La inclusión de 'Okja' y 'The Meyerowitz Stories (New and Selected)' el año pasado en Cannes abrió un debate sobre si las películas estrenadas directamente en plataformas de streaming debían participar en la competición del festival o no.
Algunos directores como Spielberg o Christopher Nolan alegaron que las películas de Netflix debían ser catalogadas como "productos televisivos", mientras que otros como David Fincher o Will Smith se pusieron del lado de la compañía. A tan solo unas semanas de la nueva edición, el asunto ha quedado zanjado, por fin, con las siguientes declaraciones de Thierry Frémaux, director del festival.
"Cuando seleccionamos esas dos películas el año pasado pensé que podría convencer a Netflix de lanzarlas en cines. Fue presuntuoso. Se negaron", afirma Frémaux, que en su día intentó estrechar lazos con la compañía.
Este año, las películas de Netflix podrán seguir siendo exhibidas en el festival, sin embargo, no podrán competir en ninguna categoría. "A la gente de Netflix les encantó estar en la alfombra roja el año pasado y les gustaría estar presentes con otras películas, pero entienden que su modelo de negocio es opuesto al nuestro", decía el director, que dejaba patentes las diferencias con el gigante del streaming añadiendo que "la historia del cine y la historia de Internet son cosas diferentes".
Reacciones negativas
En un intento de zanjar el asunto, lejos de cerrar el debate, lo que ha hecho Frémaux es alimentar al sector que está en contra de esta prohibición. Las opiniones no se han hecho esperar e Internet se ha inundado de comentarios sobre la decisión.
Enrique López Lavigne, productor de 'La llamada' o 'Verónica' (que aterrizaron en Netflix este año), compartía su opinión a través de Twitter:
No sé qué opinará la comunidad del cine por aquí pero no comprendo el argumento y no tiene ningún sentido, más allá de una situación de ventanas. Entonces estas películas que son ...? Cannes Artistic Director Explains Netflix Competition Ban https://t.co/kJmhevQoJI
? Enrique Lavigne (@enriquelavigne) 25 de marzo de 2018
No fueron pocos los usuarios que se sumaron al debate tras conocer la noticia.
El festival de Cannes cambia sus normas y las películas de Netflix no podrán entrar a competición, un claro ejemplo de 'aquí mandan mis cojones y CINE es exclusivamente LO QUE YO DIGA'.
? ?ntonio ? (@levmauc) 26 de marzo de 2018
Cannes vetando las películas de Netflix solo porque no se emiten en el cine huele más a cerrado que el trastero de mi abuela.
? Babs (@highwaytomuses) 27 de marzo de 2018
Que Cannes impida participar a películas producidas por plat. digitales es un error. Estamos en la era digital. Nadie dice que cierren las salas, pero sí que busquen la manera de convivir y hacer que los estrenos sean simultaneos en ambas ventanas. Esto es retrasar lo inevitable.
? Henar Álvarez (@henarconh) 26 de marzo de 2018
Muchas opiniones sostienen que las circunstancias están a favor de las nuevas plataformas y que, más tarde o más temprano, las propuestas de Netflix, Amazon o Hulu se acabarán implantando por completo. No reemplazando al método tradicional de distribución en salas, sino como dos medios que pueden coexistir.
Series de Netflix con malas críticas y éxito de público
'Madres forzosas'
Es el mejor ejemplo de que a la hora de disfrutar una serie la calidad no lo es todo. La nostalgia juega un papel importante en lo que gusta y no a la audiencia. Cuando se estrenó 'Madres forzosas' lo hizo con críticas que tiraban por tierra todo el trabajo hecho. En parte porque no tenía gracia, porque las bromas eran más propias de los 80 que de ahora y porque ciertas actuaciones (con Candace Cameron a la cabeza) dejaban mucho que desear. La vuelta de las chicas Tanner tres décadas después no convenció a la crítica, pero el público quedó prendado ante las nuevas historias de la familia de San Francisco. Y así sigue.
'Gypsy'
Una psicóloga que se ve inmersa en la vida de sus pacientes de forma un tanto peligrosa, rayando comportamientos peligros. La terapeuta, además, es Naomi Watts. Con esa premisa eran muchos los que esperaban con ganas 'Gypsy', y quizás por eso el descontento fue aún más grande. Los críticos le achacan que para ser un thriller le falta ritmo, que no crea tensión y que, en definitiva, todo parece un capricho de una niña aburrida. La historia se estira según avanzan los capítulos sin que se vea un final posible. Y así fue, que muchos llegaron hasta el final de la primera temporada que acabó sin ningún tipo de cierre. Y así se va a quedar, porque Netflix ha dicho que no la renovará.
