Junto a 'La noche de Halloween' y 'Viernes 13', 'Pesadilla en Elm Street' forma la triada perfecta de lo que se conoció como la época dorada del cine de terror.
Dirigida por Wes Craven en tan solo un mes y con un presupuesto que no llegó a alcanzar los 1'8 millones de dólares, la clave del éxito de la película radicó en que se trataba de una propuesta que hacía ciertas lecturas de arquetipos ya conocidos por aquel entonces, como bien eran la figura del Hombre del Saco y la del villano de turno del slasher.
El nuevo Boogeyman
La trama nos llevaba hasta la localidad de Springwood, donde un grupo de jóvenes con los rostros de Heather Langenkamp, Johnny Depp y Amanda Wyss empiezan a tener extrañas pesadillas en las que aparece un hombre llamado Fred Krueger (Robert Englund), el cual lleva un jersey a rayas rojo y negro, un sombrero, tiene el rostro quemado y porta un guante con afiladas cuchillas en los dedos. Pronto descubrirán que el tal Krueger está relacionado con un terrible hecho del pasado y que tiene el poder de matar a través de los sueños.
Convertido en uno de los éxitos de la cartelera de 1984, la película de Craven supuso el inicio para una nueva franquicia que contó con seis secuelas, un crossover en el que se enfrentaba a Jason Voorhees, un remake en 2010, una serie de televisión, cómics, novelas y un sinfín de merchandising que transformó a Freddy Krueger en uno de los personajes más destacables de la cultura pop.
A continuación os traemos algunas de las curiosidades más relevantes que ayudaron a que 'Pesadilla en Elm Street' fuese el fenómeno en el que se convirtió.
Curiosidades de 'Pesadilla en Elm Street'
Inspirada en un caso real
Wes Craven se inspiró en un caso real que fue publicado en Los Angeles Times durante la década de los setenta.
Conocido como el Síndrome de la Muerte Asiática, estuvo relacionado con la muerte de varios refugiados camboyanos que tras su llegada a Estados Unidos habían empezado a sufrir unas terribles pesadillas que les hicieron llegar a plantearse el dejar de dormir. Varios de ellos acabaron muriendo súbitamente mientras dormían.
Eso fue lo que tomó Craven para crear el guion de una de sus obras maestras: 'Pesadilla en Elm Street'.
El Fred Krueger real
Otra de las inspiraciones reales que aparecen en 'Pesadilla en Elm Street' es la del propio personaje de Freddy Krueger.
Esta vez, Wes Craven tomó un par de situaciones que había vivido en su adolescencia. La primera tenía nombre propio, el de Fred Krueger, un compañero del colegio de Craven que llegó a convertir su vida en un infierno a base de bullying, y en el que también se inspiró para darle vida al abominable Krug de 'La última casa a la izquierda'.
La otra no es más que el recuerdo que conservaba de cuando tenía unos diez años y vio como un vagabundo de aspecto temible que llevaba un sombrero, le observaba a través de la ventana.
Casting
Una de las claves del éxito de 'Pesadilla en Elm Street' reside en que fueron capaces de reunir a un casting de rostros desconocidos que aportaron la frescura necesaria que merecía el film.
Para interpretar a Nancy, fueron más de doscientas las actrices que se presentaron, entre las que estuvieron Courteney Cox, Demi Moore, Jennifer Grey y Tracey Gold.
En un primer momento, Freddy Krueger iba a estar interpretado por David Warner, quien llegó a hacer pruebas de maquillaje, pero finalmente fue Robert Englund quien se encargó de llevar a cabo la interpretación del mítico villano. El actor se inspiró en Klaus Kinski para la audición.
El rol de Glenn recayó sobre un debutante Johnny Depp, quien acudió a la audición acompañado de su amigo Jackie Earle Haley (el Freddy del remake de 2010, 'Pesadilla en Elm Street: El origen'). Entre los actores que se presentaron para dicho papel, se encontraban John Cusack, Nicolas Cage, Charlie Sheen y C. Thomas Howell.
