Está siendo un otoño difícil para los cinéfilos. Tras la caída del magnate Harvey Weinstein, al que han acusado decenas de mujeres de abusos e incluso violaciones, nombres como Oliver Stone, Steven Seagal, Kevin Spacey y James Toback están en una larga lista de hombres que supuestamente han abusado de su poder de forma sistemática en Hollywood. Ahora se les ha unido uno de los casos más dolorosos: John Lasseter, jefe creativo de Pixar y director de 'Toy Story'.
Lasseter ha anunciado que se va a tomar seis meses sabáticos tras haber realizado "tropiezos" que habrían hecho sentir a empleados "no respetados o incómodos". "Me quiero disculpar especialmente con aquellos que hayan recibido un abrazo indeseado o cualquier otro gesto que sintieran que cruzaba la linea en cualquier forma", decía Lasseter en un correo electrónico enviado a toda la empresa y publicado por The New York Times.
Tras este anuncio, The Hollywood Reporter publicó un artículo en el que varias fuentes de Pixar aseguraban que "tocar, besar y hacer comentarios sobre el físico" era un comportamiento recurrente en Lasseter. Además, el medio aseguraba que 'Toy Story 4' se había quedado sin guionistas porque el productor había hecho "un acercamiento indeseado" hacia Rashida Jones, quien fue anunciada como encargada del libreto de la secuela junto a su compañero creativo Will McCormack.
Sin embargo, Jones y McCormack han enviado un comunicado a The New York Times negando la causa de su salida de Pixar. Pero la verdad tampoco es mucho más agradable:
"La velocidad precipitada a la que los periodistas han estado nombrando a los consecutivos criminales hace que algunas informaciones sean irresponsables. No abandonamos Pixar por acercamientos indeseados. Eso es falso. Nos fuimos por diferencias creativas y, aún más importante, filosóficas. Hay mucho talento en Pixar, y seguimos siendo enormes fans de sus películas. Sin embargo, también tienen una cultura en la que mujeres y personas de color no tienen una voz creativa equitativa".
El problema de Pixar
A la luz de estas informaciones, cabe preguntarse qué está ocurriendo entonces con 'Toy Story 4', que se quedó sin guionistas en algún momento. Algo que no se anunció nunca, así como el contrato de un posible sustituto sigue sin conocerse. Sin embargo, con su jefe creativo acusado y ausente durante, al menos, seis meses, el querido estudio de animación se enfrenta a un problema mucho mayor.
Pixar ya ha recibido críticas durante años por su falta de mujeres directoras. Solo 'Brave', una película de las 19 producidas, fue capitaneada por una mujer, Brenda Chapman, que además fue despedida a mitad del proyecto por discutir con Lasseter. La mayoría de los directores de películas como 'Up' o 'WALL-E' son hombres blancos. Un filipino, Ronnie del Carmen, codirigió 'Del revés (Inside Out)', y para 'Coco', una película que gira en torno al Día de los Muertos de México, eligieron a Adrian Molina para codirigir junto a Lee Unkrich. Molina es de ascendencia mexicana, aunque estadounidense.
"Animamos a Pixar a que sean líderes en reforzar, contratar y ascender a creadores más diversos y mujeres. Esperamos poder darle fuerza a todos aquellos que han sentido que sus voces no eran oídas en el pasado", concluían en su comunicado Jones y McCormack.
10 momentos en los que Pixar nos hizo llorar
WALL-E y EVA
'WALL-E: Batallón de limpieza' es una de las películas más innovadoras, arriesgadas y sorprendentes de Pixar. Y también una de las que más nos han emocionado con menos palabras. La historia es ya de por sí triste y desoladora (la humanidad ha abandonado la Tierra después de cubrirla de basura y un robot solitario pasa sus días limpiando el desastre), pero lo que más nos hace llorar de esta película es la preciosa relación que entablan los dos robots protagonistas, WALL-E y EVA.
El momento que más nos hace tragar saliva es quizá la escena en la que EVE se apaga y WALL-E continúa a su lado a pesar de todo, haciéndole compañía o protegiéndola de la lluvia, aunque no responda a ningún tipo de estímulo. Es sin duda una de las historias de amor más bonitas del cine reciente, y cuando EVA por fin se reinicia, recupera su memoria y se acuerda de WALL-E, las lágrimas nos vuelven a caer, pero esta vez de felicidad.
"Cuando me quería"
La vaquera Jessie no es precisamente uno de los personajes más populares de la saga 'Toy Story'. De hecho, muchos la consideran bastante irritante. Pero hay una escena en 'Toy Story 2' con la que todos nos compadecimos de ella y empezamos a verla de otra manera. Se trata de la secuencia musical "Cuando me quería" ("When Somebody Loved Me"), en la que descubrimos que Jessie es en realidad un juguete abandonado que extraña el amor con el que la trataba su antigua dueña, Emily, y mantiene a raya su tristeza con optimismo exagerado.
