El cine no está hecho para claustrofóbicos. Si lo pensamos en términos prácticos, el pasar un par de horas con la luz apagada, sentados, quietos, y rodeados de extraños en una sala, no debe agradar a los más preocupados por las restricciones espaciales.
Cuando de la ficción se trata, una sala puede ser el marco perfecto de diferentes historias. Una habitación de hotel, por ejemplo, sería el escenario perfecto para un idilio amoroso, donde los metros no cuenten y el espacio sea inmenso en el fragor de la noche. ¡Cuántas noches locas de pasión habrán visto las habitaciones de hoteles y alojamientos de todo tipo a lo largo y ancho del mundo!
Pero un habitáculo reducido también puede ser un lugar recóndito donde esconderse, refugio o prisión, si se trata de encerrar a alguien. El cine ha explotado el recurso claustrofóbico de los espacios reducidos, sea como escenario de situaciones angustiantes, de secuestros y torturas diversas.
El tamaño sí importa
Testigo de un amorío, o de una historia de terror, una habitación no deja de ser un espacio reducido. Por eso, no todos estarían dispuestos a meterse en la piel de sus protagonistas, y pasar largas horas de rodaje en un espacio pequeño. Actores como Uma Thurman o Ryan Reynolds han declarado en varias ocasiones su miedo a los espacios cerrados. Precisamente a éste último su claustrofobia le ayudó a conectarse con la verdadera sensación de terror mientras rodaba 'Buried', en la que estaba sepultado en una caja.
10 películas que transcurren en una habitación
Habitación en Roma
Roma, dos mujeres, y una habitación. No hacen falta más ingredientes para una historia de amor. Un romance que florece y marchita en sólo una noche, en la que un hotel es testigo de la pasión entre Alba (Elena Anaya) y Natasha (Natasha Yarovenko). Como curiosidad, este remake de la película chilena 'En la cama', fue grabado, casi en su totalidad, en Madrid. El director Julio Medem sólo se desplazó a Italia para tomar algunos recursos de la Piazzetta di San Simeone, donde quiso ubicar el hotel en la película, y que se encuentra vacía en la vida real.
La habitación
Jack (Jacob Tremblay) y su madre (Brie Larson) viven en una habitación de apenas 3x3 metros. Este espacio es el único que conoce el niño, en el que nació hace 5 años, y en el que pasa todos sus días. Su madre, que vive allí encerrada a la fuerza, ha creado una rutina plagada de ingenio para ofrecerle a su pequeño una vida lo más normal posible teniendo en cuenta su cautiverio. Sin embargo, la curiosidad propia de la edad de Jack, lo hará querer descubrir más y más, lo que pondrá en jaque la situación de ambos.
12 hombres sin piedad
12 miembros de un jurado deliberan sobre la condena de un sospecho. Lo que comienza como un caso casi resuelto para condena, se convierte en una historia de investigación abierta. Y es que a través de la exposición de los hechos y de las pistas, la duda se adentra en la sala del jurado. Por eso, estos 12 hombres pasarán un tiempo encerrados en la sala de deliberación, valorando los acontecimientos y construyendo, a través de sus reflexiones, el relato de la película al mismo tiempo que buscan llegar a una decisión unánime.
Un dios salvaje
Una pelea entre compañeros de clase es el detonante de una reunión entre sus respectivos padres. Los cuatro (interpretados por Christoph Waltz, Kate Winslet, John C. Reilly y Jodie Foster) se reúnen en el apartamento de uno de ellos para tratar el asunto de manera civilizada. Lo que parecía ser un meeting corto y civilizado, se convertirá en un cruce de acusaciones e insultos, en el que los padres se acabarán comportando mucho peor que sus hijos.
The sunset limited
Dos hombres debaten sobre sus creencias morales y religiosas en un apartamento. Black (Samuel L. Jackson) es un ex convicto temeroso de Dios que acaba de salvarle la vida a White (Tommy Lee Jones), un profesor ateo que estuvo a punto de arrojarse a las vías del metro. El diálogo con tintes filosóficos que se tejerá entre ellos, en el que se profundizarán sobre la desesperación inquebrantable que puede llevar a alguien a querer acabar con su vida, construye el relato de esta película.
La ventana indiscreta
Desde la ventana de su apartamento, un hombre vigila un vecindario. La vida de sus vecinos pasa por las lentes de su cámara de fotos y sus prismáticos, mientras Jeff (Jimmy Stewart), en silla de ruedas, los observa desde su ventana. Un estudio brillante del voyeurismo firmado por Alfred Hitchcock, el maestro del suspense, que está considerado como un precursor de los cuestionamientos morales que ahora aparecen ligados a la televisión y la redes sociales.
La habitación del pánico
Cuando tres ladrones entran en su casa, Meg Altman (Jodie Foster) y su hija Sarah (Kristen Stewart) se esconden en la habitación blindada de su casa de Nueva York. La sala, pensada como un refugio, se convertirá más bien en su pesadilla, porque es precisamente el botín que allí se esconde, el objeto del robo. Un thriller firmado por David Fincher, en el que la angustia va in crescendo a medida que los tres hombres (Forest Whitaker, Dwight Yoakam y Jared Leto) intentan una y otra vez penetrar en este espacio.
El método
Bien es sabido lo duras que pueden ser las entrevistas de trabajo, pero nada comparado con 'El método Grönholm'. Esta película cuenta el proceso de selección de personal para una empresa. Los participantes, reunidos en una sala, serán encerrados y sometidos a un despiadado proceso de selección si quieren tener el empleo. Para ello, sus capacidades, sus valores y convicciones serán juzgadas a través de una serie de pruebas colectivas y eliminatorias, que les sumirán en una encarnizada lucha por conseguir el trabajo.
Saw
Imagina despertarte en una habitación, con dos hombres y un cadáver. Así comienza una de las sagas más famosas del cine de terror, en la que sucesivos personajes tendrán que ir resolviendo pruebas para intentar salvar sus vidas de un macabro juego. Será a través de las pistas que irán encontrando que tendrán que armar el puzzle, mientras se preguntan quién les tiene allí encerrados, e intentando no morir en el intento.
El nombre
Durante una cena familiar, Vincent anuncia que ha decidido llamar a su primer hijo Adolfo. Ante la noticia, los comensales rompen a reír, burlándose de la elección en relación a Hitler. A partir de ahí, lo que parecía iba a ser una agradable cena, se convierte en una batalla campal de reproches, saliendo a relucir todas las tiranteces existentes entre ellos.
