el comisario de la tranquila localidad de Potters Bluff deberá seguir la pista que hay tras unos extraños crímenes que están recayendo sobre forasteros y que tienen una particular conexión con el forense del pueblo.
Pasó a la historia por su giro final de corte conspiranoico en la línea de 'La invasión de los ladrones de cuerpos', aunque dándole una vuelta de tuerca, además de ser una de las primeras veces en las que vimos en pantalla a Robert Englund, antes de enfundarse el guante de Freddy Krueger.
'Creepshow'
Año: 1982.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: George A. Romero.
'Creepshow' fue la primera incursión de Stephen King en el largometraje, ya que se trató de la primera vez que el novelista de Maine escribía un guion directamente para ser llevado a la pantalla.
Homenajeando a las series de los años cincuenta de EC Comics, 'Tales from the Crypt' y 'The Vault of Horror', nos encontramos ante una de las antologías de terror por antonomasia, donde desfilan rostros como los de Leslie Nielsen, Ted Danson, E.G. Marshall, Viveca Lindfors, Fritz Weaver y Adrienne Barbeau.
'The Slumber Party Massacre'
Año: 1982.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Amy Holden Jones.
Producido por Roger Corman, con 'The Slumber Party Massacre' nos encontramos con el primer slasher feminista de la historia del cine, y solo por eso merece el estatus de culto con el que es conocido dentro del círculo de estudiosos.
Pese a que haya quienes la tachasen de producto sexista debido a la representación del cuerpo de la mujer como un objeto frágil, el cual sucumbirá ante el arma del despiadado psychokiller de turno (un taladro gigante, para más inri, y con el que Freud se frotaría las manos), el film (no solo dirigido por una mujer, sino también escrito por otra, Rita Mae Brown) se ríe de las convenciones que allá por 1982 ya empezaban a ser evidentes en las películas slasher y se presenta cual muestra de empoderamiento femenino dispuesta a romper las reglas del género.
'Xtro'
Año: 1982.
Nacionalidad: Reino Unido.
Dirección: Harry Bromley-Davenport.
Haciendo una referencia directa a 'E.T., el extraterrestre', 'Xtro' fue presentada al mundo bajo el tagline "No todos los extraterrestres son amigos". Con tal premisa, el film de Bromley-Davenport viene a contarnos uno de los contactos alienígenas más perturbadores que se han podido ver en pantalla.
Tachada en su día de producto exploit, 'Xtro' quedó relegada a la larga lista de películas de serie B hasta que empezó a reivindicarse como título a tener en cuenta dentro del manido tema de las invasiones extraterrestres.
De carácter puramente pesimista y con un tono oscuro y grotesco, la película cuenta cómo Sam Phillips (Philip Sayer) reaparece en las vidas de su esposa e hijo tres años después de haber sido engullido por un destello de luz. Su hijo Tony (Simon Nash) será el primero en descubrir que lo que ha regresado no es el mismo hombre que conocía.
'La noche del cometa'
Año: 1984.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Thom Eberhardt.
Tal y como sucediera hace 65 millones de años la cola de un cometa pasa por la Tierra, causando la extinción de casi toda la totalidad de la humanidad. Solo sobrevivirán dos chicas, Reggie (Catherine Mary Stewart) y Sam (Kelli Maroney), mientras que el resto de la población mutará en zombis sedientos de sangre.
Eberhardt, también autor del guion, se basó en Ginger Rogers para la creación de sus dos personajes, los cuales se dice que sirvieron de inspiración para que Joss Whedon crease a la Buffy Summers de 'Buffy, cazavampiros'.
'La noche del cometa' no solo juega dentro de los cánones del género de terror, sino que entremezcla aspectos de la ciencia ficción y la comedia, convirtiéndose en uno de aquellos productos de serie B ochentera que merece absolutamente el estatus de culto que tiene a día de hoy.
'El regreso de los muertos vivientes'
Año: 1985.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Dan O'Bannon.