Con esta canción, Pixar nos golpeaba directamente en las emociones y hacía que recordásemos con melancolía los juguetes que dejamos en el camino. La nostalgia es un arma muy poderosa.
Ramitas en la arena
'El viaje de Arlo' es oficialmente la película menos exitosa de Pixar, pero aun siendo una propuesta menos original de lo que nos tiene acostumbrado el estudio, cumple casi todas sus máximas e incluye alguna escena con la que es imposible no tener un nudo en el estómago y dejar caer alguna lágrima.
Hablamos concretamente de la secuencia en la que el dinosaurio protagonista, Arlo, intenta explicar a Spot, el niño salvaje que le acompaña en su aventura, lo que es la familia, usando ramitas que representan a sus padres y hermanos. Spot sigue su ejemplo cogiendo tres palitos, pero derriba los dos que representan a sus padres, informando así a Arlo (y a los espectadores) de que murieron. A continuación, ambos desahogan su dolor aullando juntos a la noche. Otro ejemplo de la maestría de Pixar a la hora de narrar sin diálogos y de emocionar de la manera más sencilla y efectiva.
Tragedia bajo el mar
Durante décadas, Disney nos acostumbró a las historias protagonizadas por héroes a los que les faltaba su madre, su padre o ambos. Pero nada nos había preparado lo suficiente para el principio de 'Buscando a Nemo'.
La memorable secuencia inicial de la película nos muestra a los peces payaso Marlin y Coral emocionados porque en pocos días van a ser padres. Marlin intenta eludir la responsabilidad de nombrar a todas las crías, pero Coral tiene claro que a uno de ellos quiere llamarlo Nemo. Su felicidad se ve interrumpida por el ataque de una barracuda, que acaba con la vida de Coral y solo deja un huevo de la pareja con vida. Marlin acude a arroparlo entre sus aletas y le dice la frase que nos dejó a todos por los suelos: "Te prometo que nunca permitiré que te pase nada, Nemo".
De esta manera, Pixar tenía la osadía de matar a una madre y a 400 "niños" en la primera escena de su nueva película. Suena cruel (y lo es), pero también supone uno de los prólogos más memorables de la historia del cine, una de esas escenas que nos confirmó algo que ya sospechábamos: que Pixar era algo más que "cine para niños".
"Gatito"
'Monstruos, S.A.' no es una película especialmente triste o melancólica, pero su final es uno de los que más congoja nos ha provocado en la historia de Pixar.
En la penúltima secuencia, Sulley lleva a la pequeña Boo a su habitación y se despide de ella para siempre. Cuando Boo toca la mano de Sulley mientras este le dice "El gatito te dice adiós" el grifo empieza a gotear. Cuando Sulley y Mike destrozan la puerta de Boo, nuestro corazón se hace trizas. Pero 'Monstruos S.A.' termina con un plano precioso que nos hará llorar a moco tendido, solo que esta vez de pura alegría: la puerta de Boo ha sido restaurada y regresamos a la habitación de la niña, donde la oímos decir "Gatito". No llegamos a ser testigos del reencuentro, pero nos lo imaginamos y nos invade la emoción.
Bing Bong
'Del revés (Inside Out)' es simplemente una de las películas de animación más originales e ingeniosas del cine reciente. Hay muchas escenas en las que es fácil dejarse llevar por las emociones a flor de piel de la película. Por ejemplo, la sublime secuencia de apertura, o el desenlace, cuando descubrimos la importancia de Tristeza en el desarrollo de la niña protagonista (y de todos nosotros).
Pero si hay una escena que hizo sollozar a salas enteras de cine a lo largo y ancho del mundo fue la del sacrificio de Bing Bong, el amigo imaginario de Riley, para ayudar a Alegría a llegar al Cuartel General y salvar a la niña. De nuevo, Pixar sabía exactamente qué decir, cómo decirlo y cuándo decirlo para provocar el llanto: "Llévala a la Luna por mí". Con esta escena, 'Del revés' llevaba a cabo una preciosa alegoría de ese momento en el que dejamos de aferrarnos a nuestros últimos resquicios de la infancia, un sacrificio necesario para continuar creciendo. Lo sé, yo también estoy llorando con solo acordarme.
"Gracias por la aventura"
Llegamos a la zona de la lista en la que ya nos cuesta ver lo que tenemos delante por culpa de las lágrimas. 'Up' es probablemente la película más conmovedora de Pixar (si seguís leyendo, descubriréis por qué está en el número 4). Nadie esperaba que una película de dibujos protagonizada por un anciano fuera un éxito, y no solo lo fue, sino que se convirtió en uno de los títulos más alabados del estudio.
