¿Alguna vez has querido hacerte con los objetos utilizados por Russell Crowe en sus películas? Esta puede ser la oportunidad perfecta si tienes el dinero suficiente. El actor, nominado en tres ocasiones a los Oscar y galardonado con el premio por su interpretación en 'Gladiator', realizará el próximo 7 de abril una subasta que lleva por nombre 'El arte del divorcio'.
Casado con la actriz y cantante australiana Danielle Spencer entre 2003 y 2012, año en el que se separaron, conseguía hace poco finiquitar el divorcio de un matrimonio que le ha dado sus dos hijos. Según The Hollywood Reporter, la confirmación de su separación definitiva se produjo durante las mismas fechas en las que el actor anunció la subasta en sus redes sociales, en diciembre de 2017, sugiriendo que podría vender sus pertenencias para hacer frente al acuerdo de divorcio.
Entre los lotes que se subastarán aparecen relojes, recuerdos de sus películas (entre los que se encuentran el violín que tocó en la película 'Master and Commander: al otro lado del mundo', distintos trajes de 'Gladiator' o la túnica que vistió durante 'Robin Hood'), arte, muebles, instrumentos musicales, dos motos y un Mercedes-Benz, además de otros objetos que ha ido recogiendo a lo largo de los años y valorados en miles de dólares.
Una fecha señalada
El título de la subasta y la posible utilización del dinero recaudado durante la misma no son los únicos datos curiosos que se desprenden de la noticia, pues el 7 de abril no es una fecha elegida al azar, ya que coincide con el cumpleaños de Russell Crowe y el aniversario de boda de la pareja. Él mismo se ha encargado de anunciar en redes sociales el evento y algunos de los productos que se subastarán, que os dejamos a continuación.
April 7th . The "body line " series 1932-33 baggy green of Bert Oldfield. Framed with English bowler Harold Larwood's biography open to the page where he describes the infamous delivery that struck Oldfield's head. The peak of the cap still shows the point of impact. @ShaneWarne pic.twitter.com/za0ipG0Mf5
? Russell Crowe (@russellcrowe) 1 de marzo de 2018
"7 de abril. Las gorra verde de Bert Oldfield perteneciente a la serie 'Body Line' de 1932-1933, enmarcada con la biografía del jugador de bolos Harold Larwood abierta por la página donde describe la infame entrega que golpeó la cabeza de Oldfield. La parte frontal de la gorra aún muestra el punto de impacto".
April 7 . @SothebysAUST pic.twitter.com/l89aZhyWqY
? Russell Crowe (@russellcrowe) 28 de febrero de 2018
Curiosidades de 'Gladiator'
Una pizca de soberbia
Cuando a Russel Crowe no le agradaba algo del guion, cogía un bolígrafo y lo modificaba. Así de fácil. Esa situación se daba a menudo, ya que continuamente se mostraba descontento con el trabajo de los guionistas. Llegó a dedicarle esta declaración de amor a uno de ellos: "Tus líneas son una basura, pero soy el mejor actor del planeta y puedo hacer que la mierda suene bien". Palabras nacidas del rechazo de Crowe a la famosa frase "Tendré mi venganza, en esta vida o en la siguiente".
Demasiado viejo para esta...
La brutal exigencia física provocó que otro actor huyera del papel protagonista. Scott le ofreció el rol de Máximo a Mel Gibson, que por aquel entonces contaba 43 primaveras, pero este lo rechazó porque no se veía capacitado para cumplir con los requisitos debido a su edad. Ocho años le separaban de un Crowe con ganas de comerse el mundo y a quien se le pusiera delante en la arena de batalla. Hugh Jackman y Antonio Banderas también fueron candidatos plausibles para hacerse con el papel.