El guionista de 'Estrella oscura', 'Alien, el octavo pasajero', 'Heavy Metal' y 'Muertos y enterrados', debutaba en la dirección con la primera de sus dos películas (le siguió en 1992 la lovecraftiana 'The Resurrected').
En clave de comedia de terror, y con una de las scream queens por antonomasia de la época, Linnea Quigley, 'El regreso de los muertos vivientes' plantea que lo que vimos en 'La noche de los muertos vivientes' sucedió en realidad. Para poder demostrarlo, Frank (James Karen) le muestra a su aprendiz Freddy (Tom Matthews) a uno de los muertos que permanece encerrado en un barril dentro de su almacén de productos sanitarios.
Sin querer, liberarán el gas que devuelve a los muertos a la vida y este llegará hasta un cementerio cercano al que han ido a pasar la noche unos jóvenes sedientos de fiesta.
'Phenomena'
Año: 1985.
Nacionalidad: Italia.
Dirección: Dario Argento.
Podríamos hacer una única lista con película de culto de Argento, pero no es exagerado decir que 'Phenomena' es una de las que más concuerdan con el halo que contienen el resto de films seleccionados en el presente artículo.
Con banda sonora de Goblin y Simon Boswell, incluyendo temas de Iron Maiden, Motörhead y Frankie Goes To Hollywood; la novena película de Argento (tercera incursión en el cine de una jovencísima Jennifer Connelly) pasó a la historia por una atmósfera malsana y una estructura narrativa que llegó a ser comparada con 'La posesión' de Andrzej Zulawski.
Su historia nos presenta a una joven llamada Jennifer Corvino (Connelly), hija de un famoso actor, la cual ingresa en un internado suizo. Utilizando sus dotes de telequinesia, telepatía y la conexión mental que siente para con los insectos, Jennifer intentará parar la oleada de crímenes que están sacudiendo la zona.
'El terror llama a su puerta'
Año: 1986.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Fred Dekker.
A modo de homenaje al terror y la ciencia ficción de serie B, a mediados de los ochenta llegaba 'El terror llama a su puerta', debut en la dirección de Dekker (en 1985 se estrenaba 'House, una casa alucinante', escrita por él).
La historia nos cuenta cómo unas babosas espaciales llegan a la Tierra y empiezan a alojarse en los cerebros de sus víctimas, a las que convierten en zombis que convertirán el baile de graduación en una divertida pesadilla.
'Aquarius'
Año: 1987.
Nacionalidad: Italia.
Dirección: Michele Soavi.
También conocida como 'Deliria', 'Stage Fright' y 'Bloody Bird', 'Aquarius' no es solo una de las películas más recordadas de Soavi (en su currículum figuras títulos como 'Mi novia es un zombi', 'El engendro del Diablo' o 'La Secta'), sino que también juega en la liga de mejores slashers de la época.
En ella, una compañía de teatro deberá hacer frente a un maníaco que se esconde tras una máscara de búho, el cual está dispuesto a acabar con todos los miembros del equipo después de haber cerrado a cal y canto el lugar.
Colorines, cardados imposibles, mucha sangre y banda sonora de las que se quedan grabadas en la memoria, son algunos de los principales elementos de uno de los títulos que mejor definen el slasher ochentero.
'Angustia'
Año: 1987.
Nacionalidad: España.
Dirección: Bigas Luna.
Una de las pocas incursiones en el cine de género por parte de Luna fue este estimulante título que no solo puede verse en clave psicoanalítica, sino que también se trata de un ejercicio de metacine en el que el espectador se encuentra una película dentro de otra.
Así pues, las lecturas entre la película real (la que vemos) y la ficticia (la que ven los protagonistas) pueden ser vistas en paralelo para que el realizador profundice en una serie de temas que el cine de terror ya había tratado anteriormente.