Hay muchos momentos emotivos a lo largo de 'Up', pero hay que destacar la escena final, en la que Carl se sienta junto a la butaca de su fallecida esposa a mirar su álbum de fotos. Con el escalofriante score de Michael Giacchino de fondo, Carl pasa las páginas llenas de fotos de su vida en común con Ellie, hasta reparar en algo que no había visto hasta ese momento, un mensaje de su mujer: "Gracias por la aventura. Encuentra ahora la tuya". Disculpad, se me ha metido algo en el ojo.
El incinerador
Pixar ya nos había demostrado en varias ocasiones que no tenía miedo a ponerse demasiado sombría o a explorar las tragedias de sus personajes, pero lo que nos tenía reservado con 'Toy Story 3' llevaba el compromiso del estudio por sus historias a un nuevo nivel. En el clímax de la película, nuestros héroes están atrapados en un incinerador de basuras y, aunque luchan por escapar de la trampa que les ha preparado Lotso, se dan cuenta de que no hay salida. Por eso dedicen dejar de luchar, se cogen de las manos y se despiden para siempre con la mirada. La increíble expresividad de sus rostros lo dice todo y nosotros nos derrumbamos.
'Up' y 'WALL-E' daban paso a una época de madurez y experimentación para el estudio, pero con 'Toy Story 3', Pixar se hacía mayor del todo. Y lo hacía con una escena que, si nos paramos a pensar en ella, es una de las cosas más arriesgadas y profundas que se han hecho en el cine de animación comercial. En esta apabullante secuencia podemos ver el justo instante en el que los protagonistas aceptan su muerte. Hemos visto morir a muchos personajes en el cine de animación, y concretamente en Pixar, pero nada es comparable a lo que se dicen, y nos dicen, las miradas de estos personajes al enfrentarse a la idea y en última instancia asumir que ha llegado su final. El poder dramático de esta escena es tan grande que no solo nos hace llorar, sino que nos cambia algo por dentro.
"Adiós, vaquero"
Cuando 'Toy Story 3' se estrenó en 2010, habían pasado 15 años desde la primera película de la saga protagonizada por Woody y Buzz Lightyear. Por tanto, los que eran niños cuando vieron 'Toy Story (Juguetes)' habían crecido al compás de Andy y ya habían dejado la infancia atrás. 'Toy Story 3' sacaba provecho de esta conexión generacional para hacer una película que apelaba directamente a la nostalgia de los espectadores y representaba con mucha inteligencia ese momento de la vida en el que hay que aceptar que el tiempo ha pasado y hay que dejar muchas cosas atrás para empezar el siguiente capítulo de nuestras vidas.
Esta es la idea que vendría a resumir la escena final de la película, en la que Andy, antes de marcharse a la universidad, entrega todos sus juguetes a la pequeña Bonnie. No sin antes jugar por última vez con Woody. Después de su último viaje a hombros, este se queda junto a Bonnie y los demás juguetes en el porche de la niña, y se despide de su amigo con un "Adiós, vaquero". Andy, por su parte, mira a sus juguetes por última vez, dice "Gracias, amigos" y se marcha en su coche. No hacen falta más palabras, es la mejor manera de resumir ese viaje emocionante de la infancia a la vida adulta, con una escena inolvidable que engloba a la perfección un sentimiento universal y es cine en estado puro.
"Vida de casados"
He aquí la respuesta a por qué 'Up' estaba en el puesto número 4. Porque, al igual que 'Toy Story 3', era obligatorio que repitiera en la lista.
Ya hemos hablado de la escena final en la que Carl descubre que Ellie, su mujer, vivió su relación con él como la gran aventura de su vida. Una conclusión perfecta a una búsqueda existencial que nos hablaba, entre otras cosas, de la necesidad de aceptar la pérdida y seguir adelante.
Pero si el mensaje de Ellie, "Gracias por la aventura", nos golpea tan fuertemente es porque al inicio de la película hemos sido testigos privilegiados de esa aventura. O mejor dicho, de un resumen de 4 minutos de la misma. Se trata del famoso montaje que nos muestra la relación de Carl y Ellie a través del tiempo y culmina con la muerte de ella. Una secuencia prodigiosa y devastadora que, sin diálogos, nos cuenta más que la mayoría de películas en dos horas, y que contiene uno de los momentos más duros de la historia de Pixar: cuando Carl y Ellie descubren que no pueden tener hijos.
Esta es la escena que mejor engloba la grandeza a la que Pixar es capaz de llegar, un montaje que ha pasado a la historia del cine y nos provoca pucheros cada vez que lo vemos o recordamos.
Gracias por la aventura, Pixar.