Sesión de maquillaje
Una vez escogido Robert Englund para interpretar a Freddy (y desechando así la idea de contratar a un especialista como había pasado con el Michael Myers y el Jason Voorhees de 'La noche de Halloween' y 'Viernes 13'), el actor tuvo que someterse a una larga sesión de maquillaje diaria para encarnar al asesino de los sueños.
Entre tres y cuatro horas eran necesarias para que Englund se convirtiera en Krueger, algo a lo que el actor acabó acostumbrado ya que tuvo que sufrirlo durante los 30 días que duró el rodaje.
El responsable del maquillaje fue David B. Miller, quien acabó convenciendo a Wes Craven para que el aspecto de Freddy fuese el que conocimos en 'Pesadilla en Elm Street', pues el director tenía en mente algo mucho más macabro, ya que los dientes le sobresalían de la mandíbula y algunas partes de su cráneo se veían entre la carne, dando un aspecto mucho más monstruoso que el del resultado final.
Tiempos de crisis
Pese a que se trató de un rodaje corto de 30 días, hacia la mitad del mismo 'Pesadilla en Elm Street' estuvo a punto de ser cancelada.
¿El motivo? New Line Cinema se quedó sin la distribuidora que iba a hacerse cargo de la distribución comercial de la película, lo que implicaba que no se iba a poder pagar a nadie por las dos semanas que habían estado trabajando. Fieles al proyecto, todos aguantaron estoicamente hasta que New Line optó por encargarse de llevar a cabo la distribución de la película, la cual supuso uno de los éxitos comerciales de 1984.
Guiños a compañeros
Wes Craven dedica sendos agradecimientos a dos directores amigos suyos al final de los títulos de crédito de 'Pesadilla en Elm Street'.
El primero, Sam Raimi, quien en 'Posesión infernal' incluyó a modo de guiño un póster de 'Las colinas tienen ojos', y que también es brevemente homenajeado en un momento en el que Nancy ve en la tele la ópera prima de Raimi.
El otro, Sean S. Cunningham, director de 'Viernes 13' y con quien Craven ya había colaborado en 'La última casa a la izquierda'.
La muerte de Tina
Una de las escenas más recordadas de 'Pesadilla en Elm Street' es la de la espectacular muerte del personaje de Tina, a quien interpretó Amanda Wyss.
Mientras duerme junto a su novio Rod Lane (Jsu Garcia), es sacada de la cama y arrastrada a través de la pared y el techo, labor que se llevó a cabo gracias a la construcción de un habitáculo rotatorio, dentro del cual Wyss llevó a cabo la interpretación de su muerte, dando la sensación de que realmente su cuerpo estaba yendo en contra de la ley de la gravedad.
El géiser de sangre
Aprovechando que el equipo ya había trabajado duro en la creación del cuarto rodante, para la escena de la muerte de Glen (Johnny Depp) se utilizó el lugar de nuevo.
Cambiando la decoración para que la habitación de Tina pasase a ser la de Glen, se dio la vuelta al set poniendo la cama en la parte de arriba, y se emplearon más de 300 litros de agua mezclada con pintura roja, dando así la sensación de géiser sangriento que emerge de la cama.
En remojo
Otra de las escenas más recordadas de 'Pesadilla en Elm Street' es aquella en la que Nancy se duerme en la bañera y es llevada por Krueger al fondo de la misma, la cual pasa a ser un gigantesco pozo lleno de agua.
Heather Langenkamp llegó a pasar una jornada entera de rodaje en remojo, habiendo estado construido el set al completo encima de una piscina real.
El final
Wes Craven no estuvo interesado en rodar una secuela, por lo que el primer final que había pensado para 'Pesadilla en Elm Street' era mucho más dulce y feliz que el que finalmente tuvimos.
Los cambios se debieron gracias al productor Robert Shaye, quien aceptó producir la película a cambio de que al final Nancy no acabase con Freddy y este acabase con la vida de la madre de la protagonista en lo que resultó ser un sueño dentro de otro sueño.
Fue por ello por lo que Craven se desmarcó totalmente de la secuela, 'Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy', cuya pre-producción comenzó pocos meses después del estreno en cines de la primera entrega.