Michael Lerner encarna a John Pressman, un oftalmólogo asesino conectado telepáticamente a su perturbada Madre (Zelda Rubinstein), y quien satisface las pulsiones psicóticas de ella arrancando los ojos a sus víctimas. Ambos son los protagonistas de 'The Mommy', una película de terror que llevará a un estado de sugestión extremo a una joven que ha acudido al cine a verla junto a una amiga. Mientras, un psicópata real ha entrado en la sala y parece estar dejándose llevar por el horror que infunda la película proyectada.
Joya indiscutible del cine de terror español, pese a quien pese.
'El terror no tiene forma'
Año: 1988.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Chuck Russell.
Entre 'Pesadilla en Elm Street 3, guerreros de los sueños' y 'La máscara', Russell dirigió 'El terror no tiene forma', remake de 'La masa devoradora' (clásico de los cincuenta que se había inspirado en una historia de Irvine H. Millgate) que escribió junto a Frank Darabont.
En ella, la pequeña localidad de Arborville, en Colorado, sería víctima del insaciable apetito de una viscosa y voraz forma de vida que arrasa con todo a su paso con el único fin de alimentarse. En esta ocasión no se trata de una entidad procedente del espacio, como en el film original, sino que nos encontramos ante el resultado de un experimento llevado a cabo durante la Guerra Fría.
Contando con un presupuesto de 19 millones de dólares, supuso un rotundo fracaso en taquilla llegando a recuperar poco más de 8 millones. Fue con su llegada a los videoclubs cuando el boca-oreja empezó a hacer su trabajo y pasó a convertirse en una de las películas clave del cine de género de la década de los ochenta.
'Brain Damage'
Año: 1988.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Frank Henenlotter.
A camino entre la comedia negra (negrísima) y el terror más visceral, 'Brain Damage' es la clara representación de que también desde el cine de género se pueden hacer alegorías sobre temas tan espinosos como la drogadicción.
Con un subtexto homoerótico que la ha convertido en uno de los títulos de terror queer a tener en cuenta, tal y como había hecho en su anterior film, 'Basket Case ¿Dónde te escondes, hermano?' Henenlotter se vuelve un abanderado de la representación de lo grotesco con una historia en la que un parásito parlante de forma fálica llamado Aylmer, inyecta un líquido alucinógeno a Brian (Rick Hearst) que le convierte en un lacayo que deberá proporcionarle alimento: cerebros humanos.
'Tetsuo, el hombre de hierro'
Año: 1989.
Nacionalidad: Japón.
Dirección: Shinya Tsukamoto.
Si solo tuviéramos la posibilidad de definir el cyberpunk con un solo ejemplo de película, podríamos escoger 'Tetsuo, el hombre de hierro' y con ella quedarían más que claras todas las teorías que pueden girar en torno a dicho subgénero de la ciencia ficción.
El film bien podría ser el resultado de un híbrido entre el cine de David Lynch y el de David Cronenberg, y en él seremos testigo de cómo un hombre empieza a ver cómo de su cuerpo empiezan a surgir protuberancias metálicas, después de haber tenido un accidente en el que estaba involucrado el Fetichista de Metales, un perturbado cuya máxima en la vida es la de atravesar su piel con metales y que sueña con una humanidad fruto de la hibridación entre carne y metal.
Una enfermiza joya con tintes surrealistas no apta para todos los públicos.
'Santa Sangre'
Año: 1989.
Nacionalidad: México.
Dirección: Alejandro Jodorowsky.
Gore, surrealismo, escenas para el recuerdo y mucho del folclore mexicano son los elementos que irradia 'Santa sangre', piedra angular en el cine de género hecho en México y que supone una de las muchas obras de culto de Jodorowsky, el artista padre de la psicomagia.
En esta, su quinta película como director, nos presenta la odisea llevado a cabo por Fénix (Axel Jodorowsky), quien pretende hacer frente a los fantasmas de su pasado llevando a cabo un viaje hacia su interior, recordando su infancia en un circo en una historia de corte místico cuyo trasfondo psicoanalítico es digno de estudio.