'Girlboss'
Otro de los grandes ejemplos en que crítica y público difieren. Tener una protagonista que resulta odiosa en el 90% de las ocasiones no es una fórmula de éxito. No lo fue entre los críticos, que lamentaron la superficialidad de la serie, pasa por encima de cómo llegó a desarrollar su proyecto. Sin embargo Sophia gustó a la audiencia, que se quedará también con las ganas de saber qué pasó con ella -la serie está basada en una historia real, así que no es difícil descubrirlo, porque Netflix no la ha renovado. A la crítica no le quedaron ganas de saber más de una producción que vieron cargada de clichés y con una forma de contar una historia que no convenció.
'Marco Polo'
Tiene el dudoso honor de ser la primera serie de Netflix que, pensada para varias temporadas, no pasó de la segunda. A la crítica nunca le gustó y al público mayoritario tampoco, pero sí que tenía éxito en Europa y Asia y la plataforma estaba contenta porque cumplía los objetivos que se había marcado. De paso mostraba que en esto de gustos no hay nada escrito y que lo que en un país funciona en otro puede aburrir al personal. Las artes marciales eran su punto fuerte, pero no se puede decir lo mismo de la historia que no iba a ninguna parte. Y, además, era una producción muy cara para un resultado tan pobre. La crítica le achacaba una narrativa lenta y unos diálogos insoportables.
'The Defenders'
Netflix hizo una apuesta clara por las historias de superhéroes en los últimos años, pero no es algo que haya convencido a los críticos, aunque sí a la audiencia. 'The Defenders' era la culminación de este proyecto, una serie en que coinciden Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage e Iron Fist. Para la crítica la idea no cuajó del todo. Si de manera individual estos superhéroes no les convencían como protagonistas, su unión tenía el mismo resultado. A ellos les falta carisma y al guión ritmo, según los expertos. Además, se quedaron con la sensación de que Sigourney Weaver está infrautilizada.
'Iron Fist'
A Netflix no se le dan demasiado bien los superhéroes y para muestra el hecho de que 'Iron Fist' ha sido calificada por muchos expertos como la peor serie que ha producido la plataforma. La respuesta del público, después de eso, fue convertirla en una de las producciones más vistas de la plataforma. Y eso que las críticas tiraron por tierra el proyecto. Danny no convence como protagonista, le falta encanto, han dicho los expertos, y él se llevó buena parte de las culpas del resultado final (otro niño rico que se mete a superhéroe). Pero la crítica también tachó de lenta la serie, le echaron en falta un arco argumentativo y hay quien consideró que un toque de humor le hubiera venido bien para quitarse un poco de seriedad. La serie sí tuvo el respaldo de la audiencia y de la plataforma, que la ha renovado por una segunda temporada.
'Hemlock Grove'
Una serie con elementos paranormales para conquistar al público joven. Ese fue el punto de partida de 'Hemlock Grove' y hay que reconocer que durante tres temporadas lo consiguió, pero quizás porque los críticos no son tan jóvenes no vieron con buenos ojos la serie desde el principio. La culpaban de no tener claro hacia dónde iba, de no saber qué quería contar y de tener a actores con cierto encanto (entre ellos el ahora archifamoso Bill Skarsgard) como principal reclamo. La crítica cargó contra el guión, por ser una mezcla de varias temáticas que habían funcionado con anterioridad (hombres lobo, vampiros, monstruos difíciles de definir...) y contra el trabajo de los actores.
'Amigos de la universidad'
No cuenta nada nuevo, ninguno de sus protagonistas convence, las historias no parecen poder extrapolarse al común de los mortales, el humor es propio de adolescentes y no adultos, un elenco desaprovechado... Son algunas de las opiniones de la crítica, que no le dio casi oportunidad a una comedia de verano que, sin embargo, sí fue seguida por el público. El hecho de contar con sólo ocho capítulos y de corta duración ha hecho de ella la serie perfecta para consumir en la temporada estival. Quizás por eso el público sí ha respondido. Y podrá volver a hacerlo en la segunda temporada.
'Las chicas del cable'
Era la primera serie que Netflix producía en España y las expectativas estaban altas no, altísimas. De ahí que el golpe que se dio la crítica cuando pudo ver los primeros capítulos de 'Las chicas del cable' fue tan grande. Esperaba una serie de Netflix cuando, en realidad, se encontró con una serie de Antena 3. Esa es su mayor falta: no ofrecer nada diferente a lo que se venía haciendo en nuestro país en los últimos años. La música actual que chocaba con la época en que transcurría de la serie fue de lo más criticado, como también el recurrir a tríos amorosos, que los personajes fueran tan planos o que la historia fuera tan lenta.