Demasiado cansancio
El británico Oliver Reed murió en Malta de un ataque al corazón cuando todavía quedaban tres semanas de rodaje. Al ser un personaje de vital importancia para la trama, el seguro contemplaba la posibilidad de volver a rodar con otro actor todas las escenas en las que había estado implicado el conflictivo Reed. Pero la filmación había sido tan intensa que Ridley Scott rechazó esa opción y se modificó el guion para reducir al mínimo posible la presencia de Próximo en el tramo restante, y la magia de los efectos especiales hizo el resto.
Al máximo
El rodaje de las secuencias de lucha no fue un quebradero de cabeza solo para los especialistas, porque Crowe se implico a tal nivel que quedó hecho trizas. El actor neozelandés se lesionó en los tendones de ambos bíceps y se rompió varios huesos del pie y la cadera. De hecho, las heridas que se le aprecian en el rostro en la batalla inicial son reales, ya que su caballo le lanzó a las ramas de un árbol. Al menos había cobrado la musculatura suficiente como para levantar su premio Oscar sin que le supusiera esfuerzo alguno.
A gran escala
El diseño de producción fue uno de los fuertes de 'Gladiator'. De su imponente presupuesto, un millón de dólares se dedicó a la construcción de una réplica del Coliseo de Roma. El edificio elaborado con yeso y contrachapado tuvo un tamaño de un tercio de la construcción original, resultado del trabajo de varios meses en Malta, donde se rodó la cinta. El típico recuerdo que se disputan todos los actores al final de la grabación para llevarse a casa.
Muy compasivo
La gran sorpresa de la película fue la portentosa interpretación de Joaquin Phoenix, que combinó atributos de seriedad y de maníaco para construir un personaje enorme. Uno de sus momentos más poderosos tuvo lugar en la escena en interior que compartía con una temerosa Connie Nielsen, que no se podía esperar lo que iba a suceder. Tras recitar un monólogo en el que manifestaba sus intenciones, Cómodo se acercaba a Lulila y le decía "¿No soy compasivo?". Hasta ahí todo iba como señalaba el guion, pero repentinamente Phoenix repitió su frase con un grito que debió resonar en todo el decorado, y que dejó a Nielsen con una genuina expresión de terror. Una improvisación tan acertada como su elaboración del personaje.
La magia del cine
El presupuesto de más de 100 millones de dólares no fue suficiente para cubrir las necesidades de figurantes en las escenas del Coliseo. Scott recurrió a efectos digitales para aumentar el bullicio, pero por si las moscas ordenó recortar 400 figuras de cartón para hacer bulto entre la muchedumbre. Toda una lección de optimización de recursos en un rodaje.
Reacciones opuestas
No todo fue colegueo entre los compañeros de reparto. Crowe hizo muy buenas migas con Richard Harris, que dio vida al emperador Marco Aurelio, pero su relación con Oliver Reed no cuajó tan rápido. El anciano actor británico, que tampoco le puso las cosas fáciles a Scott, no tuvo problema a la hora de expresarle a Crowe el desagrado que le generaba, e incluso le llegó a retarle a una pelea.
Dicho y hecho
Ridley Scott no pudo quejarse a su director de casting. En la mente de Scott Cómodo tenía el rostro de Joaquin Phoenix, y el actor cumplió el deseó del reconocido cineasta al aceptar el rol. Su interpretación del hijo del emperador ha sido tan paradigmática que Jack Gleeson recurrió a ella para dar forma a su insoportable personaje en 'Juego de Tronos', el odioso Joffrey Baratheon. Aunque hay que recordar que para Cómodo también se barajó la posibilidad de Jude Law.
La morriña de Máximo
La melancolía de Máximo quedó plasmada con la descripción de su idílico hogar. Para captar el sentimiento de nostalgia adecuado, Scott le dio vía libre a Crowe para improvisar, y al neozelandés le vino inmediatamente a la cabeza su propia casa en Australia. Así completó las palabras de su personaje, que mentalmente se encontraba en las antípodas, pensando en el orden de la cocina y el olor del hogar de Crowe.