Noche de grandes vencedores y grandes perdedores en los Emmy. La Academia de la Televisión ha coronado en 2017 a dos grandes series con la mujer como tema y figura central: 'The Handmaid's Tale' y 'Big Little Lies'. Una ficción de Hulu y una miniserie de HBO (ambas se han podido ver en HBO España) que acaban la noche con cinco galardones cada una. Pleno en el primer caso y por poco en el segundo: 'Big Little Lies' contaba con ocho nominaciones, aunque solo podía optar a seis porque había sido doble nominada en dos categorías.
¿Los perdedores? Tres series que han sonado muy fuerte por una razón o por otra y que se van de vacío: 'Westworld', que contaba con 22 nominaciones que no han cristalizado en la gran noche; 'Stranger Things', con 18; y 'Feud' que tenía 10 nominaciones en las categorías principales y ha sido eclipsada al completo por la miniserie protagonizada por Reese Witherspoon, Nicole Kidman y Shailene Woodley.
'The Crown' no ha vuelto a Netflix con las manos en los bolsillos por poco: la gran interpretación de John Lithgow como Winston Churchill le ha valido el Emmy a mejor actor secundario de drama.
Las grandes ganadoras son, simbólicamente, las mujeres. Aunque esa victoria estaba asegurada desde las nominaciones: tanto 'The Handmaid's Tale' como 'Big Little Lies' y 'Feud' son ficciones centradas en la mujer y nutridas de grandes repartos femeninos. Estrellas oscarizadas (o casi) como Nicole Kidman, Susan Sarandon, Reese Witherspoon y Laura Dern optaban a premios Emmy en un año que ha resultado ser más que positivo para la mujer de edad media en la ficción televisiva.
Mientras que 'Feud' contaba cómo el machismo se llevaba lo mejor de las carreras de dos grandes actrices en los años 60, 'Big Little Lies' y 'The Handmaid's Tale', basadas en novelas escritas por mujeres, son dos relatos de supervivencia femenina muy diferentes que reflexionan sobre la situación de la mujer en la sociedad.
La de Hulu se ha llevado cinco: mejor drama (por vez primera ha caído en una plataforma digital), mejor actriz para la gran Elisabeth Moss, mejor actriz de reparto para una emocionada Ann Dowd, mejor director de drama para Reed Morano, la primera mujer en muchos años en levantar el oro en esta categoría, y mejor guion de drama para Bruce Miller.
La serie de HBO también se ha alzado con el gran premio de mejor miniserie, pero lo mejor de 'Big Little Lies', su reparto, ha sido premiado en las categorías de mejor actriz (Nicole Kidman), actor de reparto (Alexander Skarsgård) y actriz de reparto (Laura Dern), junto con el premio al mejor director de una miniserie para Jean Marc Vallée.
Si juntamos los premios otorgados durante los días anteriores en categorías más secundarias, la cosa queda así: 29 Emmys que van para HBO, 20 para Netflix, 15 para NBC y 10 para Hulu.
¿El gran ausente? Sin duda, Donald Trump. El actual presidente estadounidense es el gran villano de las entregas de premios y la gala presentada por Stephen Colbert no ha sido la excepción: Alec Baldwin le ha dedicado su Emmy ganado por imitarle en 'Saturday Night Live', y Donald Glover, que ha ganado dos premios, a la mejor dirección y al mejor actor de comedia por 'Atlanta', le daba las gracias "por hacer de los negros el grupo oprimido número uno; si no fuera por ti probablemente yo no estaría aquí arriba".
Unos premios feministas y diversos
Además de las mujeres, los galardones de la Academia de la Televisión han homenajeado a las minorías. Glover era el primer director negro en ser premiado en toda la historia de la categoría, pero el momento más reivindicativo lo han protagonizado Aziz Ansari y Lena Waithe.
Los dos ganadores del Emmy al mejor guion de una serie de comedia por 'Master of None' dejaron de manifiesto que "las cosas que nos hacen diferentes son nuestros superpoderes". Él, creador de la serie y protagonista, dejó que Waithe diera el discurso de agradecimiento íntegro, dedicado a la "familia LGTBI" de la actriz y guionista, primera mujer afroamericana que ganaba este premio.
Queda mucho camino por andar, nos recordaban los creadores de 'The Handmaid's Tale' en el cierre de una gala que se ha hecho más y más pesada conforme avanzaban las horas y se amontonaban los premios. Ha sido un buen año para la buena televisión, para las mujeres detrás y delante de las cámaras y para los colectivos minoritarios, pero no hay tiempo para el descanso.